E l gobierno polaco arrestó este martes 23 de enero a tres personas bajo el cargo de propagar el fascismo. Se trata de miembros del grupo neonazi Orgullo y Modernidad, que en abril del año pasado llevó a cabo un acto en homenaje a Adolf Hitler en el aniversario de su nacimiento, informa The Times of Israel.

El hecho salió a la luz pública gracias a un programa del canal de noticias TVN24, que el sábado pasado mostró una grabación hecha con una cámara oculta del acto realizado en un bosque del suroeste de Polonia, donde se ve a los participantes –algunos de ellos vestidos con uniformes militares nazis– gritando Sieg Heil y dando fuego a una gran esvástica. El reportaje lo realizaron periodistas que se infiltraron en el grupo.

El programa reveló que Orgullo y Modernidad también estuvo detrás de una manifestación de noviembre pasado en la ciudad de Katowice, durante la cual colgaron en efigie a los legisladores centristas polacos que forman parte del Parlamento Europeo; el motivo fue que estos habían votado contra su propio país en una resolución sobre violaciones a la ley de su gobierno, y por su falta de reacción ante una marcha que los nacionalistas de extrema derecha habían realizado durante el Día de la Independencia (ver foto).

Las revelaciones han generado repulsión en Polonia, país que sufrió terriblemente bajo la ocupación alemana, y donde los nazis establecieron todos los campos de exterminio para la “solución final al problema judío”. Los nazis consideraban a los polacos y demás pueblos eslavos como “subhumanos” –aunque “superiores” a los judíos en su escala racial–, por lo que ver a jóvenes polacos alabando al personaje que desató tantas atrocidades sobre su país ha sido difícil de asimilar. El primer ministro, Mateusz Morawiecki, declaró que no se permitirá el uso de simbología totalitaria y que debe proscribirse a Orgullo y Modernidad.

Pero Grzegorz Schetyna, líder de Plataforma Cívica, el mayor partido de oposición, acusó al partido de gobierno, Ley y Justicia, de haber permitido que crezca el extremismo. Cita como ejemplo que apenas asumió el poder, a finales de 2015, la actual administración eliminó una oficina gubernamental especial dedicada a luchar contra la discriminación y el racismo. A Ley y Justicia la han acusado con frecuencia de hacerse de la vista gorda ante las actividades de la extrema derecha con el fin de asegurarse sus votos, ya que las actitudes xenófobas se han hecho cada vez más comunes en Polonia. Su retórica contra los musulmanes y los inmigrantes se considera un factor en el creciente número de ataques contra personas de tez oscura en el país.

Rafal Pankowski, director de la ONG Nunca Más, que monitorea y enfrenta el extremismo, opina que “la extrema derecha se ha sentido fortalecida durante los últimos dos años, lo que se ha visto en muchas marchas callejeras y ataques racistas”.

Esta es una paradoja pues el gobierno polaco actual fomenta activamente el discurso de que Polonia fue víctima del nazismo, e incluso intenta prohibir que se mencionen siquiera los numerosos casos en que ciudadanos polacos colaboraron en el genocidio de sus compatriotas judíos.