Sami Rozenbaum, Director NMI
P odría pensarse que desde que el presidente de EEUU Barack Obama impuso el acuerdo nuclear con Irán, las relaciones entre ambos países serían excelentes. Pues bien, el presidente iraní, Hassan Rohani, amenazó esta semana a EEUU con una “reacción seria y muy fuerte” si ese país no cumple con las “promesas” de levantar totalmente las sanciones impuestas a la República Islámica.
Además, según Hossein Ansari, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, “Estados Unidos ha estado influenciando negativamente a sus socios europeos para que ellos sean reticentes a cumplir lo que han firmado con Irán”.
La molestia de los ayatolas, según explica el portal Infobae, radica en que no se ha dado acceso a Irán a los mercados financieros internacionales. Pero ese tipo de acceso nunca estuvo contemplado en el acuerdo nuclear, como ya le hizo saber el gobierno estadounidense.
Mientras emite estas amenazas verbales y habla de una “traición” de Washington, Teherán ha incrementado significativamente su presencia militar en el Golfo Pérsico; los comandantes iraníes incluso han declarado con arrogancia que los norteamericanos “están asustados ante las capacidades y destrezas militares que Irán está mostrando en la región".
Otro tema que rompe la luna de miel entre Washington y Teherán es que la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó que Irán deberá pagar un total de 2000 millones de dólares a las víctimas y familiares de los ciudadanos estadounidenses muertos o heridos en un ataque terrorista. Se trata del atentado suicida cometido en 1983 contra un cuartel de la Marina estadounidense en Beirut, Líbano, que causó 241 muertos de ese país (además de 59 paracaidistas franceses), y cuya autoría fue de Hezbolá, grupo que responde ante Irán.
Como informa una nota de AP, esta decisión ratifica una decisión de 2012 en la que se dispuso la distribución de dinero iraní congelado en bancos de EEUU para indemnizar a quienes hayan sufrido atentados terroristas cometidos por la República Islámica. Gracias a esta sentencia, más de 1000 estadounidenses recibirán compensación económica.
Los activos de Irán en bancos norteamericanos fueron congelados en 2008; pese a la apelación del Banco Central iraní, la Corte Suprema decidió que estos bienes sean distribuidos entre los afectados.
Israel ganó una en la ONU. The Jerusalem Post reseña que un informe de Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) acaba de otorgar al Estado judío una alta calificación por su sistema de regulación y ejecución, así como por su cooperación internacional sobre el tema, anunció el Ministerio de Justicia israelí.
“Israel ha establecido un marco jurídico global y coherente sobre cooperación internacional en materia penal”, dice el informe de fecha 31 de marzo, que enumera una serie de “éxitos y buenas prácticas”. También afirma que “la batalla contra la corrupción ha sido, y sigue siendo, un asunto de alta prioridad para los órganos ejecutivo, legislativo y judicial” de Israel.
El informe dice asimismo que “Israel es un proveedor de asistencia técnica en forma de conocimiento experto para las autoridades policiales extranjeras, a través del intercambio de inteligencia e información legal de la policía israelí con sus homólogos internacionales”.
Por otra parte, la ONUDD felicita a Israel por “la cantidad significativa de procesamientos a ministros y miembros de la Knesset, la gravedad de las sanciones que aplica para disuadir y castigar los delitos, la coordinación entre la Contraloría del Estado y la Autoridad de Protección de Testigos para los denunciantes, y las reglas para superar las consideraciones de confidencialidad a fin de obtener la información necesaria de los bancos”.
Edición del 30 de abril al 7 de mayo de 1976
Hace cuarenta años, NMI informaba sobre la finalización de las Primeras Macabiadas Nacionales, cuyas competencias se llevaron a cabo en Hebraica y la UIC. Entre las disciplinas deportivas estaba incluida Majanaim, en la que triunfó el Ken Najshón, seguido de Hebraica y el Movimiento Universitario Sionista (MUS).
Una noticia que entristeció a Israel y a nuestra comunidad fue el repentino fallecimiento del general David Elazar, quien había sido jefe de Estado Mayor durante la Guerra de Yom Kipur. El resultado del informe de la Comisión Agranat, que analizó las graves pérdidas sufridas por el país al principio de ese conflicto, lo obligó a renunciar al cargo y le afectó profundamente, lo que quizá motivó el infarto que acabó con su vida a los 51 años de edad. Elazar tenía previsto visitar Venezuela pocas semanas después.
Otra noticia resaltante fue que Israel abrió su frontera norte para recibir refugiados de la guerra civil libanesa, desatada el año anterior por la Organización de Liberación de Palestina contra el gobierno de ese país, y que destruyó la que había sido conocida como “la Suiza del Medio Oriente”. La propuesta de recibir refugiados del Líbano fue de Shimón Peres, entonces ministro de Defensa; al principio se limitó a cristianos que huían del conflicto, pero luego se amplió a drusos e incluso musulmanes. Elías Mattar, israelí cristiano de Haifa que encabezaba el Comité de Ayuda a los Refugiados del Líbano, subrayó la paradoja de que Israel fuera el único país de la región dispuesto a acoger víctimas de la tragedia libanesa.
Esta edición de NMI también informaba que 16 becarios venezolanos estaban emprendiendo viaje a Israel; se trataba de miembros de diversas asociaciones y cooperativas agrícolas de todo el país, quienes participarían en el Plan de Capacitación Agrícola israelí. Este programa fue organizado conjuntamente por el Plan de Becas Gran Mariscal de Ayacucho, Fedeagro (organización sindical del sector agrícola venezolano) y la División de Cooperación Técnica Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel. Antes de su viaje, los becarios recibieron una inducción donde se les instruyó sobre las características del sistema agrícola israelí, el funcionamiento de los kibutzim, así como sobre los programas de capacitación y asistencia técnica que recibían los productores agropecuarios en Venezuela. Eso fue hace cuarenta años.
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Esther Cababie