Un tesoro de monedas de plata documenta la persecución que precedió a la famosa revuelta de Janucá, cuando los judíos huyeron al desierto
Amanda Borschel-Dan*
Un equipo de arqueólogos ha descubierto cerca del Mar Muerto un alijo de monedas de plata de 2200 años de antigüedad, que afirman es la primera prueba física de que los judíos huyeron al desierto de Judea durante la persecución a que fueron sometidos bajo el reinado del villano de la historia de Janucá, Antíoco IV Epifanes.
Como se cuenta en I Macabeos 2:29, en el período anterior a la revuelta de los macabeos se exhortó a los hombres justos a dejarlo todo: “En ese tiempo, muchos de los que buscaban la justicia se fueron a vivir al desierto”. Posteriormente, mientras cumplían las leyes del Shabat, fueron masacrados por las fuerzas del rey.
Durante las excavaciones de mayo pasado, se descubrió en una cueva en la Reserva Natural del Río Darageh una pequeña caja de madera increíblemente conservada, que contenía 15 tetradracmas de plata. Las monedas fueron acuñadas por Tolomeo VI, rey de Egipto, y datan de cerca del año 170 a.e.c., justo antes de que el rey seléucida Antíoco IV Epífanes comenzara a dictar duras medidas contra la libertad de culto de los judíos.
Cuevas de Wadi Murabaat en el Desierto de Judea
Según Eitan Klein, de la Autoridad de Antigüedades de Israel y quien anunció el hallazgo, el tesoro fue escondido por un judío que huía y que presumiblemente murió posteriormente en la violencia que condujo a la revuelta de los macabeos. “Aquí tenemos pruebas de que la gente realmente estaba huyendo”, dice Klein, subdirector de la Unidad de Prevención de Robos de la AAI, tal como aparece en el libro apócrifo (no incluido en el Tanáj) de los Macabeos.
“Por lo general, cuando encontramos un alijo de monedas, nos cuentan una historia de guerra. De otra manera la gente no escapa y abandona los ahorros de toda su vida”, señala Klein. En términos actuales, las monedas valen alrededor de dos meses de salario promedio. “No te vas sin motivo dejando 30.000 shékels en una cueva”.
Desde 2017, la AAI ha encabezado una ambiciosa investigación en unas 500 cuevas del desierto de Judea, en parte para buscar más “Rollos del Mar Muerto” y en parte para adelantarse a los saqueadores de antigüedades de valor incalculable.
La caja de madera, en estado prístino, fue hallada en una de las cuatro Cuevas de Murabaat donde, unos 70 años después de que se realizaron las primeras excavaciones científicas, todavía están saliendo a la luz objetos fascinantes, incluyendo fragmentos de pergamino y textiles asombrosamente bien conservados.
La caja cilíndrica de madera y su contenido
La operación está a cargo de la AAI en cooperación con el Departamento de Arqueología de la Administración Civil en Judea y Samaria (COGAT), y ha sido financiada en parte por el Ministerio de Asuntos y Patrimonio de Jerusalén.
“El Proyecto de Inspección y Excavación llevado a cabo por la Autoridad de Antigüedades de Israel en el Desierto de Judea durante los últimos seis años ha demostrado su valor, ya que miles de artefactos arqueológicos se han salvado de la destrucción y el saqueo, incluso partes de rollos bíblicos, puntas de flecha de la revuelta de Bar Kojba, una cesta de 10.500 años y más”, indica Amir Ganor, director de la excavación.
La caja cilíndrica de madera casi parece recién salida del antiguo torno en que se habría hecho. En su interior se encontraban las 15 monedas de plata, así como un trozo de tela teñida de púrpura y algo de relleno de lana. El clima seco del desierto, combinado con la atmósfera protegida de la cueva, preservó estos materiales orgánicos en excelentes condiciones, explica Naama Sukenik, directora del Laboratorio de Materiales Orgánicos de la AAI.
Sukenik informa que su equipo aún se encuentra en las etapas preliminares de la investigación, y que todavía no sabe qué tipo de madera se usó para crear la hermosa caja tubular. También se espera determinar qué tipo de tinte se usó en la tela, si provino de plantas comunes o se trató de un lujoso tinte a base de caracol real.
Hay pocos artefactos comparables a esta caja de madera, comenta Sukenik. “No hay duda de que el hallazgo es muy singular, principalmente por la compleja historia que nos cuenta el entierro de una caja fuerte hace 2200 años”.
Monedas de plata con la efigie del rey Tolomeo VI de Egipto, en excelente estado de conservación
La datación de las monedas puede servir para vincular los artefactos a la descripción que aparece en I Macabeos 2:29, en la que el eventual fundador de la revuelta, Matityahu (Matatías), clama a los hombres justos que dejen sus vidas de persecución y vivan en el desierto o eremos, término griego para un lugar desolado. (Por cierto, en II Macabeos se encuentra el texto griego más antiguo que usa la palabra «judaísmo», según el erudito Malka Z. Simkovich).
Los tetradracmas de plata fueron acuñados por Tolomeo VI, rey de Egipto, quien reinó al mismo tiempo que su tío Antíoco IV Epífanes (a menudo llamado “el Malvado”), quien gobernó el Reino Seléucida. Entre los años 270 y 168 a.e.c., los seléucidas y los tolomeos lucharon en las Seis Guerras Sirias. Después de la cuarta guerra, el territorio de Judea fue conquistado por Antíoco III en la batalla de Paneion del 200 a.e.c. Según la AAI, las tres monedas más antiguas halladas se acuñaron en 176 o 175 a.e.c. La última moneda data del 171 o 170. Curiosamente, el nombre Shalmai está grabado en escritura aramea en una de las monedas.
“Es imposible saber de dónde huyó esta persona. De algún lugar de Judea, tal vez Jerusalén… Cada vez que había una guerra o un evento traumático, la gente escapaba al desierto y se escondía en cuevas, que eran sus «cuartos seguros», dice Klein.
Las cuevas de Murabaat se utilizaron durante milenios como refugio. Ubicadas en Nahal Darga, el asentamiento judío más cercano durante la era macabea habría estado a un día o dos de distancia caminando, dijo Klein.
En aquel momento las cuevas eran muy difíciles de alcanzar, lo que también muestra la desesperación del individuo que escondió el tesoro. “Hoy podemos tomar un jeep. En ese período había un camino hacia el Mar Muerto, pero estaba flanqueado por muchas tribus hostiles y era peligroso caminar en medio del desierto”.
Amir Ganor, director del proyecto de excavación de las Cuevas de Murabaat, examina la caja de madera
Pero los presuntos partidarios de los hasmoneos no fueron los únicos rebeldes que utilizaron estas cuevas. A principios de la década de 1950, el sacerdote y arqueólogo francés Roland de Vaux descubrió en una cueva un alijo de cartas, una de las cuales fue escrita por el propio líder de la revuelta de los años 132 a 136 de la era común, Shimon ben Koseba (Bar Kojba).
Klein asevera que estas cuevas aún ofrecen un gran potencial para más investigaciones, y el trabajo continuará. “Estamos verificando si hay cosas nuevas por descubrir, y estamos encontrando mucho. Tenemos muchas más cuevas por visitar, pero estamos concentrando nuestros esfuerzos en aquellos lugares que tienen el mayor potencial». Por “potencial” Klein no solo se refiere a los artefactos en sí, sino a la capacidad de realizar excavaciones científicas bien documentadas.
Como señala, estos no son los únicos tetradracmas de plata acuñados por Tolomeo VI que se pueden encontrar en Israel hoy. “Hemos descubierto en el mercado de antigüedades monedas de esa época, que provienen de saqueadores. Pero ahora, por primera vez en la Tierra de Israel, hallamos un tesoro en una excavación científica. Y por lo tanto, las monedas pueden contarnos una historia”.
El nuevo tesoro de monedas se exhibirá en el Museo Hasmoneo de Modiín como parte de la «Semana de la Herencia de Israel», que tendrá lugar durante la festividad de Janucá.
Fuente: The Times of Israel.
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.
Fotos: Autoridad de Antigüedades de Israel.
1 Comment
Disfruto muchísimo los artículos referente a la Arqueología… todah!