E n un cálido acto celebrado en la sucá de la Asociación Israelita de Venezuela, en Los Palos Grandes, esa institución hizo entrega del Botón de Oro 2016 a dos destacados integrantes de nuestra kehilá: Moisés Nessim y Elías Sultán.
El acto contó con la presencia de rabinos, directivos, voluntarios y profesionales de las instituciones comunitarias; el maestro de ceremonias fue José Bentata, quien destacó las cualidades y aportes de los homenajeados para el desarrollo de la comunidad.
Moisés Nessim tiene seis décadas como activista comunitario. Fue fundador de la Unión de Jóvenes Hebreos de Caracas, de Maracaibo y también la de Maracay; laboró en la Asociación Bet-El, de la cual fue tesorero y posteriormente presidente; ocupó los cargos de secretario de la Federación Sionista de Venezuela, y secretario general de la Junta Directiva de Hebraica durante la presidencia de José Benarroch (Z’L); también perteneció a las juntas directivas de la AIV entre 1988 y 1992. Asimismo fue directivo del Comité Económico para Educación Comunitaria (CEPEC), y como su presidente tuvo el privilegio de inaugurar el Liceo Moral Luces “Herzl-Bialik” en Los Chorros; fundó el programa Cepecrédito Educativo, que permitió otorgar créditos a los padres de recursos limitados; fue directivo de Tzedaká Basseter, y ejerció durante varios períodos como miembro del Comité de Disciplina y Arbitraje de la AIV.
Por su parte, Elías Sultán Morely tiene una trayectoria de 17 años como directivo de Hebraica, a partir del operativo realizado durante la vaguada de Vargas en 1999, cuando, en sus palabras, “lo picó el mosquito de Hebraica”. Tras haber desempeñado varios cargos en sucesivas juntas directivas, actualmente finaliza su período como presidente del centro comunitario.
El presidente de la AIV, Daniel Benhamou, se dirigió a los presentes para reconocer el trabajo de los galardonados: “Moisés Nessim es un veterano del Comité de Disciplina y Arbitraje. Muchos casos ha tenido el honor de resolver, menos que los ratos de estrés y una que otra noche de mal dormir. Hacer shalom, buscar la justicia, no es tarea sencilla. Tzédek, tzédek tirdof: La justicia has de perseguir y perseguir, porque es esquiva (...) A Don Moisés, Premio al Mérito Comunitario, le damos una vez más un reconocimiento por su dedicación, esfuerzo y tenacidad. Y le deseamos larga vida, la lucidez de siempre y su tenacidad incólume”.
En cuanto a Elías Sultán, el presidente de la AIV destacó: “Ha sido un presidente de lujo en Hebraica, en momentos de dificultades para la comunidad, el país y la membresía. Su don de gentes lo hace querido, el personaje preferido de las madres de todas las edades y de las abuelas bellas de nuestra comunidad. Sonrisa a flor de piel, humildad y vocación (...) No es fácil manejar Hebraica, por varias razones: un público exigente que quiere de lo bueno lo mejor, sin dilaciones ni excusas; una clientela donde todos tienen ‘palanca’ para reclamar, e incluso sin ‘palanca’ son suficientemente potentes y vociferantes; una situación-país inédita, crisis que exige de Hebraica ser el oasis permanente de todos; una Junta Directiva que ha de responder a tres jefaturas muy exigentes: la propia de Hebraica, la UIC y la AIV”.
Finalizó Benhamou: “El camino que hemos de transitar al definirnos como comunidad ortodoxa (y con miembros no necesariamente observantes), requiere de una institucionalidad muy cuidadosa. Es un camino plagado de tropiezos, todos salvables, todos predecibles, pero muchas veces difíciles de atajar. Elías ha tenido cuidado, y se ha sabido manejar en este medio con sutileza, inteligencia y buenas maneras. Sale de la presidencia de Hebraica en breve, pero este botón lo compromete a seguir prestando sus servicios en esta, nuestra comunidad, por razones muy sencillas: es útil, es eficiente, lo queremos mucho, y hace falta”.
A continuación se procedió a otorgar formalmente el Botón de Oro; el de Moisés Nessim se lo colocaron Haim Bentolila y Alberto Moryusef, mientras que a Elías Sultán se lo entregaron Elías Benzaquén y Albert Israel.
Moisés Nessim se dirigió brevemente al público para agradecer el homenaje: “Estoy muy feliz, sobre todo por ver a estos jóvenes de la generación de relevo; ellos garantizan la continuidad. Los sinsabores se olvidan, es difícil recordar lo malo. Yo continúo en la labor comunitaria. Estuve 45 años con el Keren Hayesod, y lo digo con mucho orgullo. Si no es por ustedes, yo no estaría aquí. Muchas gracias a todos los que han trabajado y colaborado”.
Por su parte, Elías Sultán destacó que ser presidente de Hebraica no fue un trabajo sino un placer, a pesar de la complejidad y los permanentes retos que implica, sobre todo en las actuales circunstancias del país.
Al finalizar el acto formal, los presentes disfrutaron de un brindis en el calor de la sucá.
Redacción NMI