A medida que trascurre la pandemia global de coronavirus, la lista de médicos y personal hospitalario que contrae la enfermedad —y en algunos casos muere— como consecuencia de su exposición a pacientes infectados crece día a día.
En este contexto, cobra particular relevancia la infraestructura virtual del Centro Médico Sheba, el hospital más grande de Israel y del Medio Oriente, que permite a su personal brindar atención evitando la interacción física con los pacientes.
Calificado como el décimo mejor del mundo por la revista Newsweek en 2019, el hospital resalta en un video los distintos métodos de los que se vale para lograrlo. Estos no fueron desarrollados específicamente para hacer frente al coronavirus, pero en un marco de elevados niveles de contagio su valor aumenta exponencialmente. Y las autoridades del hospital han explicado que, ante el avance de la enfermedad, han creado una unidad especial para lidiar con ella donde “la mayoría del trabajo se hace de manera remota”.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, durante una visita a la carpa de telemedicina del Centro Médico Sheba.
(Foto: Reuters)
El primero de los métodos es la instalación de una carpa central de telemedicina, desde la cual se coordinan las acciones. Luego, las imágenes hacen foco en dos programas: uno, Intouch Robot, permite realizar chequeos médicos de manera remota, mientras que el otro, Tytocare, le otorga esa facilidad a los pacientes. “Los doctores pueden ver cómo el paciente se hace la prueba, si tienen la garganta roja o fiebre. Todo se hace de manera remota”, explica el vocero del hospital, Steve Walz.
“El hospital de aislamiento de Sheba tiene robots circulando, con carros equipados para reemplazar a los médicos a la hora de realizar pruebas y tratamientos junto a las camas de los pacientes. Además, en lugar de reuniones cara a cara, el personal habla con los pacientes a través de pantallas o usando aplicaciones”, indica un párrafo del comunicado que detalla cómo el hospital lidia con el coronavirus en sus instalaciones. Según indica Walz, “el único momento en el que los doctores realmente tienen contacto con los pacientes es si les hacen un isopado”.
Otra tecnología se vale de sensores con inteligencia artificial para monitorear la respiración y los latidos de los pacientes; otra más provee dispositivos de realidad virtual para aquellos que se encuentran en cuarentena, situación que aplica a un porcentaje sustancial del mundo en la actualidad.
En paralelo, el hospital anunció, junto a una startup llamada Sight Diagnostics, el desarrollo de un método de análisis de sangre que minimiza el riesgo de contaminación para el personal. “El método se vale de un cartucho que recoge dos gotas de sangre, ya sea de un dedo o una vena. La sangre luego se inserta en un dispositivo y los resultados llegan en cuestión de minutos, con más de mil imágenes en alta definición de la muestra y un algoritmo automatizado que las interpreta”.
“Típicamente, el monitoreo de un paciente infectado con coronavirus implicaría tomar una muestra de sangre con una aguja, etiquetar los viales de la sangre, mandarlos a un laboratorio fuera de la zona de cuarentena y recibir los resultados luego de una hora o más. Para las instalaciones médicas en las que la tecnología está disponible, podría significar una gran diferencia”, dice Yossi Pollak, director ejecutivo de Sight Diagnostics.
No obstante, el aislamiento no es absoluto. Las autoridades del hospital recuerdan que “la higiene es una necesidad obvia, y los equipos de limpieza deben entrar con trajes protectores”. Indican a su vez que los pacientes necesitan aire fresco, por lo que mantienen horarios estrictos para visitar un jardín adyacente. “Además, pacientes en la unidad de coronavirus pueden tener problemas de salud que requieran tratamiento. Por ejemplo, una mujer infectada que esté embarazada requeriría una sala de parto en la unidad de aislamiento”.
Sin embargo, más allá de los desafíos, aseguran que sus niveles de preparación para lidiar con la pandemia son altos. “Hicimos un simulacro completo un mes antes de que el primer paciente fuera diagnosticado en Israel”, indica Walz. Al martes 24 de marzo (hora local), se habían registrado 1.442 casos positivos en el país, mientras que cuatro personas habían perdido la vida.
Fuente: Infobae. Versión NMI.