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P rácticamente todos los medios de comunicación informaron sobre la condena que la UNRWA (Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos) hizo contra los túneles de Hamás que se encuentran bajo una escuela de esa organización.
Sin embargo, ninguno de ellos recordó al mundo que tanto el sindicato como los trabajadores de la UNRWA, y la unión de maestros de escuela de Gaza, han estado bajo control estricto de Hamás desde 1999, sin que se haya oído una palabra de desaprobación por parte de la agencia.
La UNRWA tampoco parece oponerse al uso de sus instalaciones por parte de Hamás para enseñar la violencia y la guerra. Este verano, por ejemplo, Hamás llevará a cabo nuevamente su campamento de entrenamiento militar para más de 50.000 niños de 9-15 años de edad, para enseñarles el uso de armamento.
La declaración del primer ministro de Israel, según la cual la UNRWA debe ser “desmantelada”, indica que el gobierno israelí la hace responsable de la existencia de los túneles del terror de Hamás bajo sus escuelas. Sin embargo, desafortunadamente, no está en el poder de Israel desmantelar la UNRWA. La agencia funciona bajo el mandato de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y solo ese órgano puede cerrarla. Incluso si 30 o 40 naciones votaran para cambiar el mandato de la ONU, la Liga Árabe y la mayoría automática de los países “no alineados” votarían contra cualquier decisión percibida como pro-Israel.
Si Israel y las naciones democráticas occidentales decidiesen cortar los fondos a la UNRWA, es probable que sucedan dos situaciones: el Estado radical de Catar, que ha establecido su presencia en Gaza y Cisjordania, probablemente intervendría para reemplazar cualquier pérdida de ingresos. Arabia Saudita, que recientemente aumentó su financiación a la UNRWA para convertirse en su donante número tres, probablemente aumentaría también su contribución. Si estos dos Estados del Golfo se convirtieran en los principales donantes de la UNRWA, ninguna influencia podría ejercerse ante el órgano para que cesara sus conexiones con Hamás u otros grupos terroristas.
Entonces, ¿qué puede hacer el gobierno israelí?
Jerusalén puede exigir que las 68 naciones donantes a la UNRWA condicionen la entrega de fondos a la reforma de la agencia en seis áreas:
1. Solicitar una auditoría de los fondos de los donantes. Se trataría de informes pormenorizados y documentados de los recursos desperdiciados, duplicación de servicios, y el flujo de efectivo a los grupos terroristas basados en Gaza que han controlado las operaciones de la UNRWA allí durante los últimos 18 años.
2. Someter a la UNRWA a las normas del ACNUR (agencia de la ONU para los refugiados) para promover el reasentamiento de los refugiados árabes. Los palestinos han pasado 68 años relegados a la condición de refugiados. La política actual de la UNRWA es que cualquier reasentamiento interferiría con el “derecho de retorno” a las localidades árabes anteriores a 1948. Al adoptar esta postura política a favor de los maximalistas palestinos, la UNRWA se burla de su propio compromiso con el bienestar y el futuro de los refugiados palestinos.
3. Cancelar el currículo de la UNRWA, que se basa en la yijad, el martirologio y el “derecho al retorno” por la fuerza de las armas.
4. Suspensión del entrenamiento paramilitar en todas las escuelas de la UNRWA. Es un absurdo que una agencia de la ONU, que tiene un supuesto compromiso con la “educación para la paz”, permita ese tipo de formación en sus instalaciones.
5. Insistir en que la UNRWA despida a los empleados afiliados a Hamás, de acuerdo con las leyes de los países occidentales que prohíben la ayuda a cualquier agencia que dé trabajo a miembros de una organización terrorista.
6. La UNRWA ha contratado recientemente a un “embajador de la juventud”, Muhammad Assaf, para que viaje por el mundo y aliente la insurrección y la violencia. Este sería un momento adecuado para exigir que la UNRWA cancele este contrato con un promotor de la guerra.
*Periodista israelí, director del Centro para la Investigación de la Política del Medio Oriente.
Fuente: Aurora. Versión NMI.