Sami Rozenbaum
Director
U na de las noticias que ha generado polémica en Israel esta semana es la aprobación, por parte del Ejecutivo, de un espacio para el “rezo igualitario” (hombres y mujeres juntos) en un área del Kotel, conocido también como Muro de los Lamentos, en Jerusalén.
Tal como informaron muchos medios en todo el mundo, el primer ministro Benjamín Netanyahu calificó la medida como “una justa y creativa solución”, que además cayó bien entre las comunidades judías de la diáspora, sobre todo la de Estados Unidos, con su importante proporción de tendencias liberales y reformistas del Judaísmo.
Este acuerdo fue producto de más de dos años de negociaciones entre el gobierno israelí, representantes de las Federaciones Judías de Norteamérica, los movimientos conservador y reformista de EEUU y el grupo feminista Nasot HaKotel (“Mujeres del Kotel”). Según el plan, en el sitio en que se encuentra el llamado “Arco de Robinson” se creará un área de aproximadamente 1000 metros cuadrados donde podrán rezar hombres y mujeres juntos, llamada Azarat Israel; esta será la tercera zona del Kotel, al sumarse a las actuales donde oran hombres y mujeres por separado. Esto requerirá realizar trabajos de ampliación y modificaciones a un costo superior a los 10 millones de dólares, que serán cubiertos por el gobierno y, en una proporción menor, la Agencia Judía.
Como indica el portal Jewish Week, la administración de Azarat Israel no estará a cargo del Rabinato, sino que será gestionada por una nueva entidad que incluirá a representantes de Nasot HaKotel y de los movimientos conservador y reformista, y estará encabezada por el presidente de la Agencia Judía, Natán Sharansky.
Pero como en Israel nada es tan simple, ha habido reacciones de inconformidad, no solo entre los ortodoxos sino también entre los propios beneficiados, que en algunos casos no se consideran tales.
Moshe Gafni, diputado a la Knesset por el partido religioso Judaísmo Unido de la Torá, declaró al portal noticioso Walla: “Son un grupo de payasos apuñalando la Torá. Nunca reconoceremos a un grupo de payasos, ni en el Kotel ni en ningún otro lugar”. Gafni preside el Comité de Finanzas del parlamento, por lo que podría bloquear los fondos que requiere el plan, según señala el diario español El País.
Por su parte el movimiento Nasot HaKotel, que durante décadas ha luchado para que se permita a las mujeres rezar en el Kotel con la Torá y usando una versión femenina del talit, expresó su satisfacción. “Se trata de una revolución para las mujeres y para el pluralismo judío en Israel”, escribieron en su página de Facebook.
Pero resulta que existe otro grupo, las Nasot HaKotel “originales”, que se consideran traicionadas, pues no están de acuerdo con que se les restrinja al “Arco de Robinson” ampliado; consideran que ello deslegitimaría su objetivo inicial, que era tener un derecho plenamente igualitario a rezar en cualquier parte del Kotel, usando los mismos rollos de la Torá financiados por el gobierno. Para ellas, Azarat Israel no poseerá la misma importancia ni “sensación de santidad” que el resto del Kotel.
Existe otro grupo femenino, el Foro Religioso de Mujeres de Israel (conocido como Kolej), que estiman que el acuerdo es bueno para los judíos no ortodoxos pero no para su tendencia, que es la “Sionista Ortodoxa”. Pam Greenwood, miembro de la directiva de la Alianza Feminista Judía Ortodoxa de Estados Unidos, dice que tiene sentimientos encontrados: “La feminista ortodoxa que hay en mí no está satisfecha, porque siento que las mujeres deberían poder rezar en el área actual del Kotel con una Torá. La pragmática en mí, sin embargo, está encantada de que se haya llegado a una solución para un estancamiento que llevaba décadas, y que las mujeres podrán encontrarse normalmente en un lugar [con los hombres] sin obstáculos, libres de los insultos y abusos que han enfrentado hasta ahora”.
Sí, Israel es demasiado complicado.
Los judíos llegaron a India hace unos 1500 años, según una investigación genética llevada a cabo por varios institutos de ese país y publicada en el portal Scientific Reports de la revista Nature.
El estudio lo encabezó el Centro de Biología Celular y Molecular de Hyderabad, y para realizarlo se tomaron muestras de ADN a integrantes de las tres principales kehilot hindúes: la de Kochi, los Benei Israel de Mumbai (anterior Bombay), y los Bagdadi de Kolkata (antes Calcuta). Prácticamente no existen evidencias arqueológicas y se cuenta con muy pocos documentos escritos, por lo que hasta ahora había sido muy difícil hacer un seguimiento científico de esta diáspora, una de las menos conocidas.
Hace varios años ya se había demostrado que los judíos europeos poseen una indiscutible raíz genética en el Medio Oriente. En el caso de India, ahora se ha determinado que también existe este vínculo, aunque la investigación halló un importante “flujo genético” con la población local, mayor al europeo. “Los judíos hindúes tienen ancestros fundamentalmente sur-asiáticos, y la proporción genética del Medio Oriente es menor”, señala el diario The Indian Express. “Los análisis revelaron un alto grado de heterogeneidad entre los grupos judíos hindúes, y su proximidad a la población local”. Sin embargo, “el hecho de que existen marcadores genéticos específicos en todos los judíos de India, que no están presentes en las otras poblaciones locales, puede considerarse como un remanente de ancestros compartidos con poblaciones del Medio Oriente”.
Miles de judíos de origen hindú viven en Israel; en 1964, el Rabinato reconoció oficialmente a los Benei Israel como “judíos en todos los aspectos”. En 2005, el Rabino Jefe sefardí Shlomo Amar reconoció también a los Bnei Menashe, de la provincia de Manipur, como descendientes de la “tribu perdida” de Menashe; cientos de ellos han hecho aliá.
Hatzad Hasheni (La Cara de la Verdad), el programa de esclarecimiento creado por la Comisión de Hasbará de la Confederación Latinoamericana Macabi (CLAM), acaba de lanzar una muy útil página web y aplicación para teléfonos móviles: Hasbarapp.
Allí hay cientos de respuestas sobre multitud de temas, preparados para contrarrestar el desconocimiento y los mitos sobre la realidad de Israel y el conflicto del Medio Oriente.
Con frecuencia, personas que conocemos opinan sobre estos temas, quizá de buena fe, pero sin tener idea de la historia ni de la realidad actual; muchas veces no sabemos qué responder. Hasbarapp también permite desmontar innumerables acusaciones falsas que se hacen contra el Estado judío a través de los medios, en universidades y otras muchas instancias.
Un breve video de Gabriel Ben Tasgal, en la página de Facebook de Hatzad Hasheni, explica la utilidad de este nuevo servicio.
Visita www.hasbarapp.org , descarga la aplicación y, como dice Ben Tasgal, “empieza a defenderte con la verdad”.
Hace 7 años y 1 mes que no tenemos representación diplomática de Israel en Venezuela