Sami Rozenbaum, Director NMI
Estimados lectores:
Durante más de 40 años, Nuevo Mundo Israelita ha llevado cada semana a nuestros hogares el acontecer comunitario, información sobre Judaísmo y actualidad sobre Israel. Así, se ha convertido en uno de los pilares de nuestra kehilá, siendo nuestro referente informativo más importante dentro y fuera de la comunidad.
Hoy NMI debe adaptarse a las condiciones económicas del país. Para ello, y a fin de continuar prestando un servicio de calidad, estamos incorporando la modalidad de suscripción para quienes deseen recibir el semanario en sus hogares.
El procedimiento y costo para suscribirse será anunciado próximamente. Estamos seguros de que esta medida contará con la comprensión de todos.
D esde hace algunos meses, el gobierno de Turquía ha venido normalizando sus vínculos diplomáticos con Israel. Sin embargo, la televisión de ese país acaba de crear un nuevo frente antijudío que no ayudará mucho para mejorar las relaciones de ambos pueblos.
El canal TRT comenzó a trasmitir una serie sobre la vida del sultán Abdul Hamid II, el último que gobernó como soberano absoluto del Imperio Otomano, hasta que fue depuesto por el movimiento de los “Jóvenes Turcos” en 1909. Pero no se trata de un documental sino de una ficción histórica, en la que, entre otras cosas, un grupo de judíos planea asesinar al monarca y el sionismo político nace como una estafa, según informa el diario Aurora.
En la vida real, Teodoro Herzl se entrevistó con Abdul Hamid con el fin de solicitar su permiso para que los judíos pudiesen emigrar a Palestina y desarrollar ese entonces desolado territorio; el sultán se negó, como todos los demás mandatarios a los que Herzl propuso sus ideas, desde el papa hasta el káiser alemán.
Pero en un capítulo de la serie Payitaht Abdülhamid, Herzl trata de engañar a las autoridades otomanas, al utilizar un tren destinado a llevar musulmanes a La Meca para trasportar judíos a Palestina. En otro momento, el mismo Herzl muestra al Congreso Sionista su propuesta de bandera del futuro Estado judío, y explica que las dos franjas azules sobre el fondo blanco representan los ríos Nilo y Éufrates, límites que presuntamente debían marcar la extensión del futuro Estado (o sea que Israel ocuparía partes de Egipto, Siria, Líbano e Iraq). Resulta muy sospechoso que esa fantasía es la misma que actualmente difunden los “antisionistas” teledirigidos desde Teherán. En realidad, Herzl se inspiró para su bandera en el aspecto del talit (manto de oración).
En otro episodio Herzl discute con su padre, quien rechaza sus ideas y le dice que “Dios no prometió la tierra de Israel a los judíos”. Lo peor de todo es el fantasioso intento de asesinato del sultán por parte de judíos, donde uno de los complotados incluso sostiene en su mano una estrella de David.
En fin, el protagonismo que esta serie da a los judíos y el sionismo muestra un claro intento de demonizar a Israel y a todo el Judaísmo. Aurora informa que la embajada israelí en Ankara planteará estas preocupaciones al gobierno turco, pero obviamente se tratará solo de un acto simbólico.
U n profesor de una escuela del condado de Oswego, en el estado de Nueva York, asignó a sus alumnos una tarea inaudita: justificar el Holocausto.
La reseña del portal The Jewish Press informa que el docente, Michael DeNobile, indicó a los estudiantes de la asignatura Principios de Representación Literaria, del último año de bachillerato, que “se colocaran en los zapatos de los nazis que argumentaban a favor de la Solución Final”. Se suponía que esta tarea tenía por objeto entrenarlos en “pensamiento crítico”, y fue designada “Top Secret”.
Dov Hikind, miembro de la Asamblea Legislativa de Nueva York, ha solicitado la renuncia de la comisionada de Educación del estado, MaryEllen Elia, quien tras las críticas iniciales a semejante trabajo estudiantil defendió al profesor DeNobile.
El legislador recordó que, recientemente, el Departamento de Educación de Nueva York había incluido caricaturas antiisraelíes en un examen, por lo cual se excusaron tras una protesta del mismo Hikind. Ahora señala: “Esta despreciable tarea sobre la Solución Final exige más que unas disculpas. Es una puñalada por la espalda para los sobrevivientes del Holocausto. La comisionada de Educación está defendiendo el tipo equivocado de educación, y no tiene nada que hacer supervisando la formación de los estudiantes de Nueva York”.
Hikind continúa: “Si la tarea hubiera consistido en argumentar a favor de la esclavitud u otras atrocidades, ¿se habría atrevido a defenderla? Honestamente, yo no podía creer esto cuando me enteré”.