Edy Junovich*
SonoMask, mascarilla creada por la startup israelí Sonovia, utiliza un tejido antipatógeno que se puede lavar y reutilizar más de 90 veces.
Desde 2013, Sonovia, ubicada cerca de Nahariya, ha estado en la búsqueda de alternativas para combatir la trasmisión e impacto de las infecciones intrahospitalarias. Su tecnología se basa en un proceso sonoquímico desarrollado en la Universidad de Bar-Ilán. La investigación, realizada gracias a una subvención de la Unión Europea en conjunto con 16 socios de diez países, encontró que la irradiación ultrasónica provoca la formación de nanopartículas de óxido metálico y las impregna activamente en fibras textiles. Los tejidos impregnados con óxidos de zinc y cobre presentan una actividad antipatógena significativa, incluso después de numerosos ciclos de lavado.
SonoMask luce como una mascarilla ordinaria, pero elimina activamente los patógenos.
(Foto: Sonovia)
Este tratamiento de la tela es único en su tipo, y sus propiedades antibacteriana y antiviral han sido verificadas por laboratorios autorizados de la Unión Europea. Actualmente se está utilizando para crear mascarillas faciales que proporcionen protección avanzada contra el contagio del coronavirus que causa Covid-19.
Sonovia comenzó a fabricar este producto en marzo, cuando en Israel solo había 200 casos de Covid-19, y ya ha vendido 30.000 mascarillas. La mayoría de sus clientes son distribuidores y organizaciones sin fines de lucro en Estados Unidos.
Al ser evaluado por Hygcen Austria, que presta servicios a la industria médica y a los institutos de atención médica de la UE, SonoMask mostró poseer 99,89% de efectividad contra virus con envoltura, lo cual cumple con la norma internacional ISO 18484.
«La tecnología se basa en un fenómeno físico llamado cavitación», explica Jason Migdal, investigador en Sonovia. «Las ondas de sonido se utilizan para fundir físicamente los productos químicos deseados en la estructura de los materiales, dotándolos de propiedades antivirales y antibacterianas clínicamente probadas».
La empresa ha experimentado una gran trasformación. «Cuando comenzó el coronavirus éramos una startup israelí. Ahora somos una firma comercial que tiene éxito internacionalmente», indica Migdal.
La compañía ha diseñado también mascarillas especiales para perros y gatos, pero aún no han comenzado a fabricarlas.
*Periodista.
Fuente: Aurora. Versión NMI.