Sami Rozenbaum, Director NMI
Un pakistaní llevó a cabo una lucha de tres años para que se le reconociera como judío, pero ahora debe enfrentar el repudio de sus hermanos, quienes lo califican de loco.
La curiosa nota aparece en The Times of Israel. Faisal Benkhald, de 29 años, anunció hace pocas semanas que la autoridad de identificación de su país emitirá sus nuevos documentos, donde por primera vez en décadas un ciudadano de Pakistán aparecerá registrado como judío.
Él comenzó su lucha hace unos tres años; afirma que su madre pertenecía a una familia judía iraní, que él recuerda el aroma de la jalá que horneaba todos los viernes y la veía bendecir las velas de Shabat. “Cuando ella ponía las manos sobre su rostro se veía tan serena como si no existieran las preocupaciones de la vida diaria, al recitar las oraciones para dar la bienvenida al día sagrado. Sus ojos amorosos y su sonrisa mientras me miraba se grabaron en mi memoria, siempre rezaba con ella”.
Benkhald se ha vuelto una figura conocida en las redes sociales; en su cuenta de Twitter (@Jew_Pakistani) se identifica como “Fischel” en lugar de Faisal.
Tras difundirse la noticia de su triunfo ante las autoridades, su hermano mayor Iqbal, quien vive en Arabia Saudita, declaró iracundo que la historia es ficticia. “Nuestra madre y sus padres nacieron musulmanes. Él lo que busca es la simpatía de las comunidades judías, y luego quizá algunos beneficios monetarios o una visa de asilo, al pretender que su vida está en peligro en Pakistán”, escribió a The Times of Israel.
Los padres de los Benkhald no podrán aclarar el asunto pues fallecieron hace muchos años, pero Iqbal ha hecho públicos dos documentos notariados, en los que él y otros tres hermanos califican a Faisal como un “demente que requiere tratamiento”; insisten en que su madre nunca practicó el Judaísmo ni tenía ancestros de esa religión. Iqbal agrega: “Lo que más nos duele es que él usa falsamente el nombre de nuestra madre y de su fe, lo que es una gran vergüenza social para nosotros”.
Faisal dice no estar sorprendido por la reacción de sus hermanos, ya que en Pakistán la sola palabra “judío” es un insulto. “Lo que me sorprende es que no hayan hecho esto mucho antes; me entristece que me estén echando a la jauría para que me linchen como apóstata. Ellos se asustaron y temen una reacción antisemita”.
En efecto, en Pakistán la blasfemia, definida como cualquier expresión o acción que se considere desdeñosa hacia el Islam, es un crimen capital; por eso no resulta sorprendente que no existan documentos donde la madre de los Benkhald aparezca como judía, aunque lo hubiese sido.
Faisal, quien ha estudiado Judaísmo, realiza también campañas para promover la preservación del viejo cementerio judío de la ciudad de Karachi y a favor de los derechos de las minorías; incluso ha sido entrevistado en la televisión. Además de practicar abiertamente el Judaísmo, todo ello lo coloca, ciertamente, en verdadero peligro de muerte.
Yom Hazicarón es la fecha en que se homenajea a los soldados caídos en las guerras de Israel, así como a las víctimas del terrorismo; es un día de duelo en todo el país, en vísperas de Yom Haatzmaut. Este año, el acto oficial tendrá un elemento llamativo: una artista árabe-israelí cantará en la ceremonia oficial, como informa el diario Aurora.
Nasrin Kadri es muy popular, y es una de las figuras públicas que representan la convivencia árabe-judía. Recientemente efectuó una gira por Estados Unidos con su compañero, el también cantante Dudu Tasa, y participó en un festival junto a la famosa banda de rock Radiohead.
Emocionada por la invitación, Kadri declaró: “Nacimos en una realidad que no es normal, e incluso es enloquecedora. Quiero contribuir a que todo sea más simple, más positivo. Para mí estar en el escenario es una confirmación de que esto es posible. Mi mensaje es de paz, no de racismo ni de violencia”.
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