Sermonear a Israel sobre las muertes de civiles es hipócrita; Estados Unidos debería saberlo mejor, dado su historial.
Micah Halpern*
Francamente, la hipocresía y la actitud santurrona de Estados Unidos hacia Israel es verdaderamente exasperante.
El Pentágono anunció recientemente que el año pasado, concretamente el 3 de mayo de 2023, mató por error a un civil. No fue solo una bala errante y equivocada lo que lo mató. El ejército de Estados Unidos había seguido a un pastor de 53 años en el norte de Siria con un dron Predator altamente sofisticado; y luego lanzaron un misil Hellfire que lo hizo volar en pedazos. El Hellfire, una bomba inteligente guiada, no es muy grande; mide alrededor de metro y medio de largo, pero el costo es descomunal: alrededor de 150.000 dólares por misil. El Predator, sin embargo, es un dron enorme. Mide 8,5 metros de largo y tiene una envergadura de entre 15 y 20 metros.
Resulta que Estados Unidos rastreó a un simple pastor llamado Lufti Hassan Masto, pensando que era un líder de al-Qaeda. Ellos estaban equivocados. Un año después, tras “una investigación exhaustiva”, el Pentágono admitió su error.
El Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, recorre con el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, el cruce fronterizo de Kerem Shalom la semana pasada
(Foto: Reuters)
¡Ups!
Fue un error muy costoso. No solo en pérdidas monetarias, sino también, quizá más importante, en credibilidad. Deja claro que Estados Unidos también comete errores. Estados Unidos también mata a civiles en la guerra. Por supuesto que lo hacen.
Lamentablemente, la muerte de civiles forma parte del costo de la guerra. Las naciones buenas no atacan a civiles inocentes. Las naciones buenas, como Israel y Estados Unidos, hacen todo lo posible para minimizar las bajas civiles.
Y, sin embargo, al mismo tiempo que EEUU admite abiertamente su error (aunque un año después), están crucificando a Israel (juego de palabras) por las muertes de civiles, por lo que el Pentágono llama eufemísticamente “daños colaterales”. Lo irritante es que Estados Unidos admite que hace exactamente lo que le pide a Israel que no haga. Un puro caso de estilo militar de “haz lo que digo, no lo que hago”.
Y, por favor, no piensen ni por un momento que Estados Unidos mató accidentalmente a un solo civil.
Según un artículo publicado en The Guardian el 7 de septiembre de 2021, Estados Unidos es responsable de la matanza de al menos 22.000 civiles, quizá hasta 48.000, desde el 11 de septiembre de 2001. El subtítulo del artículo dice: “Cifras basadas en el número reportado de ataques aéreos estadounidenses resaltan el costo humano de los 20 años de ‘guerra contra el terrorismo’”.
He aquí unos ejemplos:
El 29 de agosto de 2021, en Kabul, Estados Unidos falló en un ataque con aviones no tripulados que mató a 10 personas inocentes, incluidos siete niños que huían de la capital. El Pentágono tardó meses en admitir el error, insistiendo en que el auto estaba cargado de terroristas y armas, motivo de la enorme explosión. Al final, en el vehículo viajaba la familia de uno de los ayudantes estadounidenses en Afganistán. Estados Unidos lo mató a él y a su familia por error. Meses después, el 4 de noviembre, el Pentágono calificó estas muertes como “un error honesto”.
En septiembre de 2019, Estados Unidos atacó a los talibanes pero, en cambio, bombardeó una fiesta de boda y mató al menos a 40 civiles.
Más que un simple doble rasero, la constante arenga de Estados Unidos a Israel sobre las muertes de inocentes —muertes accidentales de inocentes, muertes inevitables de inocentes en tiempos de guerra— constituye un ataque inmoral contra un ejército ético que está haciendo todo lo posible para evitar las víctimas civiles
En Siria, en 2019, Estados Unidos atacó y mató por error a decenas de mujeres y niños.
La lista sigue.
Un informe que leí eleva a 140.000 el total de civiles inocentes asesinados por Estados Unidos mediante ataques con drones y misiles. Puede que sea una exageración, pero aun así las cifras son enormes.
En enero de 2022, el Pentágono se comprometió a ser más trasparente sobre estos errores, razón por la cual ahora escuchamos sobre ellos. Sin duda, eso es algo bueno. También señala claramente que Estados Unidos y el Pentágono saben muy bien que, a veces, civiles inocentes resultan heridos en la guerra. Y, sin embargo, no ofrecen esa misma comprensión a Israel.
En realidad, Estados Unidos se niega a extender ese mismo entendimiento a Israel, el país que, según todos los demás informes, ha establecido el estándar de oro para las tasas de muerte de civiles.
En cambio, EEUU persiste en castigar públicamente a Israel por las muertes de civiles, sabiendo muy bien, como todos sabemos, que Hamás se esconde detrás de civiles e instituciones civiles como escuelas, mezquitas y hospitales. Sabiendo que Hamás utiliza a sus propios civiles inocentes como escudos humanos.
Más que un simple doble rasero, la constante arenga de Estados Unidos a Israel sobre las muertes de inocentes —muertes accidentales de inocentes, muertes inevitables de inocentes en tiempos de guerra— constituye un ataque inmoral contra un ejército ético que está haciendo todo lo posible para evitar las víctimas civiles.
Las FDI están haciendo todo lo posible para evitar muertes de civiles, incluso al punto de poner en peligro a sus propias fuerzas, y Estados Unidos lo sabe muy bien.
Entonces, si bien aplaudo al Pentágono por admitir que mataron por error a un pastor sirio, simplemente desearía que aplicaran a Israel el mismo estándar que se aplican a ellos mismos. Pero por ahora, ese acto de comprensión y reconocimiento global no parece encajar en su agenda.
Más que irritante, es vergonzoso.
*Columnista y comentarista social y político.
Fuente: The Jerusalem Post.
Traducción Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.
Hagari: “Los desacuerdos los resolvemos a puerta cerrada”
Las Fuerzas de Defensa de Israel parecieron minimizar este miércoles la aparentemente sin precedentes interrupción de un envío de armas por parte de la administración estadounidense, preocupada por la perspectiva de una importante operación israelí en la ciudad gazatí de Rafah, diciendo que los aliados resuelven cualquier desacuerdo «a puerta cerrada».
Cuando se le preguntó sobre el tema en una conferencia de Tel Aviv organizada por el periódico Yediot Aharonot, el principal portavoz militar, contralmirante Daniel Hagari, describió la coordinación entre Israel y Estados Unidos como algo que tiene «un alcance sin precedentes, creo, en la historia de Israel».
Con información de The Times of Israel.