Moré David Chocrón
Muchos filósofos sorprendidos han investigado: ¿Cómo puede ser que la comida aporte a la persona su existencia, siendo algo meramente material si la vida es algo espiritual?
Escribe sobre esto el Shel’a (Shenei Lujot HaBrith): «Ya investigaron los filósofos para saber la razón de como esta unido el Néfesh con el cuerpo a través de la comida, ¿Acaso el alma —Neshamá— requiere de la comida?”. Sin embargo, no lograron encontrar la razón al respecto.
Pero el Ariza’l dijo: “No hay nada que no posea en sí santidad”, y por lo tanto en toda comida del mundo están entremezclados cuerpo y Néfesh.
Lo que observamos de la comida es el cuerpo. La santidad que influye sobre ese alimento en estado natural y le ordena crecer representa el Néfesh y el cuerpo del alimento ambos unidos: ya que el Néfesh del comensal disfruta del Néfesh de la comida, y la parte física de su cuerpo se beneficia de la materia del alimento.
¿A que se asemeja esto?
Imaginemos un aparato eléctrico o electrónico recargable, que mientras más se usa su energía disminuye, por lo que hay que conectarlo nuevamente a la fuente de energía. Por ejemplo: al enchufe de electricidad. Pero si en vez de conectarlo a la fuente de energía le añadimos nuevas partes físicas eso no ayudará, pues este aparato no logrará recibir la energía necesaria mientras le agreguemos más material, sino que necesitará una batería, que es una parte material cargada de energía.
Asimismo ocurre con la comida. Si observamos que el alimento añade vida a la persona, es señal de que la comida no es únicamente materia, sino que también posee una carga espiritual que otorga vida a la Neshamá.
Continua el Shel’a (Rab Yeshayahu Horowitz Z’L) expresando la intención del versículo: «No solo de pan vivirá el hombre, sino de todo lo que salga de la boca del Creador». Por lo tanto, existe una gran importancia en cómo se come, qué se come y cómo debe hacerse, y para ello: comer con alegría, comer Kasher, agradecer a Dios al principio y al final de la comida. Cada hijo de Israel extrae la santidad atrapada en la materia que se encuentra en la comida, y corrige el alma que estaba atrapada en esa comida.
El hijo del Shel’a, Rabí Yehuda Z’L, en su libro Peri HaEtz, escribe que La Torá no fue entregada a los ángeles debido a que ellos son meramente espirituales y están desconectados del materialismo. Am Israel, al ser mitad espirituales y mitad materiales, poseen el potencial de elevar las chispas de Santidad que están en de la comida.
¡Baruj Hashem leolam, amen ve amen!