El pasado 16 de septiembre fue asesinado por un terrorista palestino Ari Fuld, un activista de hasbará (esclarecimiento) muy conocido en las redes sociales.
Fuld, de 45 años, había nacido en Estados Unidos y vivía en el asentamiento de Efrat en Judea (Cisjordania). Cuando se encontraba en el estacionamiento de un centro comercial que atiende a público tanto israelí como palestino, el joven Jalil Yousef Ali Jabarin, de apenas 17 años, lo apuñaló por la espalda. Fuld, de fuerte contextura, logró perseguir a su atacante, le disparó y lo sometió —con lo cual evitó que hubiese más víctimas—, antes de desmayarse por la pérdida de sangre. Fue trasladado con rapidez al hospital Hadassah de Jerusalén pero sucumbió poco después. Deja una viuda y cuatro hijos.
Entre las actividades de hasbará de Fuld se contó un viaje a China para dictar conferencias, y tenía previsto acudir a varias actividades en Estados Unidos en los próximos meses. En Israel visitaba frecuentemente yeshivot y escuelas preparatorias para difundir conocimientos sobre la historia del Estado de Israel y su realidad geopolítica.
El sepelio, al que asistieron miles de personas, tuvo lugar en el cementerio de Kfar Etzion. La familia de Ari Fuld recibió condolencias de numerosas figuras públicas, incluyendo al primer ministro Netanyahu y los dirigentes de las principales organizaciones judías del mundo.
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A raíz de este nuevo incidente terrorista, es oportuna una información de la ONG Palestinian Media Watch, que monitorea los medios palestinos. Se trata de los salarios que paga la Autoridad Palestina para premiar a los terroristas presos en cárceles israelíes. De acuerdo con el tiempo de la condena que se les haya impuesto (es decir, a la gravedad del ataque que hayan cometido), el “escalafón” es el siguiente, a la tasa de cambio actual del shékel frente al dólar:
Por si fuera poco, hay bonos adicionales:
Según el portal especializado tradingeconomics.com, el ingreso promedio en Israel —que está entre los más altos de los países desarrollados— era en junio de este año de 10.465 shékels (2.930 dólares) mensuales. Los terroristas que hayan cometido ataques de la mayor gravedad superan ese promedio, y además no pagan impuestos ni se les aplica deducciones, que en Israel son muy elevados.
Esto quiere decir que la familia de los terroristas tiene su sustento garantizado. Quien no tenga trabajo (el desempleo es rampante en los territorios palestinos) y nada qué hacer con su vida, puede optar por esta “solución” a los problemas económicos de su grupo familiar, sabiendo que en las cárceles israelíes también estará bien alimentado y atendido, e incluso podrá cursar alguna carrera universitaria mientras permanezca preso. ¡Negocio redondo! Nada de aquel cuento de “liberar a mi pueblo de la ocupación”.
En 2017, la Autoridad Palestina dedicó a esta forma de fomentar el terrorismo un presupuesto de nada menos que 154 millones de dólares, provenientes de las donaciones que recibe de todo el mundo, que son su fuente fundamental de financiamiento. Este es uno de los motivos principales de que Estados Unidos y otros países hayan decidido reducir o cortar todo aporte a la AP. No puede decirse que se busca la paz mientras se ofrecen recompensas tan jugosas con el fin de destruir toda posibilidad de lograrla.
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Las delegaciones israelí e italiana ante las Naciones Unidas acaban de informar sobre un proyecto conjunto para ofrecer acceso al Talmud en las redes sociales.
Como informa el diario Israel Hayom, el Consejo Nacional de Investigación de Italia empleará tecnologías avanzadas para traducir, efectuar un análisis semántico y digitalizar el Talmud con el fin de que esos textos, la fuente principal de teología y legislación religiosa del judaísmo, sean accesibles al público italohablante.
Es una noticia apropiada para este Simjat Torá, pues el Talmud constituye un monumental tratado en el que cientos de sabios comentaron y analizaron el contenido de la Torá a lo largo de siglos, tanto en Babilonia como en Jerusalén.