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Sami Rozenbaum
Director
E l rey de Bahrein, Hamad bin Isa al-Jalifa, expresó públicamente su rechazo al tradicional boicot que aplican los países árabes a Israel, y dijo que sus súbditos pueden visitar el Estado judío.
Tan sorprendente revelación, recogida por The Jerusalem Post, la hicieron los rabinos Marvin Hier y Abraham Cooper, principales dirigentes del Centro Simon Wiesenthal, durante un evento ecuménico efectuado hace dos semanas en la sede de esa organización en Los Angeles, California. Hier y Cooper visitaron la pequeña nación insular del Golfo Pérsico a principios de este año, oportunidad en la que el rey emitió el pronunciamiento.
Cooper describió su asombro al recorrer la capital del reino, Manama: vio una iglesia junto a un templo hinduista y una mezquita, e incluso existe una pequeña sinagoga, la única del Golfo Pérsico. Todo esto es algo impensable en países como Arabia Saudita, donde los templos no musulmanes están prohibidos.
A la reunión de Los Angeles asistieron unos 400 delegados de diversas denominaciones, quienes apoyaron una declaración que exhorta a fomentar la libertad religiosa, proteger a las minorías y trabajar para que la fe “sirva como una bendición para toda la humanidad, y como un fundamento para la paz en el mundo”. Estuvieron presentes funcionarios de naciones predominantemente musulmanas como Egipto, Kuwait, Malasia, los Emiratos Árabes Unidos y Azerbaiyán.
Un momento destacado, según la nota de The Jerusalem Post, se produjo cuando estos funcionarios se mantuvieron respetuosamente de pie mientras la Orquesta Nacional de Bahrein interpretaba el Hatikva, himno del Estado de Israel, además de los himnos de EEUU y el propio Bahrein.
El orador principal del evento fue el joven príncipe heredero de Bahrein, Nasser bin Hamad al-Jalifa, quien encabezó la delegación de su país y recorrió el Museo de la Tolerancia del Centro Wiesenthal, además de reunirse con estudiantes judíos.
Bahrein tiene una población de 1,4 millones de habitantes, de los cuales 70% son musulmanes, 14,5% cristianos, 10% hinduistas y 2,5% budistas. Hasta la creación de Israel existía una comunidad judía de aproximadamente 600 integrantes, restos de una antigua kehilá que databa de la época talmúdica; pero en 1947, y de nuevo en 1967, se produjeron persecuciones por causas políticas, y hoy en día la cantidad de judíos no llega a 40. Un detalle curioso es que una mujer judía, Houda Nonoo, fue embajadora de Bahrein en Estados Unidos entre 2008 y 2013, y de hecho fue la primera diplomática femenina de un país árabe. Su familia, de origen iraquí, financió la reparación de la única sinagoga del país.
Desde que el rey Hamad llegó al trono en 2002, las relaciones entre los diversos grupos religiosos del país son “casi utópicas”, según observadores extranjeros. El monarca da el ejemplo, con eventos como la celebración de Janucá que lleva a cabo desde 2015 con la asistencia de invitados judíos y musulmanes. Además, el monarca tiene planes para crear un Museo de la Tolerancia Religiosa a finales de este año.
Bahrein no ha establecido relaciones diplomáticas con Israel, aunque oficialmente se distanció del boicot árabe contra el Estado judío en 2004.
E n Suecia existe un pequeño pero ruidoso y violento grupo neonazi, llamado Movimiento de Resistencia Nórdica. Ellos realizarán una de sus marchas fascistas el sábado 30 de septiembre en Gothenburg, la segunda ciudad del país. Originalmente tenían previsto llevarla a cabo en las calles principales de la urbe; pero la policía dispuso una ruta diferente, que haría que los neonazis pasaran a unos 200 metros de la sinagoga principal de Gothenburg, justo ese día de Yom Kipur.
Afortunadamente, según informa la agencia JTA, tras protestas de la comunidad judía local, la Liga Antidifamación y el Congreso Judío Mundial, la corte administrativa de la ciudad volvió a modificar el recorrido de la marcha, considerando que, además, durante el mismo fin de semana se celebrará la Feria del Libro de Gothenburg, que atrae a unos 100.000 visitantes de todos los países escandinavos.
El Movimiento de Resistencia Nórdica tiene presencia también en Finlandia y Noruega, pero su filial danesa se desbandó en 2016 por “inactividad”. Israel fue el país que envió el segundo equipo más grande de socorristas y personal paramédico a México, para ayudar en las labores de rescate y atención de los heridos tras el terremoto del pasado 19 de septiembre.
Tzáhal trasladó 72 personas a la capital mexicana al día siguiente del desastre. El embajador de Israel, Jonathan Peled, los recibió en el aeropuerto, junto a personal de la secretaría (ministerio) de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional.
Uno de los participantes, según narra el portal mexicano Enlace Judío, es el reservista Yarden Shemesh, de apenas 20 años. A su corta edad ya ha formado parte de misiones humanitarias de las Fuerzas de Defensa de Israel en varios países. A pesar de que tuvo que pasar Rosh Hashaná lejos de su familia, afirmó que los socorristas celebraron la fecha a bordo del avión, pues se trata de salvar vidas. “Tenemos un largo camino frente a nosotros. ¡Shaná Tová!”, dijo apresuradamente al llegar a la capital mexicana.