Sami Rozenbaum, Director NMI
U na firma israelí de ciberinteligencia dice haber hackeado (infiltrado) un chat del Estado Islámico, según reporta The Times of Israel. El grupo de la red social Telegram, en la llamada “web oscura”, incluye a unos 500 activistas de ISIS y difunde propuestas para futuros atentados.
La empresa Intsights fue creada por ex oficiales de inteligencia israelíes, quienes declararon a la televisión que varios de los ataques terroristas que ISIS se ha atribuido recientemente formaban parte de los “objetivos potenciales” indicados por el grupo. Uno de ellos era la iglesia de Normandía, Francia, donde un anciano sacerdote fue asesinado por yijadistas el 26 de julio.
Debe recordarse que la estrategia de ISIS consiste en mostrar los lugares y momentos que consideran más apropiados para ejecutar ataques de alto impacto; la organización se limita a “inspirar” a los fanáticos con su intensa propaganda, por lo cual no necesita disponer de una redconvencional de terroristas. Esto es lo que hace tan difícil prevenir los atentados: no responden a una planificación, sino que se benefician de la espontaneidad de personas radicalizadas a través de internet, quienes pueden actuar en cualquier momento o lugar escogiendo su objetivo entre el “menú” propuesto por la organización.
Alon Arvatz, cofundador de Intsights, reveló al canal 10 de Israel una lista de objetivos recientemente propuestos por el grupo; entre ellos se cuentan varias bases militares que utiliza la fuerza aérea norteamericana. Las marcadas como “prioritarias” se ubican en Kuwait, Bahrein y Arabia Saudita, desde donde la coalición dirigida por EEUU está atacando al Estado Islámico en Siria e Iraq. Un mapa señala, además, la ubicación de bases aéreas en Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, otros países de Europa occidental y, por supuesto, Israel.
Arvatz explicó que Telegram está completamente encriptado, por lo que sus usuarios no temen que alguien intercepte y descifre los mensajes. Claro que ahora que ha sido hackeado por los israelíes el grupo será sin duda eliminado.
F uerzas militares y policiales israelíes, cumpliendo la legislación antiterrorista vigente, destruyeron la vivienda de Muhammad Tarayrah, el joven de 17 años que apuñaló a muerte a la niña Halel Ariel mientras dormía en su casa de Kiriat Arba el pasado 30 de junio. Aunque se trata de una política controversial, el gobierno israelí la considera muy eficaz para disuadir a muchos terroristas palestinos.
Lo llamativo es la forma en que el noticiero RTVE reseñó este hecho el pasado domingo. Según el canal español, tras demoler la casa “los soldados israelíes bailaron sobre sus escombros”. Quien esto escribe ha buscado esa información en muchos portales noticiosos, incluyendo los que son hostiles a Israel, sin encontrar ninguna referencia a semejante “celebración” por parte de los soldados israelíes. Por lo visto fue tan solo una “ñapa informativa” cortesía de los redactores de RTVE.
Nuestra comunidad fue sorprendida la semana pasada por la portada de Las Verdades de Miguel, semanario dedicado a temas políticos. Se trata de un montaje que muestra enprimer plano, de espaldas, a un hombre mayor con sombreroque se asume es un judío ortodoxo, hablando por celular; en la esquina superior aparecen billetes de dólar doblados para formar una estrella de David. Arriba dice “Divisas para Israel”, y abajo, en grandes letras rojas, “Los rabinos de Cadivi”, en referencia a la anterior agencia gubernamental para el cambio de divisas.
La composición no tiene nada que envidiar a las imágenes del antisemitismo clásico que adornaban Der Stürmer, el diario de la Alemania nazi que se especializaba —con trágica eficacia— en promover el antisemitismo.
Esta escandalosa portada invita a leer el correspondiente texto en la página 16. Pero cuando el lector busca un gran reportaje sobre “Los rabinos de Cadivi”, lo único que encuentra es un breve párrafo que se refiere a supuestos manejos ilegales de divisas por parte de ciudadanos y empresas “israelitas”. No se entiende si por “israelitas” el autor quiere decir judíos o israelíes (la portada habla claramente de “Israel”).
El hecho es que la imagen viola de forma flagrante el Código de Ética del Periodista Venezolano, que estipula: “Está prohibida la elaboración de textos e ilustraciones apócrifas o de arreglos o montajes audiovisuales destinados a dañar la fe pública” (artículo 10), y “El periodista comete falta grave cuando comunica de mala fe acusaciones sin pruebas o ataques injustificados a la dignidad, honor y prestigio de personas, instituciones o agrupaciones” (artículo 11).
La portada de Las Verdades de Miguel constituye, de por sí, un acto que denigra a toda la comunidad judía, por lo cual la CAIV envió una carta a su director, Miguel Salazar, la cual puede leerse en nmidigital.com. Asimismo, la Liga Antidifamación (ADL) emitió el 16 de agosto un comunicado que traducimos a continuación:
La Liga Antidifamación expresa su rechazo a la imagen antisemita que apareció en la portada de Las Verdades de Miguel, un semanario venezolano. La edición del 12 de agosto muestra la imagen de un judío en ropas religiosas con una estrella de David compuesta por billetes de dólar, con el titular “Los rabinos de Cadivi”, [en referencia a] la institución gubernamental que administra (sic) el cambio legal de divisas en Venezuela. Adicionalmente, la contraportada contiene una columna escrita por Miguel Salazar, editor del periódico, que se refiere a un presunto reporte sobre el uso ilícito de divisas por parte de empresas “que pertenecen a ciudadanos de origen israelita”.
“Durante varios años hemos visto acusaciones y temas antisemitas en el discurso público venezolano”, declaró Jonathan A. Greenblatt, director ejecutivo de ADL. “Esta escandalosa manifestación gráfica de imágenes antisemitas, desplegada en los puestos de periódicos, es inaceptable y repulsiva. En un momento en que toda Venezuela siente el impacto de serias dificultades económicas, esta portada no solo alimenta los antiguos estereotipos sobre los judíos y su presunto uso inescrupuloso del dinero, sino que acusa peligrosamente a los judíos de tomar ventaja de esta crisis y profundizar la inestabilidad económica en su beneficio”, continuó Greenblatt. “Tales manifestaciones llevan a un empeoramiento del sentido de aislamiento e inseguridad de la comunidad judía venezolana”.
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