Sami Rozenbaum, Director NMI
L a candidata presidencial a las próximas elecciones francesas por el partido ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, afirmó en una entrevista ofrecida al canal de televisión France 2 que los judíos franceses que posean también la nacionalidad israelí deberán renunciar a ella, según su propuesto plan de inmigración.
De acuerdo con una reseña de The Times of Israel, Le Pen explicó: “Israel no es un país europeo y no se considera a sí mismo como tal”, cuando se le preguntó si su proyecto de ley para prohibir la doble nacionalidad a los no europeos aplicaría también a los ciudadanos judíos. Cuando el periodista insistió en el tema, la candidata aclaró: “Eso no significa que [de no renunciar a la nacionalidad israelí] tendrían que marcharse del país. Francia ciertamente puede incluir ciudadanos con nacionalidad extranjera a largo plazo, mientras respeten las leyes y valores franceses, que usualmente es el problema en el tema de la inmigración. No es realmente un problema con Israel”.
Miles de judíos franceses han adquirido la nacionalidad israelí durante los últimos años, a consecuencia del incremento del antisemitismo y los ataques terroristas de grupos islamistas. La aliá desde Francia se incrementó de unas 2000 personas al año, durante la primera década de este siglo, a más de 8000 en 2015, aunque el año pasado se redujo a aproximadamente 5000.
Un detalle sospechoso es que Le Pen exceptuaría a los ciudadanos que tengan a la vez nacionalidad francesa y rusa de la obligación de renunciar a esta última. Funcionarios de inteligencia de Francia expresan la preocupación de que Rusia “hackee” (interfiera electrónicamente) las elecciones, que tendrán lugar en abril y mayo, a favor del Frente Nacional. Le Pen ha manifestado varias veces su admiración por Vladimir Putin y sus políticas, y el Frente Nacional recibió un préstamo de casi 10 millones de dólares de un banco ruso que tiene lazos con el Kremlin. También admira al presidente de EEUU, Donald Trump, a quien califica como “un patriota” por su actitud en el tema de la inmigración.
Además de que su padre y fundador del partido, Jean-Marie Le Pen, es un antisemita furibundo e inveterado negador del Holocausto, los judíos franceses mantienen su distancia de Marine por su propuesta de que los judíos religiosos dejen de usar kipá en público, al igual que las mujeres musulmanas renuncien a la burqa y al niqab. “Creo que en la lucha contra el Islam radical [los judíos] deberían sacrificar algo. Quizá podrían usar sombreros [en lugar de kipá]”, ha dicho. Además, Le Pen se opone a los procedimientos tanto kosher (judío) como halal (islámico) para sacrificar animales de consumo.
Por el momento Marine Le Pen encabeza las encuestas para la primera vuelta de las elecciones presidenciales, con una plataforma en la que, al igual que Donald Trump, busca destacar que es una candidata “ajena al sistema”. Sin embargo, le ha salido un contendor que también asume esa posición: Emmanuel Macron, ex banquero de tendencia centrista, está ganando muchos adeptos entre quienes rechazan los extremos de derecha e izquierda. Los análisis de opinión señalan que Macron podría imponerse a Le Pen en la segunda vuelta, a celebrarse el 7 de mayo, si ella gana la primera ronda.
H ace un par de años informábamos en esta página sobre el crecimiento del turismo chino a Israel. Se esperaba que el número de visitantes de ese país se incrementara con el inicio de vuelos directos de la aerolínea china Hainan, que se sumarían a los tres itinerarios semanales de El Al entre Ben Gurión y Beijing.
Efectivamente, si en 2014 Israel recibió 34.000 turistas de China, entre enero y noviembre del año pasado fueron 76.400, lo que convierte a ese segmento en el de mayor crecimiento en el mercado turístico israelí, según informa el portal ItonGadol. Las cifras de la Asociación de Hoteles de Tel Aviv también muestran que el tiempo que pasan los turistas chinos en la ciudad creció 50% en 2016, más que el de los visitantes de cualquier otro país.
Los analistas señalan que los chinos se están volviendo viajeros más sofisticados, que “su lista de destinos de vacaciones potenciales está aumentando”, y “se inspiran en explorar destinos nuevos y exóticos”.
Entre las atracciones más populares para los turistas chinos se encuentra Jerusalén, en particular la Ciudad Vieja por su valor histórico. También el Mar Muerto y Masada, donde la historia del heroísmo judío les resulta “fascinante”, y Tel Aviv, como metrópoli con una vida cultural de clase mundial.
Señala ItonGadol: “Para algunos viajeros chinos, Israel ha sido una experiencia reveladora. Li Jiayang, quien pasó recientemente dos semanas en Israel, dijo que el viaje fue un punto culminante de su vida, ya que la impactó emocionalmente. ‘Pude aprender y sentir los miles de años de historia que pasaban a través de mí cuando estaba de pie frente al Muro Occidental, y no podía dejar de llorar sin razón’”. Jiayang agregaba: “Este es un lugar para darse cuenta de cuánto conocimiento nos falta todavía por adquirir, para empujarnos a aprender más y mantenernos humildes”.
La explosión en el turismo chino seguirá incrementándose, pues la aerolínea Cathay Pacific comenzará a ofrecer vuelos desde Hong Kong este año.
FE DE ERRATAS
En nuestra edición de la semana pasada, en el artículo “Nunca jamás”, identificamos erróneamente a la señora Ana Madenfrost como sobreviviente del Holocausto. Ofrecemos excusas por la confusión a nuestros lectores y a la señora Madenfrost.