Ana Jerozolimski*
Nada sorprende en el hecho que en forma casi inmediata, muy poco después de comenzada la invasión rusa a Ucrania, Israel anunció el envío de ayuda humanitaria. Es una reacción que Israel tiene casi como un resorte automático en situaciones de catástrofe, independientemente de su detonante. Pero la ayuda no es solo la prestada por el Estado —tres aviones con 100 toneladas de diferentes equipos necesarios en estos momentos— sino también iniciativa de otras entidades que quieren aportar.
Los más pequeños reciben caramelos
Una presencia singular es la de la organización de rescate y emergencia israelí Ijud Hatzalá (conocida en inglés como United Hatzalá), compuesta por 15 voluntarios, varios de los cuales saben ruso o ucraniano. Estos ya están trabajando en el terreno. En el grupo hay doce israelíes y tres norteamericanos de Miami. Consta de once paramédicos de emergencia y un médico. También hay un dentista y miembros de la Unidad de Respuesta de Crisis y Sicotrauma, especializados en estabilización emocional y primeros auxilios sicológicos cuya necesidad surge en momentos de tragedias y desastres.
Israel ha enviado tres aviones con suministros humanitarios, y tres más van en camino
Más allá de la atención médica propiamente dicha, los voluntarios de Hatzalá han distribuido alimentos y llevaron consigo juguetes y golosinas para los niños.
Alimentos y productos de uso personal forman parte de la ayuda humanitaria suministrada por Israel
Una de las particularidades del trabajo de esta delegación es que ya está capacitando en territorio de Moldavia, vecina de Ucrania, a refugiados que huyeron de la guerra y se hallan relativamente en buen estado, para que ellos mismos puedan ayudar a otros. Hatzalá ha organizado cursos de entrenamiento en primeros auxilios, en idioma ucraniano, en refugios, hoteles y campamentos en los que se han refugiado civiles que lograron llegar a la localidad de Chisinau (Kishinev). “Nuestro objetivo es empoderar a los refugiados y devolverles la sensación que están en control de su situación”, comentó Vicky Tiferet, una de las paramédicas en la misión israelí.
La atención de primeros auxilios se convierte luego en entrenamiento a los que están en capacidad de ayudar a otros
Apenas llegó la delegación de Ijud Hatzalá a la zona, comenzó a trabajar en los caminos, proporcionando alimentos y atendiendo a cientos de civiles que habían sufrido lesiones por el frío y que estaban lidiando con alteraciones cardíacas por la presión de la situación.
El frío y la nieve hacen más difícil la situación de los refugiados
La ayuda humanitaria enviada por la División de Cooperación Internacional de la Cancillería israelí consiste en:
-10 sistemas israelíes de purificación de agua, capaces de potabilizar 5000 litros por hora, que podrán servir a 200.000 personas.
– Equipos de abastecimiento de agua de emergencia, que permite almacenamiento y distribución, para 100.000 personas.
– Diversos elementos para uso personal.
– 3000 carpas de invierno que pueden albergar entre 4 y 12 personas cada una.
– 15.000 frazadas.
– 3000 sacos de dormir.
– 2700 abrigos de material aislante del frío.
– 17 toneladas de medicamentos y equipos médicos (antibióticos, primeros auxilios, equipos para hospitales, etc).
*Periodista, directora de Semanario Hebreo (Montevideo) y semanariohebreojai.com
Fuente: semanariohebreojai.com.
Versión NMI.
Fotos: United Hatzalá