Tras su estreno el mes pasado, Testigos del terror busca mostrar a una audiencia hispana no judía que esta tragedia no es un tema político, sino un asunto humano
Rich Tenorio*
Afiche promocional de Testigos del Terror (Foto: Fuente Latina)
Frente a la cámara, Natalia Casarotti relata la tragedia de la búsqueda de su hijo de 21 años, Keshet Casarotti-Kalfa, tras el ataque terrorista de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023.
Keshet había asistido al festival de música Supernova, donde 364 participantes fueron asesinados ese día por terroristas. Su larga cabellera rubia lo convertía en una figura reconocible. Cuatro días después, su madre se enteró de su muerte.
«¿Cómo se lo voy a decir a mis padres?», recuerda Casarotti haberse preguntado. Durante 24 horas, les dije la verdad: No sabía dónde estaba mi hijo.
Casarotti ofrece este testimonio en español. Su voz, junto con la de otros inmigrantes latinoamericanos en Israel afectados directamente por el 7 de octubre, aparece en una nueva docuserie en español. Titulada Testigos del terror, fue producida por Fuente Latina, una organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos que realiza actividades de divulgación proisraelí para las comunidades hispanohablantes no judías de todo el mundo.
“Los hispanos tienen menos sentimientos antisemitas que cualquier otro grupo racial. Son aliados potenciales en la lucha contra el antisemitismo, la lucha contra el negacionismo del 7 de octubre. En medio de la disputa sobre las relaciones entre Estados Unidos e Israel, debemos conectar con ellos, construir relaciones”
Testigos del terror se estrenó con una proyección en Los Ángeles en febrero. Fuente Latina busca promoverla a través de festivales de cine, una plataforma de streaming o un distribuidor. “Lo que queremos con Testigos del Terror es trasmitir un mensaje que conecte con los hispanohablantes, que lo vean como lo que es: no un problema político sino un problema humano, una tragedia humana”, dice Leah Soibel, israelí hispanoamericana, fundadora y directora ejecutiva de Fuente Latina.
Inmediatamente después de la masacre de Hamás del 7 de octubre, Soibel se percató de que entre las víctimas había inmigrantes latinoamericanos en Israel. Algunos se encontraban entre los 1200 asesinados, otros entre los 251 rehenes llevados a Gaza, y otros entre los familiares o amigos que sufrían. Entre ellos estaba la familia Bibas, de ascendencia argentina, cuyos hijos pelirrojos Ariel y Kfir, y su madre Shiri, se convirtieron en símbolos internacionales de la situación de los rehenes.
Manifestantes por los rehenes israelíes en Buenos Aires ondean pañuelos amarillos en honor de la familia Bibas, el pasado 24 de febrero
(Foto: AP)
Fuente Latina decidió cambiar su enfoque anterior de influencia política, que se basaba más en frases cortas. Incorporó un proyecto de narración más extenso para familiarizar al público latino no judío con la masacre. Esto se lograría mediante entrevistas con personas afectadas por el 7 de octubre, así como con material grabado por los propios terroristas de Hamás. Todo estaría en español, ya sea hablado directamente por los entrevistados o con subtítulos. El rodaje comenzó en diciembre de 2023, y los cineastas realizaron decenas de entrevistas.
«No pudimos descartar ninguna», comenta Soibel. «Cada una de las voces resultó crucial para la historia».
En una entrevista por Zoom, Soibel detalló múltiples razones para embarcarse en un proyecto de este tipo. “La mayoría de los hispanos no tiene una opinión pública completamente formada sobre Israel. Realmente no saben qué sucedió el 7 de octubre. La motivación específica para crear y producir la docuserie fue poder contar la historia, asegurarnos de hacerlo de una manera que les resuene cultural y lingüísticamente”.
Soibel postula que “los hispanos tienen menos sentimientos antisemitas que cualquier otro grupo racial. Son aliados potenciales en la lucha contra el antisemitismo, la lucha contra el negacionismo del 7 de octubre. En medio de la disputa sobre las relaciones entre Estados Unidos e Israel, debemos conectar con ellos, construir relaciones. Esperamos que este proyecto, la docuserie, sea una herramienta para ello”.
“Israel no cuenta con una cadena de noticias en español, y en el contenido digital en ese idioma abunda la desinformación sobre el 7 de octubre y la posterior guerra de Israel contra Hamás en la Franja de Gaza”
La serie actualmente consta de cuatro episodios, con un quinto en desarrollo. El primero se centra en los kibutzim cercanos a la frontera con Gaza, mientras que el segundo aborda el festival Supernova.
Algunos entrevistados perdieron a familiares ese día, incluso en el kibutz Ein Hashloshá. En el primer episodio, la israelí-argentina Esther Mikanowski reflexiona sobre la muerte de su hermana de 80 años, Silvia Mirensky, y su compatriota israelí-argentino Arie Glazberg comparte el dolor de haber perdido a su hija Noa, de 43 años. «La extraño cada segundo», dice Arie Glazberg. «Mi esposa también».
Casarotti es entrevistada en el segundo episodio. Nació en Argentina y se mudó a Israel a los 3 años con su familia. Según explica, fue a una comisaría para presentar una denuncia por desaparición en la búsqueda de su hijo. También entregó una muestra de ADN.
Keshet Casarotti, asesinado en el Festival Nova el 7 de octubre. La policía le entregó posteriormente a su madre la cadena que usaba en la imagen, aún manchada de sangre
(Foto: Facebook)
Muchos otros entrevistados en la docuserie son originarios de Argentina, incluyendo residentes del kibutz Ein Hashloshá.
Uno de estos residentes, Luis Roitman, recuerda ante la cámara cómo cambió su vida al emigrar a Israel. Se maravilla de la transición de trabajar como comerciante en Argentina a lavar verduras en la cocina de un kibutz. «Era el mejor lugar que podría haber deseado para mí y mi familia», dice.
El 7 de octubre, ese sueño se convirtió en una pesadilla.
Roitman se despertó con un «fuerte olor a quemado», con mucha gente «deambulando», incluyendo una que cargaba una granada propulsada por cohetes. «Vi a un terrorista frente a mí, disparando en mi dirección», cuenta, y agrega que respondió al fuego y le dio al agresor «en el trasero».
Otros entrevistados provienen de otras partes de Latinoamérica. Entre ellos se encuentra la israelí-venezolana Sharon Truzman, sobreviviente de la masacre de Supernova. A las seis de la mañana del 7 de octubre, ella y sus amigos volvieron a entrar al festival desde su automóvil. Media hora después, estaban frente al escenario principal cuando vieron misiles en el cielo matutino.
«No me di cuenta de lo cerca que estábamos de Gaza hasta que empezaron a disparar», cuenta Truzman a la cámara. «Todos empezaron a correr. Corrimos al menos durante dos horas en total». Aunque su esperanza se desvanecía cada vez más, recuerda haber pensado: «Tenemos que luchar hasta el final, nunca nos rendiremos».
Fotograma de la docuserie Testigos del terror que muestra el memorial a los asesinados en el Festival Supernova
(Foto: Fuente Latina)
Soibel afirma que Israel no cuenta con una cadena de noticias en español, y en el contenido digital en ese idioma abunda la desinformación sobre el 7 de octubre y la posterior guerra de Israel contra Hamás en la Franja de Gaza, que destruyó gran parte de la infraestructura del enclave y, según el Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás, se ha cobrado más de 48.000 vidas palestinas. «Hay mucho contenido factual, pero en general, una gran parte es un arsenal infinito de desinformación», afirma Soibel.
Por eso, en el primer episodio los testimonios de sobrevivientes se entrelazan con imágenes históricas de inmigrantes latinoamericanos que llegaron a Israel en múltiples oleadas, a partir de la segunda mitad del siglo XX (hoy, según la docuserie, más de uno de cada 100 israelíes es latino).
Soibel expresa su esperanza de que, al aprender más sobre esta narrativa histórica, los latinos no judíos de todo el mundo conecten con los latinos judíos en Israel y empaticen con lo que sufrieron el 7 de octubre. “Cualquier inmigrante hispano, ya sea dentro de Latinoamérica o aquellos que llegan a Estados Unidos o a cualquier otra parte del mundo, es una historia con la que todos pueden identificarse. Dejar atrás las dificultades políticas y económicas de casa, mudarse a donde crees que hay un mejor lugar para tu familia, y que suceda algo tan trágico. ¿Cómo encuentras la fuerza para seguir adelante y empezar de nuevo?”, se pregunta.
“En esencia, esa es la historia que contamos sobre una comunidad poco conocida: la comunidad latinoamericana de Israel”.
*Periodista.
Fuente: The Times of Israel.
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.