Rav Baruj Leff
Pésaj tiene su Séder. Purim la lectura de la Meguilá. Janucá tiene su menorá. Sucot tiene su sucá.
Shavuot pareciera ser una festividad bastante vacía en el aspecto de mitzvot, rituales y mandamientos. Es cierto, en Shavuot muchos acostumbran a permanecer despiertos toda la noche estudiando Torá, pero hacerlo es una costumbre, no una ley obligatoria. La Torá no prescribe ninguna directiva particular para realizar en Shavuot. Este aspecto único de Shavuot, en contraste con las otras festividades, es bastante sorprendente.
Con certeza, Shavuot es la festividad más importante e inspiradora del año. Las otras festividades derivan su validez, tanto legal como espiritual, de la entrega de la Torá que ocurrió en Shavuot. Entonces, ¿por qué debemos esforzarnos para encontrarle el sentido a esta festividad? Además de las ofrendas especiales que se llevaban al Templo en Shavuot, ¿por qué la Torá no nos ayuda, como lo hace con las otras festividades, exigiendo una observancia que conmemore la entrega de la Torá? ¿Por qué en Shavuot no es obligatorio relatar la historia del Sinaí, tal como en Pésaj debemos relatar el éxodo?
Más preguntas:
El nombre Shavuot significa festividad de las semanas. La llamamos así en el shemoná esré de la festividad. El nombre deriva de versículos en varios lugares de la Torá. En Shemot 34:22 se le llama la festividad de Shavuot, mientras que en Devarim 16:9-10 la Torá declara: “Siete semanas contarás para ti, desde la primera vez que se use la hoz sobre las espigas erguidas comenzarás a contar siete semanas. Luego observarás la Festividad de las Semanas”.
Vemos claramente que el nombre semanas describe la culminación de la cuenta de 49 días/7 semanas que comenzó en Pésaj.
Es extraño. ¿No hubiese sido más lógico que la festividad se llamara la festividad de la Torá? Incluso si por alguna razón ese nombre no fuera adecuado, el nombre semanas resulta poco expresivo y accesorio. Es cierto, acabamos de completar la cuenta de siete semanas, ¿pero por qué es importante que se llame la festividad de las semanas? ¿Qué celebramos, las semanas que contamos o el día de la entrega de la Torá?
Además, la Torá nunca se refiere a Shavuot con una fecha particular del calendario, como lo hace con las otras festividades. Pésaj es el 15 de Nisán, Sucot el 15 de Tishrei, etc. Sin embargo, Shavuot es siete semanas o 49 días después de Pésaj. Teóricamente, esto implica que si nadie contara las siete semanas, Shavuot no ocurriría ese año. Shavuot solo puede existir cuando tienen lugar los preparativos de la cuenta. ¿Por qué Shavuot es único en este sentido?
Con certeza, Shavuot es la festividad más importante e inspiradora del año. Las otras festividades derivan su validez, tanto legal como espiritual, de la entrega de la Torá que ocurrió en Shavuot. Entonces, ¿por qué debemos esforzarnos para encontrarle el sentido a esta festividad?
Todo pareciera indicar que, en realidad, disfrutamos las semanas. El objetivo del período de la cuenta es permitirnos prepararnos para recibir la Torá. No podemos esperar aceptar la Torá sin la preparación adecuada. Al recibir la Torá, entramos en un matrimonio con Dios. Todo buen matrimonio consta de un hombre y una mujer que crecieron espiritual y emocionalmente como individuos durante toda su vida, y de esa manera se prepararon para unirse con otra persona. Sin la preparación adecuada, el matrimonio comienza sobre un suelo inestable.
De la misma forma debemos prepararnos para la entrega de la Torá. Si no nos preparamos para recibir la Torá, es imposible que sus objetivos, directivas e instrucciones lleguen a nuestra esencia y tengan impacto. Primero debemos convertirnos en personas dignas de escuchar el sofisticado mensaje de la Torá. Debemos trabajar nuestras cualidades de carácter, y solo entonces podremos utilizar y aplicar la Torá. Esta idea la encontramos en Pirkei Avot (3:21): “Si no hay buenas cualidades (dérej éretz), no hay Torá”.
Por eso Dios fijó una festividad en la que disfrutamos de las semanas que dedicamos a prepararnos para Shavuot. Nos deleitamos de las hermosas y refinadas personas en que nos convertimos como resultado de esas siete semanas, porque sabemos que solo gracias a ese gran crecimiento personal tenemos el mérito de recibir la Torá y concretar los planes de Dios para el mundo, al seguir Sus Instrucciones para la Vida.
Al celebrar la cuenta y los preparativos le damos vida a la idea de que la Torá es algo fundamental en nuestra vida y no solo un estudio intelectual, incluso si la estudiamos con las mejores y más sagradas intenciones. El objetivo del estudio es tener un impacto sobre nuestros actos y pensamientos a través del cumplimiento de las 613 leyes de la Torá. En Shavuot aceptamos la Torá en su completitud, y nos volvemos a comprometer con ella.
Esto clarifica un error común con respecto a Shavuot y nos lleva nuevamente a la pregunta inicial: por qué Shavuot no tiene ninguna mitzvá específica.
En general, se entiende que el foco principal de Shavuot es Talmud Torá, el mandamiento de estudiar Torá. Si bien esto puede ser cierto sobre la base base de la cantidad de tiempo que le dedicamos (estudiamos durante toda la noche de Shavuot), de todas maneras es erróneo.
El objetivo principal de Shavuot es restablecer nuestra conexión con la Torá, con todas sus leyes, porque fue en este día cuando la recibimos. Cuando experimentamos una festividad no solo conmemoramos un evento, sino que lo revivimos. Cada festividad es una oportunidad para crecer, porque contiene las fuerzas espirituales que se liberaron con determinado evento histórico.
En Shavuot el pueblo judío recibió y aceptó la Torá. Por lo tanto cada año aceptamos la Torá nuevamente, y debemos encontrar en nuestro servicio personal a Dios la manera de fortalecer nuestro compromiso con la Torá.
Todo pareciera indicar que, en realidad, disfrutamos las semanas. El objetivo del período de la cuenta es permitirnos prepararnos para recibir la Torá
Quizá por esta razón la Torá no prescribe ninguna observancia ritual particular para Shavuot. En las otras festividades, la Torá da directivas específicas tanto en la letra como en el espíritu de las leyes. En ocasiones uno puede llegar a perderse en el cumplimiento del ritual, y no lograr un crecimiento general significativo debido a la falta de concentración en el significado de la festividad. La Torá reconoce esto pero, en la mayoría de las festividades, permite que el cumplimiento de una mitzvá sea suficiente.
Sin embargo, en Shavuot la Torá no quiere que nos distraigamos cumpliendo un mandamiento específico. La entrega de la Torá es demasiado poderosa y abarcadora para permitir que cualquier ritual específico a través de una acción física sea significativo. La Torá incluye todos los mandamientos. La obligación de cumplir una mitzvá en el día de Shavuot disminuiría (en lugar de incrementar) el objetivo general de volver a comprometernos con toda la Torá.
En Shavuot estudiamos toda la noche tanto como nos es posible, para mostrar lo valiosa que la Torá es para nosotros y para expresar nuestro gran deseo de saber toda la Torá Divina. Solo a través del conocimiento de la Torá podemos llegar a mejorar nuestras cualidades personales. Y solo gracias al conocimiento de la Torá podemos esperar llegar a comprometernos nuevamente con ella y con sus leyes.
Estudia duro en Shavuot, pero también recuerda volver a aceptar toda la Torá, los 613 mandamientos.
Fuente: aishlatino.com.
Versión NMI.