C uando los Juegos Olímpicos se inauguren este viernes, Israel mostrará con orgullo su mayor delegación olímpica hasta la fecha, con 47 atletas que competirán en 17 disciplinas.
Entre ellos se encuentra Laetitia Beck, nieta de un sobreviviente del Holocausto; Lonah Chemtai, maratonista de madre keniana; y Ron Darmon, el primer triatleta que representa a Israel en unas olimpíadas. Israelíes y judíos alrededor del mundo mostrarán su apoyo al equipo israelí, que no logró obtener medallas en Londres 2012 cuando la delegación fue de 37 deportistas.
Se espera que unos 10.000 turistas israelíes asistan a los juegos, los que se sumarán a la comunidad judía local de 40.000 miembros, así como otros del resto de Brasil y el mundo.
“Somos un equipo pequeño comparado con los de otros países, pero tenemos calidad y determinación”, aseguró a la delegación el presidente del Comité Olímpico de Israel, Igal Carmi, durante una reunión en la residencia del presidente Reuven Rivlin antes de partir a Brasil. “Estoy muy orgulloso de este equipo. Estamos listos para competir en los niveles más altos”.
Una de las mayores esperanzas olímpicas del país, la gimnasta rítmica Neta Rivkin, portará la bandera de Israel en la ceremonia inaugural. “Cuando me lo dijeron sentí que estaba cumpliendo otro sueño”, dijo durante la reunión. “En nombre de todos los atletas, puedo prometer que haremos lo mejor posible. Queremos llevarle momentos de alegría al pueblo de Israel”.
Algunos de los competidores llegaron a Brasil con anticipación para aclimatarse. Prefiriendo evitar el bullicio de Río, muchos se trasladaron a São Paulo, la ciudad más grande y centro financiero del país, donde reside su mayor comunidad judía. Aunque está a 400 kilómetros de la Villa Olímpica, Hebraica São Paulo, un enorme complejo y centro comunitario, fue elegido como lugar de entrenamiento para los equipos de natación, polo acuático, baloncesto, gimnasia, balonmano, judo, tiro, tenis y voleibol de Israel y Japón.
“La mitad de la delegación israelí está entrenando en Hebraica”, dice Avi Gelberg, presidente de ese centro. “Como judíos estamos muy orgullosos de poder estar cerca de los atletas israelíes, ayudar en su preparación, y, ¿por qué no?, contribuir a su éxito”.
Aparte de presidir el mayor club deportivo judío del mundo, Gelberg, quien nació en Haifa, también dirige la organización Macabi de Brasil. “Ser sede de los Juegos Olímpicos es un gran orgullo”, afirma. “A pesar de los problemas políticos, la corrupción, el zika, la contaminación y demás, estoy seguro de que Brasil realizará unos juegos excelentes, así como lo hicimos en el Mundial de Fútbol de 2014”. Y añade: “Israel será capaz de presentarse en una forma positiva, más allá del conflicto”. Gelberg fungirá también como asistente de la delegación israelí, que además cuenta con 34 entrenadores y 25 personas de apoyo.
Habiendo participado en 16 olimpíadas, Israel ha ganado siete medallas en judo, velerismo y canotaje. El único medallista de oro fue Gal Friedman en windsurf en los juegos de Atenas 2004, quien ya había obtenido medalla de bronce en Atlanta en 1996.
Ni las noticias recientes sobre terroristas islamistas —que han emitido órdenes a “lobos solitarios” para llevar a cabo ataques contra la delegación israelí— ni la detención en Brasil de 12 personas que presuntamente habían jurado lealtad al Estado Islámico a través de las redes sociales, parece ser motivo de preocupación para los miembros del equipo de Israel. “No tenemos ninguna inquietud de seguridad. Ninguna en absoluto. Nos sentimos muy seguros. Obviamente no podemos hablar mucho sobre eso”, indicó a JTA Danny Oren, director deportivo de la delegación.
Oren y el resto del equipo israelí están emocionados por la ceremonia de apertura del viernes por la noche. Sin embargo, no estarán acompañados por el funcionario israelí de mayor rango que asistirá a los juegos. Miri Regev, ministra de Cultura y Deportes, quien no es observante, sorprendió a todos cuando anunció: “El Shabat, nuestro día nacional de descanso, es uno de los regalos más importantes que el pueblo judío ha dado a la cultura de la humanidad. Como representante del Estado de Israel, único Estado judío en el planeta, desafortunadamente no podré tomar parte de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, ya que ello requeriría que yo violara este día sagrado”.
Uno de los momentos más esperados de los israelíes en Río será la ceremonia para honrar la memoria de los once atletas asesinados en los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972, que tendrá lugar en la sede de la alcaldía de Río el 14 de agosto. El acto ha sido organizado conjuntamente por el Comité Olímpico Internacional, el de Brasil y el de Israel.
“El alcalde abrirá las puertas de su casa en un gesto de gran amistad hacia la comunidad judía brasileña y el pueblo de Israel”, señaló el cónsul honorario en Río, Osias Wurman.
Durante el acto de despedida en la residencia presidencial en Jerusalén, Miri Regev se refirió a algunos países, que no quiso mencionar, que no reconocen e Israel y no permiten a sus atletas competir contra israelíes: “Desafortunadamente, aún hoy existen naciones que explotan los Juegos Olímpicos con fines políticos y discriminan a los atletas de Israel. Esto representa el nuevo antisemitismo, y debemos luchar contra él. Cuando ustedes se encuentren en los campos y salones de los eventos olímpicos, recuerden que un país entero está orando por su triunfo”.
El presidente Rivlin agregó: “Su preparación ha sido magnífica, y ahora es el momento de cosechar el fruto de sus esfuerzos. Creemos en ustedes, y sabemos que pueden y lograrán regresar a casa con medallas olímpicas”.
Con información y foto de The Times of Israel.
Traducción NMI.