Sami Rozenbaum, Director NMI
U n reportaje de la revista Foreign Policy revela datos interesantes sobre la situación en la Franja de Gaza.
Por una parte, más de 100.000 habitantes de la Franja siguen viviendo en refugios (producto de los tres conflictos con Israel ocurridos desde 2008). Pero mientras muchos edificios de Gaza permanecen en ruinas, como se sabe Hamás no ha perdido tiempo ni esfuerzo en reconstruir sus túneles, principal motivo de la última intervención militar de Israel.
Foreign Policy recuerda que Israel destruyó 32 túneles durante la Operación Margen Protector de 2014, muchos de los cuales empezaban dentro de casas y mezquitas y, en algunos casos, llegaban muy dentro del territorio israelí. La publicación califica a los túneles como “el arma más poderosa” del grupo terrorista, pues los cohetes son casi inútiles gracias a la eficacia del sistema antiproyectiles Cúpula de Hierro. Los túneles permitieron a los terroristas matar a 11 soldados israelíes, así como tratar de secuestrar a otros (e incluso llevarse cadáveres), con la esperanza de hacer luego un intercambio de prisioneros tan conveniente como el de 2011, cuando obtuvieron la libertad de 1027 palestinos a cambio del soldado Guilad Shalit.
Ismail Haniye, líder político de Hamás, aseguró en enero en una mezquita de Gaza que “nuestros combatientes están excavando el doble de túneles que los que hubo en Vietnam”.
Algunos residentes de Gaza —y muchos voceros antiisraelíes en todo el mundo— acusan al bloqueo israelí por la lentitud de la reconstrucción de la infraestructura dañada de la Franja, pero Foreign Policy recuerda que, desde el cese de fuego de 2014, han entrado por el paso de Kerem Shalom nada menos que 3 millones de toneladas de materiales de construcción. De hecho, “según expertos en política palestina existe un superávit de cemento y otros materiales de construcción en Gaza, lo que ha llevado a la aparición de un mercado que le permite a Hamás reparar fácilmente los túneles que Israel destruyó y construir otros nuevos”.
La revista cita a Mjaimar Abusada, profesor de ciencia política en la Universidad Al-Azhar de Gaza: “Hay algunos palestinos que compran cemento para rehabilitar sus hogares al precio fijado de 560 shékels (unos 143 dólares; recordemos que el shékel israelí es la moneda preferida en Gaza) por tonelada, pero lo revenden en el mercado negro a 800 shékels (unos 205 dólares). Ese es parte del problema. Muchos palestinos no están usando el cemento para reconstruir sus casas”.
El periodista israelí Avi Issacharoff, quien trabajó como corresponsal sobre asuntos árabes del diario Haaretz, afirma que excavar túneles es una de las mejores fuentes de ingresos en la Franja. Los excavadores típicamente ganan unos 400 dólares mensuales, “un salario decente según los estándares de Gaza, donde el desempleo es del 38% según la Oficina Palestina de Estadísticas”.
Foreign Policy también comenta que Israel está creando un arma anti-túneles, una “Cúpula de Hierro subterránea”. Según el canal 2 israelí, el gobierno ha invertido más de 250 millones de dólares en este esfuerzo desde 2004. Las empresas Elbit y Rafael, las mismas del sistema antimisiles, estarían involucradas en el proyecto.
Adele Raemer, residente en la población israelí de Nirim, muy cerca de Gaza, comenta sobre la siempre tensa situación en el área: “Estamos peor ahora que antes de Margen Protector, porque Gaza se está poniendo peor. Este problema tiene dos lados. Por una parte tenemos que protegernos, pero por la otra debemos tratar de que las condiciones sean más vivibles al otro lado [de la frontera]. Creo que los habitantes de Gaza quieren lo mismo que nosotros: seguridad, la posibilidad de tener comida en la mesa para sus niños. Pero es complicado cuando tienes a Hamás gobernando allí. Ellos nos tienen de rehenes a nosotros y al pueblo de Gaza”.
A raíz de los graves ataques de terroristas palestinos de la semana pasada, el primer ministro Benjamín Netanyahu decidió completar la cerca de seguridad en el área de Jerusalén.
Como informa The Jerusalem Post, Netanyahu sostuvo una reunión con el ministro de Defensa Moshé Yaalón, el de Seguridad Pública Gilad Erdan y el coordinador de Actividades en los Territorios (Cisjordania) Yoav Mordejai, así como representantes de Tzáhal, tras lo cual hizo varios anuncios para incrementar la seguridad, como cerrar los medios palestinos que inciten a realizar ataques contra judíos.
La cerca de separación comenzó a construirse en 2002, en respuesta a la segunda intifada. De los 790 kilómetros previstos se levantó un 60%, pero los trabajos prácticamente cesaron desde 2007, debido a la drástica disminución de atentados terroristas que se produjo gracias a esta barrera. El líder de la oposición, Isaac Herzog (del bloque Unión Sionista), ha estado insistiendo en la necesidad de “separación completa” entre Israel y los palestinos, razonando que “por ahora la solución de dos Estados no es factible”. Unos 21 kilómetros de la barrera prevista para Jerusalén nunca fueron construidos, pero en vista de que muchos de los palestinos que han realizado ataques con puñales o automóviles provienen de ese sector, está previsto que la cerca se complete para finales de este año.
Pero hay una chispa de esperanza. El portal Palestinian Media Watch (PMW), que monitorea los medios palestinos, difundió un sorprendente reportaje trasmitido por el canal UDA, que pertenece a al-Fatah (movimiento de Mahmud Abbas, que gobierna en Cisjordania). Una reportera la pregunta a la gente en la calle, suponemos que en Ramala, sobre cómo motivan los medios a los niños y adolescentes a ejecutar actos terroristas. Casi todos los entrevistados muestran su desacuerdo, critican la incitación por parte de la televisión y las redes sociales, y al final la propia periodista manifiesta: “Basta de derramar la sangre de nuestros niños”.
Claro, los entrevistados no dicen que tratar de matar judíos sea malo, sino que es “inútil”. Pero se trata de un buen comienzo.
El video, subtitulado en español, puede verse en http://bit.ly/1WrhsZY
¿Cómo lee usted Nuevo Mundo Israelita?
“Todas las semanas leo NMI. Lo leo en su totalidad porque la mayoría de las veces los artículos son muy interesantes, pero sobre todo me encantan los artículos de ‘Israel/Diáspora’. En lo personal, lo que no ha logrado engancharme es lo que se hace hoy día como editorial, la Página 2, donde aparecen los comentarios de Sami. Siendo sincero, no me engancha. Le recomendaría un espacio abierto para que la gente pueda decir las cosas de la comunidad, una ventana abierta, sin censura, es decir, con respeto, sobre temas comunitarios, donde se digan las cosas buenas, pero también las malas”.
Elías Sultán, presidente del CSCD Hebraica
N del D: Nuevo Mundo Israelita siempre ha estado, y estará, a disposición de quienes quieran expresar sus ideas y opiniones. Publicamos todo lo que recibimos siempre que, como dice Elías, se haga con respeto.