Ana Jerozolimski*
“El cielo es el límite”, dice una conocida frase. Israel ha demostrado este 13 de enero que ni el cielo lo es cuando hay empeño, dedicación y una misión que cumplir. Y muy especialmente, cuando se trata de 250 alumnos israelíes de secundaria, judíos y árabes de ocho puntos del país, que participan en el programa TEVEL de la Agencia Espacial de Israel para la construcción de satélites.
Este jueves cumplieron un sueño, al lanzarse al espacio por primera vez en forma simultánea 8 satélites construidos por los estudiantes. Una hora y media después entraron en órbita, y pocas horas más tarde se esperaban sus primeras señales. El lanzamiento fue desde una instalación de la NASA en Florida, a las 17:30 hora de Israel, en un cohete Falcon de la compañía SpaceX.
Pero no menos importante que el logro tecnológico en sí, es el hecho que los 8 satélites fueron planificados, desarrollados y construidos por alumnos de secundaria de todo el país que participan en el programa TEVEL de la Agencia Espacial de Israel en el Ministerio de Innovación, Ciencia y Tecnología. TEVEL, que en hebreo significa universo, también es una sigla: “Alumnos construyen satélites”. La implementación estuvo a cargo del Centro de Ciencias de Herzlía.
Dos estudiantes durante el montaje de uno de los nanosatélites, nombre que se da a los satélites de muy pequeño tamaño
(Foto: Centro de Ciencias de Herzlía)
El proyecto mismo, y su exitosa concreción, es un mensaje a los jóvenes, una apuesta al estudio y a la creatividad de los alumnos y una expresión de confianza en su capacidad.
Y está la dimensión social y nacional —que también tiene, por cierto, aristas educativas—, por el hecho de que entre los 250 alumnos participantes había judíos y árabes, religiosos y laicos, del centro y la periferia, por supuesto tanto varones como mujeres. Todos trabajaron por su propio éxito, el de su equipo y el del país.
La ministra de Innovación, Ciencia y Tecnología, Orit Farkash Hacohen, aseguró que el trabajo de los estudiantes “promueve su conocimiento científico y tecnológico y despierta curiosidad e inspiración para dedicarse a este campo”. También destacó los otros aspectos antes mencionados: “Este es uno de los programas más emocionantes del Ministerio de Ciencia y la Agencia Espacial, porque conecta personas y pueblos y así logra un cambio social”.
El Brigadier General (retirado) Uri Oron, director general de la Agencia Espacial de Israel —que creó y financia el programa—, destacó emocionado el significado del éxito de los alumnos: “Esta es una prueba de la capacidad tecnológica de los estudiantes de Israel, y de la capacidad del espacio para unir a gente de distintos sectores: judíos, árabes, religiosos, laicos, jóvenes de todo el país”.
Los estudiantes durante la trasmisión del lanzamiento
(Foto: Semanario Hebreo Jai)
En el proyecto participaron 250 alumnos y alumnas de del centro y la periferia de Israel, del sur, el centro y el norte: el Consejo Regional Shaar HaNegev, Ofakim, Yeruham, Taybe, Nazaret, Maale Adumim, Guivat Shmuel (aquí todas jovencitas religiosas) y Kiryat Ata. Los jóvenes no sólo desarrollaron los satélites mismos, sino también toda la infraestructura necesaria para su ensamblaje, las comunicaciones, el seguimiento y la recepción de los datos científicos que trasmitan desde el espacio.
En el marco de la difusión previa al lanzamiento, aparecieron algunos de los alumnos. Pudimos ver a Ilan de Maale Adumim, a Peleg Mijael de Shaar Hanegev, Shayma Abdel Qader de Taybe, Shajar Tsarfati de Kiryat Ata, Reut Cohanim de Guivat Shmuel, Aram de Nazaret, Nir ben Kohal de Yeruham, Ronen y Raya de Ofakim y muchos más que aparecien en pantalla sin sus nombres, pero felices con su sueño.
*Periodista, directora de Semanario Hebreo (Montevideo) y semanariohebreojai.com.
Fuente: semanariohebreojai.com.
Versión NMI.