Ana Jerozolimski*
La mejor prueba de que el presidente de Brasil está del lado equivocado de la historia, es que la organización terrorista Hamás lo felicitó por la comparación que hizo entre Israel y los nazis. Iba a escribir que son unos caraduras, pero suena tonto cuando de Hamás se trata. Una organización terrorista asesina, que mató a más de 1200 personas el día de la masacre, la mayoría civiles, que mandó a sus hordas con instrucciones escritas para violar, secuestrar, torturar y destruir, que entró a Israel con intenciones genocidas, tiene el tupé de mencionar siquiera la palabra Holocausto cuando felicita a Lula.
Aquí está el problema principal.
Es inaceptable que los “preocupados” por los palestinos —que no dijeron jamás una palabra por los crímenes de Hamás contra su propio pueblo, que no levantaron la voz cuando los mató Assad en Siria ni cuando Irán mandó dinero para armas y cohetes, no para comida— se despierten cuando Israel se defiende. Y que lo comparen con el nazismo, más aún.
El presidente de Brasil sabe lo que fue el Holocausto. Tiene claro en qué consistió la barbarie nazi. El problema no es ningún tipo de ignorancia sobre la historia. Aquí hay dos problemas centrales, cuya expresión es la desubicada comparación entre la guerra israelí contra Hamás y lo que Hitler hizo a los judíos: la absoluta falta de sensibilidad para con el sufrimiento del pueblo de Israel, y la ligereza con que se distorsiona la realidad en el terreno para quedar bien con el bloque ideológico.
No puede ser que Lula no sepa lo que ocurrió el 7 de octubre en el sur de Israel. Los propios terroristas lo filmaron y lo difundieron por doquier. Seguro que videos habrán llegado directamente inclusive al Whatsapp del presidente. ¿No era natural que Israel lanzara una guerra contra los monstruos que le atacaron de esa forma?
En 1979, cuando militaba en la ultraizquierda, Lula declaró a la revista Playboy su admiración por la personalidad de Hitler y por el conductor de la revolución teocrática iraní, el ayatola Jomeini. Más de cuatro décadas después, compara a Israel con Hitler y muestra un preocupante acercamiento con el Irán de los ayatolas
(Foto: The Rio Times)
Hasta por respeto a los israelíes de ciudadanía brasilera que fueron atacados el 7 de octubre, Lula tendría que haberse callado la boca. Entre ellos, Michel Nissenbaum, cuya hermana Mary estaba el miércoles pasado en la delegación de familiares de secuestrados que viajó a La Haya a presentar una denuncia contra Hamás ante la Corte Penal Internacional. Michel sigue en manos de Hamás en Gaza. Sus hijos y nietos, toda la familia, esperan su liberación y la de todos los 134 secuestrados, entre ellos dos niños pequeños. ¿Lula no tenía nada para decir de ellos?
Nadie espera que se alabe el hecho que en la guerra mueren también no involucrados. Trágicamente, así es en todas las guerras. No solo que mueren siempre civiles, también niños —lo cual por supuesto no debe alegrar en absolutamente ningún caso—, sino que en todos los conflictos eso sucede en proporciones mucho mayores que lo que está ocurriendo en Gaza.
El problema no es Israel, y no porque sea perfecto e infalible. El problema son todos aquellos que creen lo que dice una organización terrorista salvaje y asesina como Hamás, repiten sus acusaciones y demonizaciones, y convierten así a Israel en el verdugo cuando es de hecho la víctima.
Vienen de la derecha extrema y de la extrema izquierda. Se presentan como la voz de la moral, como progresistas y voceros de los valores del bien sobre la Tierra. Pero no tienen vergüenza de criminalizar a Israel mientras no abren la boca para condenar a regímenes asesinos violadores de los derechos humanos.
Cuando de Lula se trata, es parte de un bloque nefasto que tiene la brújula desequilibrada. Claro que siempre lo presentará como valores de una izquierda pura, de la lucha por los que sufren y las víctimas del imperialismo y la opresión. Pero de fondo hay ideologías comprensivas para con los regímenes más oscuros del mundo…y cabe suponer que también muchos dólares.
Israel tuvo toda la razón en convocar al embajador Federico Meyer para presentar su propuesta. Fue muy original y oportuno que la convocatoria haya sido en el Museo Recordatorio del Holocausto Yad Vashem, que el canciller israelí Israel Katz recorrió junto al diplomático, mostrándole incluso los nombres de sus antepasados asesinados por los nazis. Lo que no me gusta es que le hayan dicho públicamente, ante las cámaras, que el presidente Lula es persona non grata en Israel hasta que se disculpe.
Vienen de la derecha extrema y de la extrema izquierda. Se presentan como la voz de la moral, como progresistas y voceros de los valores del bien sobre la Tierra. Pero no tienen vergüenza de criminalizar a Israel mientras no abren la boca para condenar a regímenes asesinos violadores de los derechos humanos.
El contenido, oportuno. La forma, no me parece la mejor. Israel no está en guerra con Brasil.
Pero no perdemos de vista lo central: el error garrafal de Lula. Y la gran irresponsabilidad que demostró respecto a la colectividad judía de su país. Debe estar consciente de que declaraciones como las que formuló pueden conducir a ataques antisemitas.
Lula es una vergüenza en el concierto de América Latina. Claro que no es el único. Pero lo peor es lo que sus palabras reflejan: la extrema facilidad con que muchos en el mundo se creen con derecho a insultar, demonizar y quitar legitimidad a Israel y su derecho a defenderse.
Volver a lidiar con eso hoy, justamente cuando se revela un video hallado por las Fuerzas de Defensa de Israel en Jan Yunis, en el que se ve a Shiri Bibas con sus dos hijitos pelirrojos en brazos rodeada de terroristas ya dentro de Gaza, es insostenible. No tenemos por qué soportarlo.
“Nunca más es ahora”, decía un cartel que dos holandeses no judíos sostenían bajo la lluvia en La Haya cuando llegó la delegación de los familiares de los secuestrados, siendo recibidos por numerosas banderas de Israel y el grito de “Tráiganlos a todos a casa ahora”. Nunca más es Auschwitz, y también el rostro espantado de Shiri Bibas con Kfir y Ariel, rodeados de terroristas armados.
Nunca más es también frenar a Lula. Y a todos los atrevidos de su especie.
Es demasiado el sufrimiento con el que tenemos que lidiar desde el 7 de octubre como para encima tener que escuchar a Lula.
*Internacionalista, directora de Semanario Hebreo (Montevideo) y semanariohebreojai.com.
Fuente: semanariohebreojai.com.
Versión NMI.
Principales entidades judías de Brasil condenaron las declaraciones de Lula
Las dos mayores entidades israelitas en Brasil se sumaron este domingo a la condena del gobierno de Benjamin Netanyahu frente a una declaración del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien acusó a Israel de emular a Adolf Hitler y cometer un “genocidio” en Gaza.
“El Gobierno brasileño está adoptando una postura extrema y desequilibrada en relación al trágico conflicto del Medio Oriente, y abandonando la tradición de equilibrio y búsqueda de diálogo de la política exterior brasileña”, afirmó en una nota la Confederación Israelita de Brasil (CONIB).
Asimismo, aseguró que distorsiona la realidad y “ofende la memoria de las víctimas del Holocausto y sus descendientes”.
El canciller Israel Katz junto al embajador brasileño Federico Meyer en Yad Vashem. Durante el acto en el que se le hizo el reclamo formal por las expresiones de Lula, se le informó que el presidente de Brasil es persona non grata en Israel. Poco después, Lula llamó de regreso al embajador Meyer
(Foto: AFP)
Este domingo, tras participar en una cumbre de la Unión Africana en Addis Abeba, Lula reiteró sus críticas a la respuesta de Israel tras el ataque lanzado en octubre pasado por el grupo terrorista Hamás contra territorio israelí, en el que murieron unas 1200 personas.
Lula ha criticado en numerosas ocasiones la respuesta militar contra la Franja de Gaza, y asegurado que las víctimas han sido sobre todo mujeres y niños ajenos al conflicto.
Este domingo, en la capital etíope, dijo en una rueda de prensa que “lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza no es una guerra, es un genocidio”, y apuntó que es similar a “una guerra entre un ejército muy preparado y mujeres y niños” que no había ocurrido antes, salvo “cuando Hitler decidió matar a los judíos”.
La Federación Israelita del Estado de São Paulo, que congrega a la mayor parte de la comunidad judía en Brasil, también protestó a través de una nota. ”Comparar la legítima defensa del Estado de Israel contra un grupo terrorista que no mide esfuerzos para asesinar israelitas y judíos con la industria de muerte de Hitler es de una maldad infinita”, señaló.
Fuente: Infobae/EFE