Aunque no se informó de inmediato una fecha para el juramento, se espera que Netanyahu regrese al poder como jefe del gobierno israelí más derechista que jamás haya ocupado el cargo, tan pronto como la próxima semana
El primer ministro electo, Benjamín Netanyahu, anunció haber formado con éxito una nueva coalición, preparando el escenario para su regreso al poder como jefe del gobierno israelí más derechista que jamás haya ocupado el cargo.
Netanyahu hizo el anuncio en una llamada telefónica al presidente Itzjak Herzog momentos antes de la fecha límite de la medianoche del miércoles. Su partido Likud publicó un breve videoclip del sonriente Netanyahu y una grabación de la conversación.
“Quería anunciarles que gracias al increíble apoyo público que recibimos en las elecciones, he logrado formar un gobierno que cuidará de todos los ciudadanos de Israel”, dijo Netanyahu.
La medida se produce después de semanas de negociaciones sorprendentemente difíciles con sus socios, que aún tienen que finalizar sus acuerdos para compartir el poder con el Likud. No obstante, Netanyahu dijo que tiene la intención de completar el proceso «lo más pronto posible la próxima semana». No se anunció de inmediato una fecha para el acto de juramento.
Netanyahu ya ha llegado a acuerdos preliminares con varios líderes del bloque.
Netanyahu se asoma a su tercer gobierno (Foto: AFP)
El líder de Otzma Yehudit, Itamar Ben Gvir, ha sido nombrado ministro de Seguridad Nacional, un nuevo cargo que lo pondrá en control de la fuerza policial del país. El presidente del Partido Sionista Religioso, Bezalel Smotrich, recibirá una amplia autoridad sobre la construcción de asentamientos en Judea y Samaria, además de servir como ministro de Finanzas durante dos años como parte de un acuerdo de rotación con el líder de la facción ultraortodoxa sefardí Shas, Arie Deri.
Otro aliado, Avi Maoz, jefe de una pequeña facción religiosa anti-LGBT, ha sido puesto en control de partes del sistema educativo nacional. Maoz, quien es abiertamente hostil a las corrientes liberales del judaísmo popular en Estados Unidos, también ha sido nombrado viceministro a cargo de la «identidad judía».
En las elecciones del 1º de noviembre, Netanyahu y sus aliados obtuvieron una mayoría de 64 escaños en la Knesset de 120 miembros, y prometió formar rápidamente una coalición. Pero el proceso resultó ser más complicado de lo previsto, en parte porque sus socios ultraortodoxos y de extrema derecha exigieron garantías firmes sobre el alcance de sus poderes.
Antes de que el gobierno preste juramento, Netanyahu intentará impulsar una serie de leyes necesarias para expandir la autoridad de Ben Gvir sobre la policía, y crear un nuevo cargo ministerial que otorgue a Smotrich poderes en Judea y Samaria que en el pasado estaban en manos del ministro de Defensa.
El Parlamento también intentará aprobar una legislación para que Deri, político veterano que una vez estuvo en prisión debido a un fraude fiscal, se desempeñe como ministro mientras está en libertad condicional por otra condena a principios de este año por delitos fiscales.
Los ultraortodoxos, por su parte, buscan aumentos en los subsidios para su sistema educativo.
Los legisladores del Likud han estado compitiendo por una serie cada vez menor de asignaciones, después de que Netanyahu otorgara muchos cargos a sus socios gobernantes.
Netanyahu, quien está siendo juzgado por presunta corrupción, está ansioso por volver al cargo después de pasar el último año y medio como líder de la oposición. Se espera que él y sus socios aprueben una serie de leyes que sacudirán al poder judicial del país, y posiblemente lo absolverán de cualquier cargo.
Tanto Estados Unidos como la Unión Europea han dicho que juzgarán al nuevo gobierno por sus políticas, no por sus personalidades. Yohanan Plesner, un ex miembro de la Knesset que ahora es presidente del Instituto de la Democracia de Israel, comentó que espera que una coalición estable tome el poder en los próximos días. «Es del interés de todos los miembros de la nueva coalición formar este gobierno. Todos tienen mucho que ganar y mucho que perder si no se forma”.
Fuente: Israel Hayom.
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.