Eitan Weisman, Rabino de la Unión Israelita de Caracas
Esta semana encontramos en la parashá un mandato que nos exige: Tamim tihiyé im Hashem Eloéha. Significa que hay que ser tamim con Dios.
¿Qué es tamim?
Según nuestros sabios, en este contexto la palabra tamim es “completo, lleno”. Significa que hay que tener una completa, sincera y honesta obediencia de los mandamientos del Creador.
Podríamos pensar que la Torá nos quiere enseñar que no seamos hipócritas. Personas que por fuera se muestran como grandes observantes de los mandamientos ordenados por el Todopoderoso, internamente no lo son. Personas que cuando están en público reclaman a quienes no hacen lo correcto, pero en su casa, ocultos del escrutinio de sus semejantes, se comportan aún peor que aquellos a quienes fustigan.
Lo natural es que estimemos que no es con nosotros, que la Torá se refiere a los hipócritas. Pero estamos equivocados, ¡es con nosotros!
Hay quienes internamente son muy creyentes. Su identidad judía es muy clara. Pero por fuera, en los hechos, no lo demuestran. Suelen decir “somos judíos de corazón, y es suficiente”. A ellos, por ejemplo, casi no los encontraremos en la sinagoga. Con respecto a ellos dice la Torá: lo que llevas en tu corazón, demuéstralo con hechos.
Hay otro tipo de personas que en sus acciones son muy activas y correctas. Hacen todo lo requerido, están siempre presentes en la sinagoga; sin embargo, sus hechos no logran influir en su ser. No sienten la alegría y el placer en cumplir los mandatos de Dios, la gran suerte y privilegio de pertenecer al pueblo judío. A ellos la Torá les dice: ¡no es suficiente! Lo ideal es cumplir por amor al Creador, con alegría, con orgullo. Es conveniente estudiar las raíces y la historia, fortalecer la fe y, de esta manera, servir al Todopoderoso con alegría.
Conocemos personas que tienen un elevado nivel de fe y amor por Dios; sabrían alcanzar la felicidad, ya que están conscientes de lo que debe ser su proceder. No obstante, la presión social les impide cumplir con los preceptos de la Torá. “¿Qué dirá mi familia? Mis amigos se burlarán de mí”. A ellos les dice la Torá: No tengan pena, dejen atrás el temor. Sean sinceros con ustedes mismos; si están seguros de lo que es un proceder correcto, ¡actúen! Mientras más se comporten de acuerdo a sus creencias, más van a ser respetados.
En este mes de Elul, sería muy conveniente tomar estos ejemplos en cuenta y tratar, aunque sea en algo, de ponerlos en práctica. Así le decimos a Dios: Nosotros hicimos esfuerzo para mejorar. Ahora, Dios, dános un año más de vida buena, salud y alegría.
¡Amén!