La Academia de Liderazgo Sionista, nuevo programa de la Organización Sionista Mundial y el Keren Kayemet LeIsrael, aspira a crear los futuros líderes no solo de las distintas kehilot, sino del pueblo judío en su conjunto. El primer participante por parte de nuestra comunidad es Nathaniel Goldfarb, quien en esta entrevista describe sus experiencias y las grandes ambiciones que tiene la OSM con este novedoso proyecto
Sami Rozenbaum
NMI. Participar en esta Academia solo es posible si alguien te postula. ¿Cómo llegaste a formar parte?
NG. Fui postulado por el Keren Kayemet de Venezuela, dirigido por Raquel Bitchatchi. Le comentaron que estaban haciendo un proyecto nuevo y necesitaban jóvenes de diferentes partes del mundo; entonces me contactó y procedimos a la postulación. Me hicieron una serie de entrevistas, y a partir de ese momento me explicaron de qué se trataba.
Durante un año tuvimos sesiones por videoconferencia los domingos cada 15 días, y nos reuníamos con personalidades muy importantes; por ejemplo, en plena pandemia tuvimos un encuentro con el CEO de Pfizer. Tratábamos sobre todos los temas que tienen que ver con el mundo judío y sionista, asuntos adaptados a lo que puede interesar a los jóvenes judíos en cada parte del mundo, y muy avanzado en los temas de liderazgo.
Cuando en el primer año asistí a un congreso en México, ya conocía a los demás participantes a través del Zoom quincenal. Es impresionante la calidad de la gente que participa, de todas las edades y rubros, que tienen vidas totalmente distintas pero que los une esa “chispa” judía. Conocer el crecimiento de actividades de las otras comunidades, la oportunidad de dar y recibir, todo eso fue sumamente importante.
En el acto de graduación de la Academia, el año pasado
Cuando postulan a un joven es porque ya ha tenido experiencia en labores comunitarias. ¿Cuál ha sido tu trayectoria a ese respecto?
Desde pequeño me involucré en las tnuot noar, los movimientos juveniles. Aquí en Hebraica estuve en Noar Le Noar desde tercer año hasta que me gradué, luego me fui un año a Shnat Hajshará en Israel, volví y seguí trabajando. También participé en un seminario de Hadrajá en Panamá, y a partir de ese momento mi vida comunitaria fue despegando. Trabajé en diferentes organizaciones, cumpliendo etapas, porque llega un momento en que dejas de formar parte de los movimientos juveniles; y me llegó la oportunidad de participar en esto, que a decir verdad no estaba en mis planes. Yo estaba trabajando en un summer camp en un centro comunitario judío de Miami cuando surgió esta oportunidad.
Tú perteneces a la primera generación
Sí, y ahora estoy ayudando como enlace con los de la segunda generación. Lo más increíble es que hay una verdadera continuidad. Muchas veces se hacen proyectos o congresos alrededor del mundo, surgen ideas muy buenas, pero no existe continuidad. Realmente, en este proyecto sí se ve. Luego del primer año tuvimos un seminario regional en Cancún, México, junto con el Keren Kayemet, y luego participamos en un seminario final en Israel, donde se efectuó la graduación y presentamos una serie de proyectos.
¿Tienes idea de qué proyecto concreto quieres desarrollar como líder comunitario en la kehilá?
Actualmente estoy trabajando con el Keren Kayemet. Básicamente ellos quieren sembrar esa “chispa” del Keren Kayemet y la Organización Sionista Mundial en diferentes partes del mundo. Lo que siempre escuchamos del KKL es la alcancía y sembrar árboles, pero realmente es mucho más que eso. Tienen fundaciones, escuelas en zonas de bajos recursos en Israel, apoyan el desarrollo de las áreas desérticas, sobre todo en el Néguev, apoyan a los cuerpos de bomberos… Es impresionante lo mucho que uno llega a conocer. Lo que más me impactó es que en todas partes de Israel hay alguna placa del KKL, y yo me preguntaba ¿qué hace el KKL en una ciudad? Porque realmente va mucho más allá de plantar árboles. Nos explicaron los diferentes proyectos que tienen actualmente, y uno de ellos es incluir al Keren Kayemet en el metaverso y en juegos en internet, para que los niños y jóvenes, que siempre son más atraídos por esas cosas tecnológicas, puedan fomentar su aprecio a Israel a través de esas plataformas.
“Lo más increíble es que hay una verdadera continuidad. Muchas veces se hacen proyectos o congresos alrededor del mundo, surgen ideas muy buenas, pero no existe continuidad. Realmente, en este proyecto sí se ve”
¿Qué nuevas actividades tiene previstas la Academia?
Acabamos de finalizar un seminario en Argentina. Como formo parte de la “primera generación”, nos solicitaron organizar la logística del segundo seminario, sus redes sociales, etc. Como nosotros ya lo vivimos, podemos organizar esos aspectos. Ahora viene la preparación para la próxima “camada” y servirle de apoyo también. Mientras tanto, seguir fomentando proyectos desde cada uno de nuestros países.
En el KKL tenemos unos juegos de mesa para niños de aproximadamente 6 años, y la idea es que se usen aquí en el colegio en Hebraica y en los hogares, para seguirles “abriendo la mente” a lo que es el Keren Kayemet en realidad.
¿Tienes previstas actividades también para el Liceo?
Sí, se dictarán charlas para darles a conocer las actividades del KKL, sobre todo teniendo en cuenta que pronto sale la gira a Israel, y sería bueno darles a conocer lo que van a ver cuando estén allá.
¿Y hacia afuera de la comunidad?
También. El KKL ha trabajado en proyectos de cultivos hidropónicos en el país, de eso se encarga sobre todo Raquel. Por ahora yo trabajo en los proyectos comunitarios.
Este programa está apenas iniciándose, es parte de un nuevo departamento de la Organización Sionista Mundial, Pioneering and Youth Development. Ellos han trabajado con los grupos de jóvenes que hacen Shnat Hajshará y en distintas parte del mundo.
En el congreso realizado recientemente en Argentina participaron 63 líderes de 25 a 35 años de edad, provenientes de 27 países, incluyendo egresados de la Academia e integrantes de la segunda generación
(Foto: OSM)
¿Eres el único de Venezuela?
Sí. Ahora se está incorporando una joven, Paola Rosanes, que estuvo conmigo en la Hajshará y es parte de la segunda generación. Ella estuvo en el segundo congreso en Buenos Aires. Esperamos que para los próximos años haya otros jóvenes que también puedan postularse y formar parte de este increíble programa. La comunidad se está reactivando, y queremos estar listos para eso.
En una reciente entrevista en el portal Itón Gadol, Ariel Goldgewicht, director ejecutivo del Departamento de Noar Jalutz y Dor Hemshej de la Organización Sionista Mundial, describió la misión de la Academia de Liderazgo Sionista, programa para desarrollar una nueva generación de líderes comprometidos con Israel y el pueblo judío. He aquí algunos fragmentos esclarecedores:
“A diferencia de casi todas las organizaciones judías, donde a las autoridades les gustan las fotos con cientos de personas, nosotros queremos solamente 30 líderes por año, pero que cada uno de ellos sea una estrella”
“Un punto clave es que desde el momento en que los jóvenes entran a la familia del programa y se convierten en bogrim del tojnit, siguen participando en los congresos. Este último congreso incluyó a los graduados del tzévet Najshon, que se graduaron en Israel el año pasado. Pero en este congreso también estaban los nuevos, el tzévet Senesh”
“Para participar, los jóvenes tienen que ser recomendado por el embajador de Israel en su país, el shelíaj de la Agencia Judía, la oficina del KKL local, la Federación Sionista o un boguer del tojnit. Cada país puede tener cinco candidatos, de los cuales vamos a elegir uno o dos, dependiendo del tamaño de la comunidad. Nosotros vamos a buscar a los líderes, no ellos a nosotros”
“Si se anotan 30 personas cada año, en diez años vamos a tener 300 jóvenes de una clase selecta muy especial, que fueron elegidos con mucha precisión, de cada comunidad del mundo, invertimos en ellos y les dimos conocimiento, amigos, familia, relaciones, y ellos a cambio van a poner sobre sus hombros el futuro de nuestro pueblo”