Ensamblada en las instalaciones de Israel Shipyards en Haifa, el General José Trinidad Cabañas, nueva embarcación insignia de la Fuerza Naval Hondureña —a incorporarse en noviembre y ya en pruebas de mar— representa una creciente categoría de modernos patrulleros marítimos compactos, requeridos actualmente en diversos países del mundo.
Estas unidades, de 500 toneladas y basadas en las Saar 4.5, ya integran diversas fuerzas navales, como la Armada de Guinea Ecuatorial, la Marina de Chipre (que encomendó un segundo ejemplar) y seis naves en la Clase Tufan de la Guardia Costera de Azerbaiyán.
La nave tiene 62 metros de eslora, una velocidad máxima de 32 nudos (52 km/h) con un alcance a velocidad de crucero de 5000 millas náuticas (9260 kilómetros), y está diseñada para una tripulación de 30 a 35 efectivos. Está equipada con modernos sensores, sistemas y armamentos que le brinda la capacidad de atacar amenazas y objetivos de superficie, aire y tierr; un sistema de contramedidas le brinda protección contra misiles y torpedos. Puede desplegar dos lanchas rápidas para operaciones de abordaje, búsqueda y rescate.
La unidad dispone de una cubierta de vuelo para un helicóptero Airbus EC135 o similar, que se puede utilizar para ayudar al navío en sus misiones tanto de patrulla como de rescate; también opera dos drones Aeronautics Orbiter 2, modelo ya en uso en México, Perú y varias naciones de la OTAN. La operación de venta está valuada en unos 60 millones de dólares, según la prensa local.
Israel Shipyards también ha vendido lanchas de interdicción Shaldag a Argentina, mientras que la firma IAI Ramta ha colocado unidades Super Dvora en Nicaragua, Guatemala, Honduras, Argentina y Chile; este último país lo emplea desde hace décadas para custodiar los mares del sur.