SHIVÁ
El 2 de junio falleció nuestro querido Marcos. Escribir sobre él es más fácil de lo que esperaba, tenemos infinitas cosas que podemos decir. El problema es por dónde empezar.
Marcos nació en tierras sureñas, y los avatares de la vida lo llevaron a Venezuela, país que hizo suyo y jamás quiso abandonar. Este es el comienzo de su legado, que nos llevará por más de 50 años de una vida ejemplar, de esfuerzo y sacrificio, pero con grandes recompensas.
Recordar a Marcos tampoco es difícil; siempre una palabra amable, una sonrisa, un chiste o uno de sus tangos favoritos, pero muy serio al tocar temas relevantes.
Dedicado esposo, excelente padre y abuelo mejor aún, Marcos trasmitió sus valores, que dejó impresos en cada uno de sus descendientes y de los cuales estamos todos muy orgullosos.
Tuvo la oportunidad de ver crecer a sus dos hijas, sus cinco nietos y dos sobrinos, así como ayudar a desarrollar instituciones como Hebraica, la Unión Israelita de Caracas y el Keren Hayesod. Dudo que pueda encontrarse a alguien que no haya conocido a Marquitos Nemirovsky en la comunidad.
Personas amigas, cuando lo querían describir, lo calificaban como mentsch, expresión en ídish de muchos significados, de los cuales el principal es una persona noble, justa y muy humana. Realmente considero que no hay mejores adjetivos con los que podamos describir a Marcos en una sola palabra.
Marquitos, nunca serás olvidado; siempre serás nuestro ejemplo a seguir. Serás el pilar que busquemos cuando las adversidades de la vida nos hagan frenar nuestros pasos, porque en ese pilar estarán talladas las palabras dedicación y afecto. Dedicación para lograr nuestras metas; dedicación para ayudar a nuestros prójimos; y afecto para criar a nuestros hijos.
Su yerno, Marcelo Scher
PALABRAS CLAVE
Shivá
Marcos Nemirovsky