Para sobreponerse a las sanciones internacionales, el régimen de los ayatolas y su agente terrorista libanés intensifican sus siniestros negocios de narcotráfico, al tiempo que se apoderan del mercado farmacéutico del Líbano
Las autoridades italianas confirmaron que un contrabando de casi 15 toneladas de píldoras de la anfetamina Captagón incautadas este año tienen su origen en el grupo libanés Hezbolá, agente de Irán, según la agencia de noticias italiana Nova. Un fiscal de Nápoles informó que el valor de las drogas confiscadas asciende a unos mil millones de dólares.
Las autoridades italianas creían anteriormente que ISIS estaba detrás de la operación de contrabando, pero las investigaciones mostraron que el régimen sirio y Hezbolá son los autores. Las drogas estaban contenidas en tres contenedores sospechosos que incluían papel destinado a uso industrial y ruedas de hierro.
Como parte de una investigación trasmitida por la BBC, la Unidad de Delitos Financieros de Italia proporcionó detalles del envío, diciendo que llegó de Siria y fue incautado el verano pasado en una operación descrita como la más grande de su tipo.
Foto de las autoridades italianas que muestra el contrabando de drogas incautado en Nápoles. Se trata de 84 millones de tabletas de la anfetamina Captagón, producidas en Siria y traficadas por Hezbolá
(Foto: AFP)
Hezbolá también se apodera del mercado farmacéutico libanés
La organización terrorista Hezbolá está aprovechando la grave situación económica del Líbano para adquirir farmacias que se han declarado en quiebra, con el fin de tomar control del mercado libanés de medicamentos y así establecer otra fuente de ingresos, mediante la distribución de esos productos en el mercado negro. El foco de esta campaña de adquisiciones se ubica en las zonas del sur del Líbano, la Bekáa y Beirut, donde reside una gran población chiita.
De acuerdo con el sitio web al-Janoubia, empresarios chiitas afiliados a Hezbolá realizan las adquisiciones. Tras la compra, mantienen los nombres de los dueños y los letreros de las farmacias; sin embargo, los compradores renuevan las instalaciones, traen nuevo personal y les proveen de un gran stock de medicamentos. Las farmacias continúan ofreciendo medicinas de todo tipo, incluso durante la fase más aguda de la crisis y a pesar de la escasez de los últimos meses en ese país.
Por ejemplo, Youssef Fneish, hermano del ex ministro y miembro del Parlamento por Hezbolá Muhammad Fneish, ha comprado y tomado posesión de los depósitos de las farmacias. Años atrás, Fneish fue acusado de vender medicamentos vencidos para el tratamiento del cáncer, lo que ocasionó la muerte de decenas de personas. Fneish posee depósitos que almacenan medicamentos iraníes prohibidos en el mercado libanés, dado que carecen de una aprobación médica internacional que permita su distribución.
Se estima que Hezbolá está interesado en tomar el control del mercado negro de medicinas, a fin de distribuir a través de sus farmacias fármacos ilegales en cajas falsificadas que simulan tener origen en el extranjero. La mayoría de los medicamentos ilegales proviene de Irán, pero también de Egipto, Iraq y Siria.
En un discurso del 7 de julio pasado, el líder de Hezbolá, Hassan Nasrala, afirmó que Irán cuenta con una industria excepcionalmente desarrollada de medicamentos, que incluso exporta. Sin embargo, Nasrallah no aclaró que estos son productos ilegales pues no cumplen con los estándares internacionales.
Simultáneamente, Hezbolá está tomando posesión de medicamentos auténticos y aprobados procedentes del exterior, los cuales reserva para uso exclusivo de sus activistas y familiares. Ello perjudica a los organismos de distribución de fármacos que son propiedad de quienes se oponen al grupo terrorista y, al mismo tiempo, establecen otra fuente de ingresos en respuesta a las sanciones internacionales, a costa de la salud del público libanés.
Fuentes: Al-Arabiya / Alma Research and Education Center / Aurora.
Traducción y versión NMI.