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José Ignacio Rodríguez*
I srael es el país más influyente del mundo. La nación de la cual todos hablan, negativa o positivamente, es sin duda Israel. No hay país, nación o pueblo al que se mencione tanto, en todo lugar, en todo tiempo y a lo largo de toda la historia de la humanidad, como el pueblo hebreo.
El moderno Israel es un reflejo de su historia. La casualidad no existe en el proceso de gestación de un pueblo tan especial y único como lo es Israel. No existen el azar, la suerte, las casualidades, la conjunción de factores o el alineamiento de las estrellas que pudiera justificar o explicar la influencia de Israel en el mundo. El Pueblo Hebreo, con mayúsculas, se creó por la voluntad soberana del cielo. Una divina decisión de divinas consecuencias para toda la humanidad.
El mundo no estaría al nivel tecnológico actual sin el desarrollo técnico, la experimentación constante, los conocimientos compartidos y la visión de futuro de una nación pionera en todo. La conquista de los desiertos para convertirlos en vergeles de abundante vegetación es una hazaña que solo, repito, solo los judíos han logrado y mantenido, en tan áridos e improductivos lugares como los pantanos y desiertos del mundo. La visión de un desierto produciendo alimentos y generando abundante variedad de especies vegetales solo es posible en el actual Israel.
Los factores básicos que permiten el progreso y desarrollo de una nación son el agua, la tierra fértil, la producción de alimentos y la reproducción ganadera. La última maravilla tecnológica que está aportando Israel al mundo es una máquina que extrae la humedad del aire convirtiéndola en agua potable. Un problema muy importante, el de la falta de agua, que es la primera amenaza a la humanidad. Sin agua no hay vida. Aquí de nuevo se deja sentir la positiva influencia de Israel en el mundo.
La producción de agua y alimentos está altamente desarrollada en Israel, donde cumple una función básica de autoabastecimiento, que le permite exportar a medio mundo una calidad extraordinaria. No, no es casualidad que los desiertos de Israel florezcan, se renueven, produzcan y se vuelvan verdes. El esfuerzo, el trabajo y la constante dedicación producen frutos, para uno mismo y para los demás.
La cooperación internacional de Israel con otros países está permitiendo que esas naciones puedan abastecerse de las necesidades básicas de alimentos para las personas y para la producción ganadera.
El esfuerzo de generación tras generación no solo ha sido de carácter físico o humano. La motivación de regresar a la Tierra Prometida se tradujo en visión, esperanza y creatividad. Un sueño, el de todo un pueblo, de tener un Hogar Nacional seguro, para la protección y el desarrollo de las sucesivas generaciones. Mantener vivo ese sueño hizo que todos los judíos, como un solo hombre, determinasen avanzar hacia un futuro prometido y comprometedor. Israel, como nación, está comprometida con la humanidad a ser un referente, un estandarte de valor y un faro luminoso que guíe a las naciones en los oscuros momentos de la historia.
En este corto espacio físico, en forma de artículo de opinión, no podemos hacer un repaso de las incontables actuaciones de positiva influencia de Israel en el mundo, pero podemos dejar constancia de algunas de ellas. La influencia positiva de Israel es más que evidente y más que necesaria. A nosotros nos toca, como amigos de Israel, darla a conocer con una sana actitud de reconocimiento y agradecimiento a los judíos en general, y a Israel como nación en particular.
¡Gracias, amigos, por seguir influyendo positivamente en el mundo como lo están haciendo!
*Analista español de la política internacional, columnista en varios medios.
Fuente: Aurora. Versión NMI.
“Jaya Zissel Braun fue asesinada en su primer viaje de vuelta desde el Kótel (mal llamado Muro de los Lamentos), donde la población judía autóctona de Israel sigue rezando a la sombra del santuario establecido allí por los colonizadores musulmanes, desde allí los colonos musulmanes racistas lanzan piedras sobre los fieles judíos”.
Léalo en “Estado de Israel”: http://bit.ly/2qSTj4T
“Cuando hablamos de lo que son hoy los territorios palestinos, Eid es también muy claro: ‘Si miras a la Autoridad Nacional Palestina en Cisjordania o a Hamás en Gaza son como cualquier otra dictadura en el mundo’, dice, recordando que Mahmud Abbas es una persona ‘que ha crecido y se ha desarrollado en dictaduras: en Egipto, Libia, Siria, Jordania o Yemen, así que tanto él como Hamás son simplemente un ejemplo más de las dictaduras árabes’”.
Véalo en Hatzad Hashení: http://bit.ly/2qT8LO6