Estamos presenciando una serie de dificultades que hacen ver al Covid-19 y sus mutaciones como un mal menor, frente a los grandes desafíos que afronta la humanidad.
Pudiéramos empezar con la invasión de Rusia a Ucrania, que en los próximos días va a cumplir año y medio desde aquel 24 de febrero de 2022, cuando las tropas del Ejército Rojo cruzaron la frontera con el objetivo, según el Kremlin, de desmilitarizar y desnazificar ese país, cuestión que harían en pocas semanas.
Bueno, ya sabemos cómo va este conflicto que ha destruido gran parte de la infraestructura ucraniana, ha causado miles de víctimas tanto civiles como militares, y como si fuera poco, el apoyo por un lado de la Unión Europea y EEUU a Ucrania y de Bielorrusia a Rusia, pudiera extender el conflicto fuera de las fronteras del país invadido, provocando un caos general, sumado al impacto que desde hace un tiempo ha tenido sobre el costo del combustible y alimentos a nivel mundial.
No se ven por ningún lado señales de humo blanco que puedan desatar este primer Nudo Gordiano, que requerirá de seguro medidas audaces y soluciones creativas para su resolución.
Por otro lado tenemos el tema muy caliente de la reforma judicial planteada por el gobierno que encabeza el primer ministro Benjamín Netanyahu y su coalición, que propone una serie de leyes que buscan reducir el poder superlativo que tiene la Corte Suprema de Justicia, como por ejemplo anular cualquier legislación que apruebe la Knesset, e inclusive puede revocar el nombramiento de un funcionario público por el principio de razonabilidad, que consiste en determinar si los nombramientos o las decisiones del ejecutivo son razonables o no, pudiendo revocarlas si las considera irracionales.
La propuesta de reforma judicial, incluyendo la aprobación este pasado lunes de la Ley de Razonabilidad que impide a la Corte Suprema utilizar esta herramienta y que países como el Reino Unido, Canadá, Australia también la ponen en práctica, ha polarizado, encrispado y enfrentado a la sociedad Israelí, que ha marchado a favor y en contrade la misma, lo que ha dejado centenares de heridos y detenidos.
Ante las presiones de casi todos los factores de la sociedad, inclusive el militar, el Netanyahu expresó hace pocas horas que congelará el paquete de reformas hasta finales de año, en búsqueda de un consenso con la oposición.
Se requerirá de igual forma medidas audaces y soluciones creativas para la resolución de este segundo Nudo Gordiano.
Pasamos a Europa y más concretamente a España, en donde el pasado domingo se realizaron las elecciones generales que anticipaban una contundente victoria de la derecha, representada por el Partido Popular y Vox, de acuerdo a todas las encuestas e inclusive datos en boca de urna. Pero para sorpresa de todos, inclusive del PSOE, el resultado no fue el esperado, y aun cuando el Partido Popular ganó en votos y en escaños (136) no le será suficiente, aunque sume los escaños de Vox (33), para poder formar gobierno, para lo cual requiere de 176 escaños, la mitad más uno del Parlamento español formado por 350 diputados.
Así las cosas, pudiera ser la primera vez en España que el perdedor de las elecciones (PSOE) con 122 escaños pueda construir alianzas con diferentes partidos de la ultraizquierda, separatistas e inclusive partidos que han participado en el pasado en actividades ilegales, para revalidar nuevamente la presidencia por los próximos 4 años.
Este Nudo Gordiano pudiera desatarse en los próximos días, o por el contrario mantenerse atado hasta finales de año, con una nueva elección.
Se me ocurren otros Nudos Gordianos más, pero para mí personalmente son los que debemos poner atención y quienes, personal o institucionalmente, puedan poner un granito de arena para su resolución, sería de un gran alivio, ya que de desatarlos dependerá en gran parte la paz y tranquilidad del mundo, siendo que en los mismos están envueltos continentes y regiones vitales para el desarrollo y la vida o la involución y la muerte.