Ana Jerozolimski*
En un ambiente festivo y lleno de energía, se dieron cita en Jerusalén numerosos jóvenes judíos de diferentes partes del mundo —concretamente más de mil, provenientes de 33 países en diversos continentes— para una conferencia promovida por el Departamento de Noar Vejalutz y Dor Hemshej (Juventudes Pioneras y Futuras Generaciones) de la Organización Sionista Mundial. Más allá del ambiente y de la atmósfera singular, destacó la participación de miembros de 14 movimientos juveniles sionistas.
Sergio Edelstein, quien encabeza el departamento Noar Jalutz y Dor Hemshej de la OSM, destaca que “el fortalecimiento del liderazgo de los movimientos juveniles sionistas garantiza su actuación en el seno de las comunidades judías en el mundo todo”. Agrega que “estos líderes, a su vez, garantizarán una excelente relación con Israel”.
En lo que podría interpretarse como una respuesta implícita a quienes dicen que el sionismo ha acabado su misión, Edelstein recalca: “La idea sionista está muy viva y tiene una versión joven muy relevante. Estos jóvenes que han tenido un año de preparación en Israel, lo compartirán con otros y así ejercerán gran influencia en sus comunidades. Otros optarán por emigrar a Israel e integrarse al quehacer nacional y roles de liderazgo en la sociedad israelí”.
La singularidad de reunir bajo un mismo techo a jóvenes de Hashomer Hatzair —izquierda sionista secular— y Bnei Akiva —movimiento religioso que cabe suponer tiene posturas conservadoras en diversos temas políticos— muestra la riqueza del mundo judío.
Parte de los jóvenes de todo el mundo participantes en la conferencia
(Foto: semanariohebreojai.com)
Sobre este punto Liat Jerozolimski, coordinadora de Proyectos con América Latina en el departamento organizador de la conferencia (y quien aún tiene muy presente lo vivido hace pocos meses en congresos juveniles en México y Argentina, en los que participaron también jóvenes de otros países de la región), narró una historia singular, cuando le preguntamos si tiene alguna anécdota para compartir, algo que haya vivido y le resulte inolvidable. Comentó que para la ceremonia de havdalá (salida del Shabat), el joven de Bnei Akiva que la dirigió necesitaba a alguien que le ayudara con la vela; quien se ofreció como voluntario fue un muchacho de Hashomer Hatzair, haciendo a un lado sus diferentes posiciones. Esa misma diversidad se vio ahora nuevamente en Jerusalén.
Los jóvenes participantes en la conferencia se encuentran en Israel desde hace aproximadamente un año, participando en programas de liderazgo con los que retornarán a sus respectivas comunidades, habiendo recibido en este lapso nuevos elementos para fortalecer las relaciones entre la diáspora y el Estado de Israel. Según los planes de los que formaron parte, los jóvenes combinaron estudios de liderazgo, sobre Israel, su sociedad, su realidad geopolítica y su relación con el mundo judío. Simultáneamente a los estudios recorrieron el país, trabajaron y realizaron misiones de voluntariado.
Aquí entra en juego la dinámica entre Israel y el mundo judío. Preguntamos a Liat, que está en contacto permanente con movimientos juveniles sionistas en Latinoamérica, si tiene en claro que para Israel es importante que las comunidades judías sean fuertes, y al mismo tiempo que consideren a Israel un elemento central en la vida judía. Respondió que, efectivamente, los directivos de la OSM en Israel tienen también mucho que aprender sobre la realidad de las kehilot de la diáspora. Es una relación de mutuo enriquecimiento.
Conociendo de cerca el trabajo de parte del equipo del Departamento Noar VeJalutz y Dor Hemshej de la Organización Sionista Mundial, tenemos claro que el nervio motor es el amor por el trabajo sionista, en pro de Israel y de las comunidades judías de la diáspora.
*Periodista, directora de Semanario Hebreo (Montevideo) y semanariohebreojai.com.
Fuente: semanariohebreojai.com.
Versión NMI.