En la guerra de 2006 murió una niña árabe israelí en el norte, y ante la crítica pública la organización chiíta se disculpó y dijo que había sido “un error”
Ana Jerozolimski*
Los ciudadanos de Israel que residen en la Galilea, tanto judíos como árabes, comparten los riesgos que derivan del estar al alcance de los cohetes, drones y misiles disparados por la organización terrorista Hezbolá desde Líbano hacia el norte de Israel. Unos y otros corren al sonar las alarmas, sufren víctimas y tienen heridos que atender.
La Galilea es una de las zonas en las que vive mayor cantidad de ciudadanos árabes, que son incluso una leve mayoría en esa región. Hay aproximadamente un 53% de población árabe israelí en la Galilea, y el restante 47% son ciudadanos judíos. Los porcentajes son por cierto otros en el resto del país. En Israel, el único Estado judío del mundo, los ciudadanos judíos son aproximadamente el 78% de la población y los árabes constituyen cerca del 22%.
“Ahora somos en realidad un porcentaje aún mayor entre los que se han quedado en la Galilea”, dice el periodista Jalal Bána, residente en la localidad Abu Snan, donde este domingo sonaron las alarmas. Se refiere a la cantidad de poblados evacuados, lo cual se determina de acuerdo a la distancia de la frontera con Líbano.
Dado que la mayor parte de los poblados árabes están unos kilómetros más tierra adentro, casi todos han permanecido en sus casas, mientras que la mayoría de la población judía que se halla a tan corta distancia de la frontera ha sido desalojada por las autoridades.
Jalal cuenta que uno de sus tíos resultó seriamente herido ya el 15 de octubre, o sea unos pocos días después de comenzar los disparos de Hezbolá hacia el norte de Israel. Dos de sus primos también sufrieron algunas heridas, y uno de sus empleados murió por el impacto de un misil.
La ciudad israelí de Kiriat Shmoná, fronteriza con el Líbano, en llamas tras un bombardeo de Hezbolá
(Foto: El Debate)
Otro muerto árabe israelí en la guerra actual en el norte fue el joven Mijail Samara, de Kfar Yasif. Estaba estudiando en el exterior, y cuando llegó de vacaciones hace pocos meses a visitar a su familia resultó gravemente herido al caerle encima fragmentos de un proyectil disparado para interceptar un misil de Hezbolá. Estuvo en coma varios días y finalmente falleció.
En la guerra anterior contra Hezbolá, en 2006, murió una niña árabe israelí en el norte, y ante la crítica pública la organización chiíta se disculpó y dijo que había sido “un error”. Pero no hay errores en esta situación. Los misiles pueden caer sobre cualquiera.
“Vivimos esta situación igual que todos”, dice el ingeniero Saad Kadah de la localidad Kfar Manda. “Tenemos miedo, corremos cuando suenan las alarmas, procuramos resguardarnos para cuidar nuestras vidas. No hay diferencia con la población judía”.
Kadah vive en una casa erigida después de la decisión oficial de hacer obligatoria la inclusión de una habitación blindada que proteja de los cohetes, lo cual da una gran tranquilidad y está comprobado que salva vidas. Su madre vive en una casa de años anteriores, en la que no había un refugio de ese tipo, pero hace un tiempo sus hijos decidieron ampliarla y le construyeron una habitación blindada.
Esa no es la situación en aquellos sitios de estructuras más viejas, donde no ha habido mucha construcción moderna, lo cual sucede en muchas localidades árabes y también en no pocas judías. “Estamos todos en el mismo frente, y los servicios de rescate trabajan para salvarnos a todos”, escribió en sus redes Yoseph Haddad, un conocido influencer árabe israelí cristiano, gran defensor del país, que vive desafiando a quienes hablan de discriminación contra la ciudadanía árabe. Junto a esta idea, publicó un video de las llamas que ardían en Nazaret, ciudad de población árabe, tras el impacto de un misil de Hezbolá.
Uno de los sitios más atacados ha sido Arab el-Aramshe, ubicado a escasos 50 metros de la frontera con Líbano, que fue evacuada. Pero la lista de las localidades árabes en las que suenan las alarmas es extensa. Muchos nombres se han agregado desde el viernes 20 por la noche, al ampliarse el alcance del fuego con el disparo de misiles capaces de llegar más lejos por parte de Hezbolá.
Esta es una lista de esas localidades, casi todas con mayoría árabe musulmana, muchas de población mixta de musulmanes y cristianos, a veces también con drusos y algunas aldeas drusas: Nazaret, Shfaram, Jish (la única localidad de Israel en la que la población es mayoritariamente de cristianos maronitas), Arab al-Aramshe, Daliyat al-Karmel, Isfiya, Bustan al-Marj, Manshiya Zabda, Basmat Tab’un, Iksal, Ed-Dahi, Zarzir, Hajajre, Yafia, Nein, Sulam, Ilut (donde hubo heridos), Ka’abiyye, Kafr Tabbash, Ka’abiyye Tabbash, Reineh, Mashhad, Khawaled, Kfar Manda, Zarzir, Hajajre, Bir al-Maksur Al-Batuf, Sawad Humeria, Ras Ali, Ein Mahil, Kfar Kana, Rumat al-Heib, Rumana, Uzeir, Dmeide, Kaukab Abu al-Hija, Ibillin, Shekhanya. En cada lado existe el mismo riesgo que en el resto de la región.
“Los árabes tienen tanto miedo como los judíos de los ataques de Hezbolá, y saben que si Hezbolá lograra invadir la Galilea los asesinarían a ellos también, porque los ven como traidores ya que tienen cédula y pasaporte israelí”
El periodista judío Eran Zinger, de la radio y televisión pública, especializado en programas sobre la ciudadanía árabe israelí, explica que “hay particularidades en la forma en que los árabes de Israel lidian con la situación, porque desde el 7 de octubre sienten la desconfianza hacia ellos, y no es sencillo”.
Por otra parte, le consta claramente que “tienen tanto miedo como los judíos de los ataques de Hezbolá, y saben que si Hezbolá lograra invadir la Galilea los asesinarían a ellos también, porque los ven como traidores ya que tienen cédula y pasaporte israelí”.
El ingeniero Saad Kadah lo resume con claridad: “Si uno analiza la ideología de Hezbolá, puede hablar de expansionismo, ya que vemos el papel de Irán en Líbano, en Yemen, en Iraq. Pero si analizamos sus prácticas, lo tengo claro: es terrorismo”.
*Internacionalista, directora de Semanario Hebreo (Montevideo) y semanariohebreojai.com.
Fuente: El Debate (eldebate.com).
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