Sami Rozenbaum
El pasado 26 de junio se le rindió un merecido homenaje a Elieser Rotkopf, figura fundamental de la vida comunitaria desde hace más de 60 años, con la presencia de dirigentes de la kehilá, rabinos, académicos y diplomáticos, incluyendo al embajador de Uruguay.
El acto fue organizado por el Instituto Cultural Venezolano-Israelí, institución de la que Rotkopf es director general desde 1999, y tuvo lugar en la sede de la Unión Israelita de Caracas, la cual Rotkopf presidió entre 1979 y 1983.
Freddy Malpica, presidente del ICVI, por encontrarse de viaje, envió un mensaje grabado en video en el que destacó: “Los aportes de Elieser Rotkopf han dejado profundas huellas que deben servir de ejemplo a las nuevas generaciones de jóvenes, que deben asumir el reto de seguir fortaleciendo la comunidad judía venezolana y la vinculación entre los pueblos de Israel y Venezuela. (…) Cuando ya las nuevas generaciones de judíos venezolanos se hicieron cargo de la dirección comunitaria, Elieser no se replegó a disfrutar de un merecido descanso, no. Al contrario, decidió darle nueva vida a una institución que había nacido en 1956 y que requería de un nuevo aliento. Así, el ICVI retoñó en 1999 con nuevos bríos bajo la entusiasta y sabia dirección general de Elieser Rotkopf”.
También se proyectó un video con saludos de numerosos integrantes de la comunidad, así como el hijo, nuera, nietos y bisnietos del homenajeado.
Por otra parte, se informó que, en agradecimiento por la labor realizada en pro de la amistad entre Venezuela e Israel, Elieser y Ena Rotkopf han sembrado un árbol en el Bosque Rómulo Gallegos en Jerusalén a nombre de cada uno de los integrantes de la directiva del ICVI, y de Dayana González, asistente de la organización.
Sary Levy, miembro de la directiva del ICVI, fungió como maestro de ceremonias y se refirió así al homenajeado: “Nuestra generación tuvo la fortuna de nacer y crecer entre las organizaciones comunitarias, y a veces las damos por sentadas. Pero ni las organizaciones ni las instituciones son inmutables, y así como crecen y se fortalecen, a veces también se debilitan y hasta desaparecen. Al reconocer la labor de Elieser, honramos también la labor de muchos otros que nos dejan una valiosa herencia.
Y la mejor forma de agradecer este legado es impulsar una generación de relevo, Dor HaEmshej, que lo valore y potencie hacia el futuro, considerando las nuevas realidades”
Eduardo Kuperstein, presidente de la UIC, dio la bienvenida al acto. Definió a Elieser Rotkopf como “un hombre de ideas y de acción, de trabajo y sensibilidad”
El padre Luis Ugalde, y los embajadores Sadio Garavini y Milos Alcalay, miembros de la directiva del ICVI, le impusieron a Elieser Rotkopf el Botón de Oro de la institución
Por su parte, Ena Rotkopf recibió el Botón de Plata de manos de Benjamín Scharifker, José Toro Hardy y María Fernanda Mujica
El rabino Eitan Weisman entonó una bendición y oró por el bienestar y la amistad de los pueblos de Venezuela e Israel
Elieser Rotkopf se dirigió a los presentes con emocionadas palabras, y citó a las instituciones comunitarias: “Debo resaltar las virtudes sociales de la Unión Israelita de Caracas, que siempre se preocupa por el bienestar de la comunidad y de sus miembros en especial. La Asociación Israelita de Venezuela, que es la Institución veterana de la comunidad, y tuvimos el honor Ena y yo de recibir el Premio al Mérito Comunitario, así como contar con la amistad de Gonzalo Benaim, Abraham, Sultán y León Cohen, entre muchos de sus destacados miembros. A la B’nai B’rith, mi admiración por los principios que sustenta. A la Federación Sionista, que fortaleció el puente entre la cultural Caracas y la espiritual Jerusalén. Al Instituto Cultural Venezolano Israelí, presidido por el dinámico profesor Freddy Malpica, frente a una brillante directiva que es expresión de humanismo y justicia. Y debo destacar si Konrad Adenauer y Ben Gurión pudieron darse la mano, si Sadat y Beguin pudieron darse un abrazo, el mundo de la amistad y reconciliación está abierto para todos.
(…) “Y vivamos por la vida, que no hay nada más hermoso que el amanecer de cada día, que todo nuevo día es una esperanza; y prevalezca el espíritu de igualdad, justicia y paz”.
El acto finalizó musicalmente con un recital de Pedro Stern, que conmovió las fibras del público
Fotos: José Esparragoza.
Elieser Rotkopf
Nació en Buenos Aires en 1929. De niño su familia se trasladó a Montevideo, Uruguay, donde fue dirigente de la juventud judía, presidiendo durante cinco períodos el Movimiento Juvenil Sionista Liberal Trumpeldor. Se trasladó a Venezuela en 1958, y al año siguiente se convirtió en secretario de organización y presidente de la Unión de Jóvenes Hebreos de Caracas. Ha sido secretario general de la Federación Sionista de Venezuela, vicepresidente del Keren Hayesod local, y vicepresidente de la Comisión de Derechos Humanos de la B’nai B’rith de Venezuela. Presidió la UIC durante dos períodos (1979-1983). Asimismo, dirigió la Asociación Venezolana de Amigos de la Universidad Hebrea de Jerusalén durante 22 años. Desde 1999 es director general del Instituto Cultural Venezolano-Israelí (ICVI).
Además ha sido gobernador de la Universidad Hebrea de Jerusalén, y miembro de su Junta Ejecutiva.
Ha sido distinguido con la Orden Francisco de Miranda, Orden Diego de Losada, así como Honorary Fellowship y Premio Scopus de la Universidad Hebrea, Botón al Mérito de la Fraternidad Hebrea B’nai B’rith y Premio al Mérito Comunitario 1996 de la AIV, junto a su esposa Ena. Ha publicado numerosos artículos en la prensa nacional y en Nuevo Mundo Israelita.
Visite el Museo Virtual del ICVI: http://www.institutoculturalvenezolanoisraeli.com/