Yakir Benzion*
El presidente de Irán, Hassan Rouhani, ordenó a su gobierno que cree una nueva legislación para prohibir el uso de cualquier producto israelí en la República Islámica, informó el 26 de mayo la agencia de noticias FARS.
La ley tendría el objetivo de «enfrentar los actos hostiles del régimen sionista contra la paz y la seguridad», según la nota de prensa, y todas las ramas del gobierno la tendrán que cumplir, incluidos los ministerios de Interior, Relaciones Exteriores, Inteligencia y Defensa.
«Cualquier cooperación o espionaje para el régimen sionista es igual a la enemistad hacia Dios y la corrupción en la tierra y las actividades de las plataformas israelíes de software en Irán, y está prohibido el uso de sus productos de hardware y software«, declaró el portavoz de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior, Seyed Hossein Naqavi Hosseini, según FARS.
Dada la presencia del know-how israelí en todos los aspectos del hardware y el software, no está claro cómo los iraníes podrían tener esperanzas de implementar semejante ley. Las principales compañías de informática del mundo, incluidas Intel, Microsoft, Google, IBM y otras, han invertido mucho en el Estado judío y tienen allí amplias operaciones de investigación y desarrollo, que emplean a decenas de miles de israelíes. El conocimiento y la tecnología israelíes están incorporados en muchos de sus productos que se usan en todo el mundo, incluso en Irán. Dejar de utilizarlos luce como una misión imposible para Rouhani y los ayatolás, quienes regularmente declaran que su objetivo es la «aniquilación total» de Israel.
La tecnología israelí es parte de todo, desde los sistemas operativos de Microsoft hasta los iPhones de Apple. Incluso el omnipresente pendrive es un invento israelí, patentado por la firma M-Systems, con sede en Kfar Saba, en noviembre de 2000. Es difícil imaginar cómo los iraníes se las arreglarían sin pendrives, y mucho menos eliminar el sistema operativo Windows de todas sus computadoras.
El nuevo proyecto de ley también prohíbe la transferencia de bienes producidos por compañías israelíes a territorio iraní, “así como la participación de ciudadanos o empresas israelíes en exposiciones realizadas en Irán». Sin embargo, FARS no mencionó que los israelíes tienen prohibido ingresar a Irán de todas formas, por lo que no está claro por qué los iraníes creen que algún israelí podría asistir a una feria comercial en su país.
*Periodista.
Fuente: United with Israel. Traducción NMI.