Yue Ting Kong
Cuando uno piensa en la Edad Media en Europa, imagina señores feudales, caballeros, y campesinos viviendo en la miseria. Pocos tienen en cuenta los grandes tesoros artísticos y literarios de la época, como una Biblia hebrea, rebosante de hermosas obras de arte y rica información, que la casa Sotheby’s de Nueva York subastó este 10 de septiembre.
El precio de la Biblia Shem Tov, de 700 años de antigüedad, había sido estimado en 5 millones de dólares, y el subastador abrió la venta en 4 millones. Hubo una breve guerra de ofertas al principio, con al menos dos postores en la sala luchando por la pieza. Una vez que el lote alcanzó la marca de los 5 millones de dólares, se convirtió en una batalla telefónica, con tres postores luchando por comprarla. Finalmente, el director global del Departamento de Libros y Manuscritos, Richard Austin, ganó la Biblia para su cliente, con la paleta número 13, por 5,8 millones de dólares. Incluyendo los honorarios correspondientes, se vendió por un total de 6,9 millones de dólares.
La Biblia de Shem Tov ben Abraham Ben Gaón cuenta con 768 páginas y una multitud de complejas ilustraciones
(Foto: Sotheby’s)
Este manuscrito ha recorrido un largo camino para llegar a las salas de subastas, habiendo empezado en España antes de viajar por el Mediterráneo y Europa, a manos de los eminentes coleccionistas David Solomon Sassoon y Jacqui Safra. La última vez que estuvo en subasta se vendió por 825.000 dólares, una cantidad récord en ese momento.
El rabino Shem Tov ben Abraham Ben Gaón, más conocido como Ibn Gaón, nació en 1283 en Soria, en el Reino de Castilla, una ciudad con una gran población judía. En su juventud, Ibn Gaón viajó a Barcelona y Tudela para estudiar y escribir sobre las leyes judías.
Durante sus trabajos académicos, Ibn Gaón comenzó a escribir su proyecto más desafiante y ambicioso: esta versión de la Biblia hebrea. Los distintos tonos de tinta de la Biblia Shem Tov indican que se escribió a lo largo de varios años, y la información indica que Ibn Gaón la terminó en 1312 en su ciudad natal, Soria.
En 1315, Ibn Gaón abandonó Castilla para trasladarse al Levante, entonces bajo el gobierno del sultanato mameluco. Ibn Gaón falleció en 1330, pero la obra permaneció en la región y se la citó en sentencias judiciales tanto en Egipto como en Siria, posiblemente trasladándose entre las dos regiones. Finalmente sería llevada a Túnez, en el norte de África, y para principios del siglo XX estaba en Trípoli, Libia.
Varios coleccionistas intentaron sin éxito adquirir el manuscrito, hasta que David Solomon Sassoon (1880-1942) lo compró por 85 libras esterlinas en 1909. Sassoon mandó a reparar la encuadernación, y la Biblia pasó a formar parte de su rica colección de más de 500 obras.
Tras la muerte de Sassoon, la casa de subastas Sotheby’s de Nueva York la vendió en diciembre de 1984 por una cifra récord de 825.000 dólares estadounidenses. Después fue exhibida en varias exposiciones, antes de ser comprada en 1994 por otro coleccionista de manuscritos judíos, Jacqui Safra, por una cantidad desconocida. Jacqui es descendiente de la familia bancaria Safra, cuya importante firma de inversiones opera desde Ginebra.
En la página 279 de la Biblia Shem Tov puede verse (a la derecha) una referencia al Códice Hilleli, hoy perdido
(Foto: Sotheby’s)
La familia Safra es originaria de Siria, pero tuvo su gran éxito en Beirut, Líbano. El patriarca, Jacob Safra, abrió su primer banco allí en 1920, y aprovechó el colapso del Imperio Otomano para expandir sus servicios y presencia en todo el Medio Oriente.
Jacqui Safra pertenece a la tercera generación de banqueros Safra, y trabaja en la sede estadounidense. La compañía ha participado en inversiones inmobiliarias en Irlanda, en la producción cinematográfica, y es propietaria de la Enciclopedia Británica. Jacqui Safra, al igual que Sassoon, es un coleccionista de alto nivel de textos judíos históricos.
Curiosamente, Safra compró otra obra de la colección del viejo Sassoon, el Codex Sassoon. Denominado con el nombre de su más famoso propietario, el Codex Sassoon también fue vendido por Sotheby’s de Nueva York por un precio récord para un manuscrito en mayo de 2023.
Académicamente, esta Biblia es vital, ya que se basa en el Códice Hilleli. Escrito alrededor del año 600 de la era común, el Códice Hilleli fue considerado una de las versiones más precisas de la Biblia hebrea original antes de perderse. La Biblia Shem Tov cita a menudo el Códice Hilleli, lo que la convierte en un vínculo importante con ese texto perdido.
Otros motivos académicos hacen que la Biblia Shem Tov sea extremadamente interesante. Está claro que Ibn Gaón se basó en una variedad de eruditos. Lo más fascinante fue su elección de priorizar la interpretación babilónica de la ley y la práctica judías sobre las fuentes «occidentales».
Estilísticamente, la obra es muy representativa de la cultura y la naturaleza de la Iberia medieval. Gran parte de la Península había estado bajo control musulmán, por lo que la influencia artística islámica se puede ver a través del uso de elementos como los arcos en herradura en la parte superior de algunas páginas, algo común en la arquitectura árabe en España.
Además, se cree que el artista de la obra estaba en estrecho contacto con Ibn Gaón, o que el propio Ibn Gaón fue el artista. Esto se debe a que las ilustraciones del manuscrito casi siempre coinciden con lo que aparece en el texto de la misma página. Por ejemplo, en la página 99, cuando se menciona un reptil, se puede ver un uróboros, serpiente que se muerde la cola.
Fuente: The Value (en.thevalue.com).
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.