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Sami Rozenbaum
E l tiempo pasa muy rápido, los acontecimientos se superponen unos sobre otros y eso facilita que la gente olvide muchas cosas. Por eso, vale la pena releer íntegramente una publicación de la organización no gubernamental española ACOM (Acción y Comunicación Sobre Oriente Medio) de abril pasado, es decir hace apenas cuatro meses:
“Cuando en junio de 2015 Ada Colau fue elegida alcaldesa de Barcelona, prometió en su discurso de investidura a sus conciudadanos que Barcelona también debía ser un referente en derechos humanos. Desde entonces, la realidad es que Ada Colau ha convertido a Barcelona en la grotesca capital europea que patrocina el terror contra los judíos y el antisemitismo político, una ciudad donde terroristas campan a sus anchas y son invitados como personalidades insignes e incluso dan conferencias.
“La III Feria Literaria de Barcelona, autodenominada ‘feria de ideas y libros radicales’, patrocinada por el Ayuntamiento de Barcelona, ha invitado a pronunciar una conferencia en mayo a la terrorista palestina Leyla Khaled, en lo que supone un aberrante acto de blanqueamiento del terror palestino que tantas víctimas inocentes ha ocasionado. Además de apoyar este acto, el ayuntamiento ha permitido la instalación de una amplia cartelería en las calles de Barcelona para dar publicidad al evento.
“Leyla Khaled es famosa por haberse convertido en el ícono femenino del terrorismo palestino, después de secuestrar varios aviones civiles en nombre de la fanática organización Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) de corte marxista-leninista. Su frase más famosa, y que puede darnos una idea de su ideología, es ‘mi primer novio fue el Kalashnikov’.
“La organización terrorista a la que perteneció, y sigue perteneciendo públicamente, la terrorista Khaled, atacó en 1970 un avión civil de Swissair con destino a Israel, asesinando cobardemente a 47 personas. El FPLP es también corresponsable, junto a al-Fatah, de la masacre de la Villa Olímpica de Múnich en 1972 y de otros muchos atentados más. También lo es de los miles de muertos ocasionados en el conflicto conocido como ‘Septiembre Negro’ en Jordania. La organización terrorista de la que la invitada de Colau es miembro se ha opuesto tradicionalmente a los Acuerdos de Oslo, a la solución de dos Estados y, en consecuencia, a las resoluciones de la ONU y la legalidad internacional.
“Este acto de glorificación del terrorismo es una más de las posturas extremistas y hostiles contra Israel y los judíos que ha patrocinado el Ayuntamiento de Barcelona, gobernado por la franquicia local de Podemos y con el apoyo de los independentistas de la ERC y la CUP. El consistorio liderado por Ada Colau ha demostrado una obsesión enfermiza contra la única democracia de Oriente Medio y el único país de la región que respeta los derechos humanos. El penúltimo episodio fue la aprobación de una declaración para propiciar un boicot ilegal y discriminatorio contra Israel y criminalizar al único Estado judío y a las personas que lo apoyan. Un boicot que inevitablemente recuerda al que los nazis alemanes aplicaron a los comerciantes y empresarios judíos en los años 1930.
“Invitando irresponsablemente a terroristas sanguinarios, que todavía al día de hoy apoyan el asesinato indiscriminado de civiles, la alcaldesa Colau daña gravemente la imagen internacional de Barcelona como una ciudad moderna y tolerante. Además, esta manifiesta hostilidad contra Israel y los judíos y la afinidad con el terrorismo árabe no podrá por menos que alienar a muchos de los turistas y profesionales que visitan la ciudad condal.
“ACOM reclama del gobierno de España, de los Ministerios de Interior y Justicia, de la Fiscalía y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que actúen inmediatamente para impedir la entrada a nuestro país de terroristas como Laila Khaled, y exige que eviten un acto que desde su convocatoria enaltece el terrorismo, delito tipificado en el código penal y castigado con penas de hasta dos años de prisión.
“Resulta indignante que Laila Khaled venga con regularidad a nuestro país a difundir su discurso de odio, siempre invitada por ayuntamientos gobernados por Podemos y grupos antiisraelíes financiados con subvenciones públicas españolas”.
Hasta aquí el artículo. ¿Alguien le habrá recordado todo esto a la señora Colau tras el terrible ataque terrorista de Las Ramblas? ¿Alguno de los ciudadanos de Barcelona recordará las enormes pancartas con el rostro de Leyla Khaled que adornaron su ciudad hace apenas algunos meses? Y si es así, ¿podrán hacer la conexión?
O tra ONG, UNWatch, que tiene su sede en Ginebra y monitorea las actividades de la ONU, acaba de otorgar el Premio Eleanor Roosevelt de Derechos Humanos a Andrés Roemer, quien ocupó el cargo de embajador de México ante la Unesco.
Como se recordará, en octubre del año pasado se sometió a votación una de las numerosas resoluciones convocadas de la Unesco por países musulmanes, en la que la se negó la herencia judía y cristiana de Jerusalén, refiriéndose además al Monte del Templo solo con su nombre islámico. Roemer recibió instrucciones de su gobierno de votar a favor, pero como ello estaba en contra de sus principios, y aun sabiendo que desobedecer a su cancillería le costaría el cargo, se retiró de la sala. Debido al escándalo consiguiente, México se retractó luego, cambiando su voto a favor por una abstención.
“Estoy en paz con lo que hice,” declaró Roemer tras reunirse con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el mes pasado en París, como reseña el portal de UNWatch. “Esas votaciones están fuera de lugar en una organización cultural y educativa, y nos hieren a todos”.
El Premio Eleanor Roosevelt de Derechos Humanos lleva el nombre de la viuda del presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt, quien fue la presidenta fundadora de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. Este galardón honra a figuras que hayan demostrado “un coraje especial e inusual en la defensa de los principios fundamentales de las Naciones Unidas”.
Hillel Neuer, director ejecutivo de UN Watch, señaló al anunciar el premio: “El desacuerdo del doctor Roemer frente a la resolución distorsionada sobre Jerusalén, fue un valiente acto de resistencia contra la perversión de la misión fundacional de la Unesco, que es proteger el patrimonio del mundo. El acto de Andrés Roemer ejemplifica los principios de Eleanor Roosevelt, y de la garantía de tratamiento igualitario a todas las naciones establecido en la Carta de las Naciones Unidas. Cuando la ONU comenzó a atacar a Israel con resoluciones tendenciosas, Eleanor Roosevelt se manifestó en contra”.
Andrés Roemer es un renombrado intelectual, doctor en Ciencias Políticas además de economista y abogado. Es autor de 16 libros y ha fungido como docente en varias universidades.