Meital Sharabi*
Cada diciembre Nazaret se convierte en un foco de atracción para los israelíes durante dos semanas, cuando esta ciudad del norte del país se trasforma con luces de colores, nacimientos y árboles de Navidad, en preparación para la llegada de turistas locales y extranjeros. En este artículo describiremos eventos y sitios interesantes en la ciudad que alberga a la comunidad cristiana más grande del país.
Nuestra primera parada es el centro comercial Big Fashion, que ha sido decorado para Navidad. Cerca hay una estructura de madera destinada a ser la “casa de Santa Claus”, que funciona como una tienda temporal. En los días previos a la Navidad hay alguien paseando disfrazado de Papá Noel y repartiendo regalos a los niños. Además, una feria navideña con puestos de comida y un sinfín de espectáculos de calle.
Pero no se llene demasiado de comida en la feria, pues existen numerosos restaurantes situados en el último piso del centro comercial, como Luna Bistro, que sirve auténticos platos árabes. Recomiendo ir allí con mucha hambre, de lo contrario no habrá forma de que se pueda terminar toda la comida servida en su mesa. El menú comienza con tres sabrosos entrantes veganos: ensalada de escarola crujiente con ajo y cebolla, falafel sambusak con tahini y harissa; y un plato de coliflor con salsa de granada. A continuación, los platos principales incluyen kibbe y al safiha (pan cubierto con carne molida, tahini y piñones). Estábamos tan llenos que, a pesar de los tentadores postres, tuvimos que declinar.
Vista aérea de Nazaret. Actualmente la ciudad cuenta con unos 80.000 habitantes, de los cuales 70% son musulmanes y 30% cristianos
(Foto: Ynet)
Nuestra siguiente parada fue Monte Precipicio, a cinco minutos en automóvil del centro comercial. Este es uno de los mejores lugares para observar toda la Galilea, especialmente si el aire está particularmente claro. La colina mide 397 metros sobre el nivel del mar, y desde esta altura se pueden identificar el Monte Carmelo, el Monte Guilad y el Monte Tabor, el Guilboa y el Valle de Jezreel. Según la tradición cristiana, cuando Jesús huía de quienes no lo aceptaron como Mesías saltó del monte Precipicio pero sobrevivió milagrosamente. Recomiendo detenerse a tomar una taza de café en Hani’s, que se encuentra en el sitio.
Desde allí recomiendo conducir hacia la Ciudad Vieja de Nazaret, donde puede unirse a una visita guiada y escuchar historias fascinantes sobre los muchos edificios y sitios históricos. O si lo desea, puede deambular por su cuenta por las estrechas calles.
Nos unimos a un grupo dirigido por el guía turístico profesional Itzik Litani, quien dirige recorridos gastronómicos. Litani crea tours a la medida y es prácticamente una enciclopedia ambulante; los visitantes disfrutarán sus descripciones detalladas, y le encanta responder las muchas preguntas que se le hacen.
Comenzamos nuestro recorrido con Litani por la Ciudad Vieja en el Camino del Peregrino y el Complejo Moscovita, una estructura grande e impresionante que actualmente funciona como cuartel general de la policía de la ciudad. Nos enteramos de una anécdota divertida sobre el edificio: tras el debilitamiento del Imperio Otomano, varias potencias europeas compraron terrenos en Tierra Santa. Rusia compró el Complejo Ruso en Jerusalén y el Complejo Moscovita en Nazaret. En la década de 1960 Israel le compró ese sitio a Rusia, y el pago se realizó con naranjas…
Basílica de la Anunciación en Nazaret (Foto: primeroscristianos.com)
Desde allí continuamos hasta la Plaza de la Fuente, que cuenta con un manantial subterráneo que sirvió como la principal fuente de agua de la ciudad durante varios siglos. También se le llama Pozo de María, y está situado junto a la Iglesia Ortodoxa Griega. Nos invitaron a una copa de vino con especias en Rosemary, un restaurante dirigido por Jasan Toma, donde nos lo tomamos con calma antes de que todos se dispersaran por la gran cantidad de boutiques del área, tras lo cual volvimos a reunirnos para el resto del recorrido.
A continuación, continuamos hacia las cuevas de Al Kilai (o Um al-Mugar, como las llaman los lugareños), donde según la tradición cristiana Jesús durmió hace 2000 años. Aparentemente, las cuevas también fueron utilizadas como escondite por los judíos y los primeros cristianos que intentaban escapar de la persecución romana. En la entrada de la cueva hay una antigua mikve (baño ritual) y un altar.
A estas alturas, es probable que su estómago haya comenzado a rugir. Una de mis recomendaciones es comer en Tishrin Bamaayan, un fantástico restaurante fusión. Pedimos el queso de leche de oveja bryndza al horno con una ensalada de tomate cherry. También puede pedir platos de pasta, carne y frutos del mar.
Pero asegúrese de dejar espacio para un postre en Joz VeLoz, que se encuentra al otro lado de la calle de Tishrin Bamaayan. Su especialidad es el kanafeh al estilo egipcio, que incluye queso de vaca y de cabra, además de pistachos molidos y almendras. También tienen un sahlab increíble. Cuando haya terminado de comer, puede caminar por el mercado de verduras al aire libre y las calles estrechas de la Ciudad Vieja.
Centro Comercial Big Fashion (Foto: The Jerusalem Post)
Si no se ha cansado puede visitar la antigua Mezquita Blanca, que predica valores de paz y hermandad entre las diferentes religiones. La mezquita está abierta al público, aunque requieren que las personas se vistan en forma modesta, se quiten los zapatos antes de entrar y hablen en voz baja.
La última parada es la famosa Iglesia Católica Griega (Basílica) de la Anunciación, que según la tradición cristiana era una sinagoga donde Jesús solía orar. Según el libro de Lucas, allí fue donde Jesús se autoproclamó mesías, lo que no fue bien recibido por muchos de sus compañeros. Después de este evento, Jesús, que tenía 30 años en ese momento, supuestamente se marchó de Nazaret. La entrada a la iglesia es gratuita, pero se requiere registro previo.
*Periodista y editora israelí
Fuente: The Jerusalem Post.
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.