Y dijo Parö a Yossef, después de que Di´s te haya comunicado todo esto, no existe entendedor y sabio como tú (41, 39)
Dice el Maguid de Dubna, ZTL: Un mercader abrió una gran tienda de todo tipo de mercancía. El alcalde de la ciudad le obligó a pagar impuestos muy altos, pues suponían que este comerciante era especialmente rico. Éste, a su vez, argumentó que la mercancía no era de él, la había obtenido a crédito. Entonces le dijeron: De este hecho la prueba que eres un gran millonario, pues a una persona humilde no le otorgan un crédito como este.
Esto nos enseña continúa el Maguid que cuando Parö le dijo a Yossef: Escuché que puedes interpretar sueños. En otras palabras eres un grande en sabiduría y entendimiento. Y Yossef le responde: Excluyéndome del todo, solamente Di´s responderá el sueño de Parö. Yo no soy ni inteligente ni entendedor. A esto, le responde Parö: Aún de acuerdo a tus palabras, que es una inspiración que viene de lo Alto, pero, después de que Di´s te haya comunicado todo esto y no a nadie más, eres un gran sabio, y Él otorga sabiduría a quien realmente lo es
Shelomó dice en Mishlé: La sabiduría principal es el Temor a Di´s”
Si alguien pretende escalar los peldaños del entendimiento, y destacar con su sabiduría sobre los demás, deberá establecer en primera instancia una relación profunda y sincera con Di´s. Pues parte primordial de explotar al máximo nuestras capacidades intelectuales es el de saber dirigirlas hacia un buen propósito, a la verdadera construcción del ser humano, y a acercar a los demás a Su servicio. De otra manera, y si llegase a utilizar sus dotes intelectuales y su profundo entendimiento para propósitos personales, entonces será un vehículo para la autodestrucción ¡Y no hay más tontería y falta de entendimiento que esa!
Mientras los Helénicos pretendían iluminar al mundo a través de sus avances en tecnología, arte y ciencia, los Jashmonaím se dedicaron a anteponer a la Toráh sobre cualquier desarrollo y crecimiento humanos. Pues, si alguien pretende desligar al hombre de su origen y – mano a mano – también de su propósito por el que fue creado en nombre de la modernidad y del nuevo orden humanista; en pocas palabras, lo estaría asesinando.
La conciencia de tener presente al Creador del universo, nos hace ver al mundo como realmente es, con sentido y con todas las posibilidades para alcanzar vida de verdad. Así es nuestra Toráh: Torat Jayim, una guía de vida que trasciende el mundo físico, y coloca al hombre en la eternidad misma.
Entonces ¿La tecnología es mala? ¡No! ¿La ciencia es obsoleta? ¡Tampoco! Siempre y cuando sean medios para alcanzar nuestro objetivo fundamental, y no convertirlos en el eje de nuestras vidas, como pretendieron hacer los griegos.
Iluminar nuestra vida con Toráh, es la propuesta de Janucá y la esencia misma del Judaísmo.
Shabat Shalom
Yair Ben Yehuda