Sami Rozenbaum, Director NMI
L a semana pasada, obreros que excavaban en una plaza ubicada en pleno corazón de la ciudad de Gaza se toparon con los restos de un templo bizantino, quizá una catedral de hace 1500 años.
A las pocas horas de que la noticia fuera difundida por el Ministerio Palestino de Antigüedades y Turismo y generara interés en todo el mundo cristiano, los restos arqueológicos fueron simplemente arrojados a un lado y los obreros continuaron con su trabajo como si nada, informa The Jerusalem Post.
Semejante desprecio por un hallazgo de gran importancia histórica ha levantado una oleada de protestas, sobre todo porque, según algunas fuentes, el wakf (autoridad religiosa musulmana) de la Franja de Gaza es el que está llevando a cabo la construcción de este nuevo mall para Gaza. “Usaron bulldozers para sacar las antigüedades, y nadie ordenó paralizar los trabajos en este sitio arqueológico tan importante”, escribió indignado el padre Ibrahim Nairuz, sacerdote de la Diócesis Episcopal de Jerusalén, en una carta a Rami Hamdala, primer ministro de la Autoridad Palestina (Cisjordania). “Resulta obvio que el legado cristiano y los seres humanos [cristianos] están siendo atacados en nuestra región”, continuó.
La AP no tiene jurisdicción política en Gaza, pero Nairuz señala: “No he escuchado ninguna protesta pública o privada contra este acto de destrucción”. El sacerdote aprovechó para rechazar que la AP esté dando nombres islámicos a varios lugares sagrados cristianos y judíos en la ciudad cisjordana de Nablus (Shjem), donde vive.
Las redes sociales están hirviendo de protestas de árabes cristianos. Un residente de Nablus, Suleiman Fayumi, comentó: “¿En qué se diferencian los funcionarios del wakf de Gaza de los de ISIS, cuando destruyen antigüedades, tesoros culturales y religiosos con bulldozers?”. Nick Bandak, de Belén, calificó como “una desgracia” y “barbarie” deshacerse de ese modo de restos de una iglesia. “¿Están tratando de cambiar la historia, que ha demostrado que Gaza fue una de las antiguas ciudades de los cristianos en la zona?”.
De acuerdo con el portal www.christiantoday.com , los restos fueron fechados entre los siglos IV y VII, antes de la conquista islámica de la región. En aquella época se construyeron muchas iglesias en Gaza, que era un puerto muy activo habitado por griegos, romanos, judíos, egipcios y persas.
El post de un árabe cristiano llamado Sami Khalil reclama: “¿Dónde están los dirigentes de las iglesias de Jerusalén y el resto del mundo? ¿Dónde están los obispos y arzobispos, y qué los mantiene tan ocupados como para no referirse a este grave incidente que contribuye a la eliminación de nuestra identidad cristiana en Tierra Santa? ¿Dónde están el Vaticano y la Unesco?”. Samir Qumsie, director de la Sociedad Cristiana Unida de Belén, escribió en Facebook: “Este incidente debe darse a conocer para que el mundo sepa la verdad sobre Hamás”.
Hay un detalle que no se debe perder de vista: mientras se hace ruido con la situación de los gazatíes que no tienen vivienda, se está construyendo un centro comercial —uno más— en el centro de Gaza, y al parecer las máximas autoridades locales están metidas en el negocio.
La reanudación de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba ha generado expectativas en Israel sobre la posibilidad de proceder en el mismo sentido, indica una nota del portal Fox News Latino.
Cuba rompió sus vínculos con el Estado judío en 1973 y los medios cubanos son hostiles a Israel, pero nunca se interrumpieron los intercambios culturales y científicos, sobre todo en temas agrícolas. Los turistas israelíes han seguido, además, visitando la isla.
En Cuba viven unos 1500 judíos y tres sinagogas se mantienen activas; los dirigentes de la comunidad local califican sus relaciones con el régimen como “respetuosas, abiertas y sinceras”.
Además de Cuba, los únicos países de la región que han roto unilateralmente sus relaciones diplomáticas con Israel son Bolivia, Nicaragua y Venezuela. Un eventual cambio de postura del gobierno cubano, se presume, podría traer consecuencias también en estos países.
El conocido actor belga Jean-Claude Van Damme estuvo en Israel hace un par de semanas para estudiar Cabalá en Safed (Tzfat). Según el rabino Eyal Reiss, del Centro Internacional de Cabalá ubicado en esa ciudad, la estrella de las artes marciales hizo un curso de Torá y Zohar durante cinco días (un verdadero récord, realmente), reseña The Times of Israel.
La estrella explicó que tras los ataques terroristas de Bruselas, su ciudad natal, quiso encontrar una “guía espiritual” y la buscó en las tradiciones místicas judías.
Lo que llama más la atención fue que el actor subió a Facebook una foto suya tomada frente a las murallas de la Ciudad Vieja de Jerusalén, usando un gorro que decía “Israel” y con las palabras “¡Shalom desde Jerusalén, Israel!”.
Van Damme recibió de inmediato una andanada de críticas e insultos. “Debería decir salam desde Palestina”, le respondió un árabe que logró más de 1300 “me gusta”; otros posts tuvieron el mismo tono. Pero también hubo respuestas favorables, como “Israel te ama”, que acumuló 4700 “me gusta”.
Van Damme, a pesar de sus músculos, no soportó los inesperados ciber-golpes; modificó su mensaje, eliminando las palabras “Shalom” e “Israel”. Ahora solo dice “¡Saludos desde Jerusalén!”.
Recibo NMI los días martes, o sea, que si hay algún evento el fin de semana, me lo pierdo. Pienso que esa es una de las razones por la cual hay poca asistencia o una convocatoria más puntual a los eventos institucionales.
En líneas generales me gusta mucho NMI, tiene artículos bastante interesantes. Hay una previa censura, y siento que no le dan cabida a ciertos artículos, a través de los que el periódico pudiera ser un poco más polémico, más de debate, sin llegar a los insultos. Se debe propiciar el debate en el periódico para que haya motivación para leerlo; siempre la hay, pero con estos debates se logra un índice porcentual mayor de lectores.
Me encanta la diagramación, y hay noticias interesantes de tecnología, de la vida económica de Israel, y también noticias de nuestro colegio, que es muy importante.