E sta semana estamos de duelo por Elie Wiesel (Z’L). Su desaparición no solo nos entristece y llena de un sentimiento de pérdida; también constituye un doloroso hito en la gradual transición hacia una época y un mundo que ya no dispondrán de testimonios vivos de la Shoá.
Elie era un testigo excepcionalmente dotado del Holocausto, que articulaba y comunicaba sus mensajes de manera extraordinaria. Hijo ejemplar del pueblo judío,llegó a representar, personificar y desarrollar las resilientes fuerzas creativas de nuestro pueblo después de la Shoá. A pesar del colapso de la moral civilizada que él presenció, Elie creía ─e inspiró a otros a creer─ que los esfuerzos sinceros del ser humano para reparar un mundo roto pueden hacer la diferencia.
Pienso que los contrastes que tanto caracterizaban a Elie: tristeza y esperanza, desolación y renovación, valores judíos y universales, le permitieron forjar su especial vínculo con nosotros en Yad Vashem, organización a la que estaba profundamente dedicado y a la cual describió como “el corazón y alma de la memoria judía”. Elie Wiesel se identificó intensamente con el compromiso y capacidad de Yad Vashem para ahondar en el complejo legado del Holocausto, con el fin de ofrecer sus profundas percepciones y trasmitirlas a multitud de personas y comunidades, tanto judías como no judías.
Personalmente he perdido a un amigo. A pesar de que las circunstancias de mi juventud fueron radicalmente diferentes a las suyas, Elie y yo encontramos causa común en nuestra convicción compartida en la continuidad y futuro del pueblo judío después del Holocausto, en la visión ética del Judaísmo, y en nuestro ferviente amor por el Estado de Israel.
Elie Wiesel creyó hasta el día de su muerte que el mundo debe recordar y relacionarse con el legado del Holocausto, como un evento singularmente judío que contiene un mensaje humano universal. Sé que le alentaba el hecho de que Yad Vashem trabaja para garantizar la relevancia de ese legado para las futuras generaciones.
Su memoria sea bendita.
Avner Shalev
Presidente del Directorio de Yad Vashem
Jerusalén, 4 de julio de 2016
(Traducción NMI)