Sami Rozenbaum
1. ¿Qué ha causado la violencia en la frontera entre Gaza e Israel?
A finales de marzo, la organización terrorista Hamás (siglas en árabe de Movimiento de Resistencia Islámica), que controla ese territorio con mano de hierro, convocó a una “gran marcha del retorno”, con la que aspiraba a que 100.000 personas se dirigieran a la cerca de seguridad que separa la Franja de Gaza de territorio israelí; la intención era que esto se repitiese todos los viernes. En esa fecha acudieron unas 20.000 personas, incluyendo mujeres y niños, cantidad que se redujo en las semanas posteriores. La propia palabra “retorno” constituye una manipulación falaz, pues esa población nunca residió en territorio israelí.
La manifestación no fue pacífica, pues entre los participantes se mezclaron miembros de las brigadas Izz ad-Din al-Qassam, uno de los subgrupos terroristas de Hamás, además de la Yijad Islámica. Estos sujetos portaban armas largas, granadas y cargas explosivas, con el fin de aprovechar la confusión para atravesar la cerca fronteriza e infiltrarse en Israel.
Como era de esperarse, esta “marcha” terminó violentamente. Las Fuerzas de Defensa de Israel respondieron a los intentos de los terroristas y murieron 15 personas, de las cuales 11 eran miembros de las mencionadas Brigadas Izz ad-Din al-Qassam.
2. ¿Cuáles son los antecedentes de la situación actual?
En su documento constitutivo, Hamás establece claramente que su principal objetivo es destruir el Estado de Israel.
Hamás ha sido catalogado como organización terrorista por Estados Unidos, varias naciones europeas, Japón, Australia, Nueva Zelanda, e incluso países árabes como Egipto y Arabia Saudita. Entre los motivos para tal designación se incluyen:
• Ataques a civiles (no solo a los israelíes, sino también a la pequeña minoría cristiana de la propia Franja de Gaza)
• Uso de niños como combatientes.
• Fomento del odio, especialmente el antisemitismo, a través de su sistema educativo y sus medios de comunicación (prensa, un canal propio de televisión y redes sociales).
• Violación de los derechos humanos de la población de Gaza. Hamás es un grupo islamista radical que tiene sometidos a los gazatíes a un régimen de terror, con castigos que frecuentemente llegan a la pena de muerte para quienes se atrevan a desobedecer sus disposiciones.
Hamás sustraer la mayor parte de la generosa ayuda internacional que se otorga a la Franja de Gaza, ayuda la cual destina a construir túneles para infiltrarse en Israel (con el fin de asesinar o secuestrar israelíes, tanto civiles como militares) y producir cohetes para atacar a la población civil israelí, en lugar de dedicar esos recursos del bienestar de los gazatíes.
Por todo ello, la Franja de Gaza está sometida a un bloqueo por parte de Israel y también de Egipto, lo cual está plenamente justificado en la ley internacional. Sin embargo, Israel permite el paso constante de gran cantidad de bienes y materiales a través del paso fronterizo de Kerem Shalom. Muchos gazatíes se atienden en centros médicos israelíes —incluyendo, paradójicamente, a los familiares de los altos dirigentes de Hamás—, y casi toda la energía eléctrica, combustibles y agua potable que se consumen en la Franja provienen también de Israel. La moneda de mayor circulación en Gaza es el shékel israelí.
3. ¿Controla Israel la Franja de Gaza?
Israel ocupó la Franja de Gaza durante la Guerra de los Seis Días de 1967, pero se retiró unilateralmente en 2005, dejando intactas las instalaciones que había construido, sobre todo un aeropuerto e invernaderos para uso agrícola.
En 2006, Hamás expulsó violentamente a la facción palestina rival, al-Fatah (partido de la Autoridad Palestina que controla Cisjordania), asesinando a muchos de sus miembros. Luego intensificó sus actividades terroristas, sobre todo lanzando cohetes hacia los centros poblados de Israel y construyendo sus túneles del terror. Por ello, en los años 2008, 2012 y 2014 se produjeron graves enfrentamientos, durante los cuales Hamás y las otras organizaciones yijadistas que hacen vida en la Franja de Gaza utilizaron a la población civil como escudos humanos; las actuales “marchas del retorno” son un ejemplo más de esta táctica inmoral, condenada por la ley internacional.
Una de las acciones más infames de Hamás es el uso de escuelas, hospitales, mezquitas y zonas residenciales como depósitos de armas y bases de lanzamiento de cohetes hacia Israel. Las propias escuelas de la UNRWA (agencia de la ONU para los palestinos) han sido empleadas con estos fines, lo cual no parece generar ninguna preocupación al máximo organismo internacional.
Siendo un núcleo terrorista desde el cual también se han llevado a cabo ataques contra Egipto, tanto Israel como ese país han bloqueado la Franja de Gaza construyendo cercas de seguridad y vigilando sus aguas territoriales.
4. ¿Qué daño pueden hacer estas marchas?
Como se ha indicado, entre los civiles que participan en estas “marchas del retorno” se mezclan terroristas —plenamente identificados como tales por el propio Hamás— que llevan a cabo actos violentos como:
• Disparos y lanzamiento de explosivos contra los militares israelíes que vigilan la frontera, como ocurrió el 14 de mayo. Se abatió a ocho terroristas que intentaron atravesar la cerca fronteriza en medio de un intenso intercambio con las Fuerzas de Defensa de Israel.
• Destrucción de la infraestructura que sirve a los propios habitantes de Gaza: el 14 de mayo, varios participantes en la “protesta pacífica” dañaron gravemente el cruce de Kerem Shalom —por el cual pasan casi todos los alimentos y demás bienes desde Israel a la Franja de Gaza—, al punto que este debió cerrarse. También destruyeron los principales conductos de gas y diésel que alimentan la Franja, por lo cual buena parte de los gazatíes están ahora desprovistos de combustible.
• Lanzamiento de cometas cargadas con bombas molotov y explosivos hacia territorio israelí. Esto ha ocasionado varios incendios que han afectado aproximadamente 40 hectáreas de cultivos, el más grave de los cuales destruyó el 8 de mayo buena parte de la cosecha de trigo del kibutz (granja colectiva) Nahal Oz. Muy significativamente, algunas de las cometas incendiarias están adornadas con esvásticas.
• Como se ha mencionado, los terroristas hacen un uso premeditado de mujeres y niños en estas marchas. Siendo evidente que los jefes terroristas tienen como objetivo atravesar la frontera y enfrentarse a las tropas israelíes, esta táctica constituye un crimen de guerra. Los terroristas incluso se colocan detrás de las mujeres y los niños, pues saben que así los soldados israelíes evitarán responder a la agresión.
5. Pero los palestinos y los medios insisten en que estas han sido protestas pacíficas y que Israel ha hecho un “uso excesivo de la fuerza”.
Las cifras que se manejan señalan que el 14 de mayo hubo 62 víctimas mortales. Salah al-Bardawil, alto funcionario de Hamás, declaró al día siguiente a un canal de televisión palestino que, “oficialmente”, 50 eran miembros de Hamás (el video puede verse en YouTube: https://www.liveleak.com/view?t=Ctu17_1526495545). Evidentemente, las Fuerzas de Defensa de Israel hicieron su mayor esfuerzo para impedir que los terroristas lograran sus objetivos, evitando al mismo tiempo perjudicar a los civiles. De hecho, al igual que durante los conflictos de años anteriores, en los últimos días Israel ha lanzado volantes e incluso ha efectuado llamadas telefónicas particulares, para advertir a la población que no se dirija a la cerca fronteriza.
Conclusión
Las “marchas del retorno” constituyen la más reciente estrategia de Hamás para cometer actos terroristas, y al mismo tiempo afectar la imagen de Israel en forma negativa. Los medios internacionales —así como muchos analistas— se apresuran a juzgar, sin preguntarse qué harían sus respectivos países si una multitud hostil tratara de atravesar sus fronteras con el fin de asesinar, secuestrar y destruir.
Gracias a su ubicación al oriente del Mediterráneo, la Franja de Gaza podría ser un emporio comercial y una importante atracción turística, si las enormes donaciones que recibe fuesen utilizadas para el desarrollo económico y el bienestar de sus habitantes.