Sami Rozenbaum, Director NMI
L a semana pasada, durante las celebraciones de Yom Haatzmaut en Israel, se difundió una historia sorprendente.
Ibrahim Yassin, musulmán nacido en un pueblo chiíta del Líbano, sufrió terriblemente durante la guerra civil que estalló en ese país en 1975. Primero padeció por la invasión siria, pero como reseña un reportaje en el portal PorIsrael, según Yassin “los peores” fueron los miembros de la Organización para la Liberación de Palestina, que habían desatado el conflicto tras crear un Estado dentro del Estado libanés. “Los palestinos ataron a nuestra hija a dos autos y cada uno condujo en una dirección diferente”, dice. “Y ella gritaba, y los autos comenzaron a estirarla. Vi esto frente a mis ojos en el patio trasero de mi casa”.
Luego, tras incontables ataques desde el Líbano hacia Israel, Tzáhal entró en el sur libanés. En esos días la esposa de Ibrahim estaba dando a luz, pero él no tenía forma de trasladarla a un centro asistencial. “No había ningún auto en el pueblo, ninguna clínica ni ninguna comadrona. Una patrulla de las Fuerzas de Defensa de Israel pasó por la carretera. Contrariamente a los procedimientos, los israelíes entraron al pueblo arriesgando sus propias vidas”. No solo eso, sino que los soldados de Tzáhal llamaron a un helicóptero y llevaron a su esposa al Hospital Rambam en Haifa.
Como agradecimiento, Ibrahim comenzó a cooperar con Israel enviando información sobre lo que ocurría en su pueblo. Pero Hezbolá, el movimiento terrorista chiíta, sospechó de él; lo secuestraron junto a su familia y lo mantuvieron en un búnker donde lo interrogaron y torturaron durante dos meses, así como a uno de sus hijos pequeños. Entre otros, fue interrogado por quien se convertiría más tarde en uno de los mayores asesinos de Hezbolá: Imad Mughniyeh, cuyo hijo acaba de ser designado jefe militar de esa organización.
Finalmente lo dejaron libre, pero Ibrahim decidió vengarse: él mismo se unió a Hezbolá, y mientras escalaba posiciones en ese grupo envió información de inteligencia a Israel durante más de una década. Finalmente, en 1997, cuando se consideró que la vida de Ibrahim corría peligro, lo “contrabandearon” a territorio israelí junto a su esposa y cinco hijos.
En este momento viene la parte más asombrosa de la historia: Ibrahim y su familia se convirtieron al Judaísmo y se radicaron en Safed (Tzfat), donde hoy son haredim. Él cambió su nombre y apellido por Abraham Sinai. Uno de sus hijos, Amos, presta servicio militar en el batallón Golani 51 de Tzáhal, y el día de Yom Haatzmaut recibió un galardón como “soldado sobresaliente” de manos del presidente Reuven Rivlin, en el Monte Herzl de Jerusalén.
El reportaje finaliza así: “Después de ser testigo de innumerables muertes y experimentar calamidades en una escala casi bíblica, Abraham construyó una nueva vida. Esta semana no solo celebró la independencia de Israel, sino también su propia independencia”.
Hablando de Hezbolá, esta semana el ex presidente argentino Carlos Menem declaró ante un juez que su hijo fue asesinado por ese grupo terrorista, según recoge el diario israelí Aurora.
Según Menem, el entonces canciller Guido Di Tella le dijo que Hezbolá había sido responsable de la muerte de su hijo, también llamado Carlos, quien perdió la vida en un aparente accidente de helicóptero en 1995. La revelación la hizo el abogado Juan Gabriel Labaké, representante legal de Zulema Yoma, ex esposa de Menem, quien siempre aseguró que su hijo murió en un atentado y no un accidente.
El ex mandatario indicó que Di Tella había obtenido la información de embajadas extranjeras, y pidió que el sistema de justicia desclasifique la información que poseía al respecto el Servicio de Inteligencia del Estado (SIDE), organismo hoy inexistente. Sin embargo, cuando Labaké le hizo preguntas, Menem se negó a ofrecer más información; el abogado considera que se trata de un “invento” y que Menem “esconde algo”.
Ya en 2014, continúa la nota de Aurora, Zulema Yoma había hecho público que su ex esposo le confesó que la muerte de su hijo no ocurrió por la caída del helicóptero sino por un disparo en la frente que fue encubierto. De hecho, según ella su ex marido calificó la muerte de su hijo como “el tercer atentado”, en referencia a los ataques de Hezbolá contra la embajada de Israel en 1992 y la mutual judía AMIA en 1994. Yoma agrega que la ex presidenta Cristina Kirchner también le dijo a la familia que la muerte de “Carlitos” fue un atentado, por lo cual ahora solicita que se le cite a declarar formalmente como testigo.
Otro detalle que reveló Yoma: según ella, el ataque tuvo que ver con narcoterrorismo.
Sadiq Khan fue electo recientemente alcalde de Londres. Se trata del primer musulmán que ocupa tan importante cargo en una capital europea. Khan es miembro del partido Laborista, pero está distanciado de su presidente, Jeremy Corbyn, a quien critica por el antisemitismo que afecta a ese movimiento político. (ver NMI Nº 2008)
El nuevo alcalde ganó las elecciones al derrotar al candidato conservador, Zac Goldsmith, quien es judío. A pesar de este triunfo en la capital, los laboristas sufrieron pérdidas históricas en los comicios debido a las escandalosas afirmaciones del ex alcalde de ese partido, Ken Livingstone, quien asoció a Hitler con el sionismo; por ejemplo, en Escocia los laboristas tuvieron su peor desempeño en un siglo.
En medio de un gran simbolismo, el primer acto protocolar de Sadiq Khan fue asistir a un evento conmemorativo de Yom Hashoá; en la foto aparece con el rabino jefe de la comunidad de Barnet, Ephraim Mirvis.
Con información y foto de Mail Online
¿Cómo lee usted Nuevo Mundo Israelita?
Siempre leo Nuevo Mundo Israelita, y me parece muy bueno. Me gustan mucho los comentarios políticos. A veces me parece que trae muchos avisos, pero entiendo que eso es lo que financia la publicación. ¡Deseo que el periódico continúe así muchos años más!
Silvia Benlevy