Gidon Ben-Zvi*
La Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos (PCUSA), que supuestamente es la denominación presbiteriana más grande de ese país, votó el 28 de junio para declarar a Israel un estado de apartheid y establecer un Día de Conmemoración de la Nakba. La organización también aprobó otras dos resoluciones que critican al Estado judío.
Pero en marcado contraste con su postura decididamente antiisraelí, PCUSA permanece en silencio sobre el tema de la persecución cristiana en la Franja de Gaza controlada por Hamás.
La resolución de PCUSA titulada “Sobre el reconocimiento de que las leyes, políticas y prácticas de Israel constituyen apartheid contra el pueblo palestino”, compara tácitamente la existencia del único Estado judío del mundo con los horrores del Holocausto, que cobró la vida de seis millones de judíos:
Después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se reveló el horror del Holocausto nazi, los judíos de todo el mundo dijeron “nunca más”. Los cristianos también juraron que nunca más guardarían silencio si un gobierno aprobara leyes que establecieran y mantuvieran la dominación de un grupo étnico sobre otro a través de la separación sistemática, la opresión y la negación de los derechos humanos básicos. El silencio ante el mal estaba mal entonces, y está mal ahora.
Integrantes de la Red de la Misión a Israel-Palestina de la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos posan frente a la barrera de seguridad de Israel, tras pintar un graffiti que reza “PC(USA) está con Palestina”
(Foto: Twitter)
La definición de trabajo de antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA, por sus siglas en inglés) ha sido adoptada o respaldada por 865 entidades en todo el mundo, incluidos 37 países, así como los Departamentos de Educación y de Estado de EEUU. Según la IHRA, comparar a Israel con la Alemania nazi, llamar racista al Estado judío o aplicarle un doble rasero son ejemplos claros de cuándo la crítica legítima a Israel cruza la línea hacia el antisemitismo.
Además, la acusación de apartheid es absolutamente infundada. Israel es un país donde los árabes sirven como jueces de la Corte Suprema, como pilotos de combate, miembros del Parlamento, artistas y atletas. Todo lo que hacen los israelíes también lo pueden hacer los árabes israelíes. La discriminación legal sancionada por el Estado, que es la definición misma del apartheid, no solo está ausente en Israel sino que es combatida por las leyes y el sistema judicial del país.
Otra resolución de la Iglesia Presbiteriana de EEUU, “Jerusalén 3, 2, 1: tres religiones, dos pueblos y una familia humana”, afirma:
El rostro de Jerusalén ha estado cambiando rápidamente hacia una mayor identidad sionista-judía, con restricciones intensificadas sobre el movimiento, la residencia y los derechos humanos de los palestinos musulmanes y cristianos… Las políticas del Estado de Israel aumentan constantemente la tensión interreligiosa con su desprecio por las reivindicaciones históricas y la libertad de culto de musulmanes y cristianos.
Hoy en la ciudad santa, todos pueden ejercer su fe según los dictados de su propia conciencia. Sin embargo, fue durante los 19 años de ocupación jordana del Este de Jerusalén que a los judíos se les prohibió la entrada a sus lugares más sagrados
Sin embargo, los hechos desmienten esta acusación de persecución religiosa en Jerusalén. La población árabe se sitúa en aproximadamente en 341.500, frente a los 536.600 mil judíos que viven en la ciudad santa. En 1948, apenas 65.000 árabes musulmanes y cristianos residían en Jerusalén, junto con aproximadamente 100.000 judíos.
PCUSA también se equivoca en cuanto a quién fue realmente responsable de la prohibición de la libertad de cultos en Jerusalén. Hoy en la ciudad santa, todos pueden ejercer su fe según los dictados de su propia conciencia. Sin embargo, fue durante los 19 años de ocupación jordana del Este de Jerusalén cuando a los judíos se les prohibió la entrada a sus lugares más sagrados. Cuando obtuvo el control de esta parte de Jerusalén, el gobierno israelí introdujo la libertad de cultos para todos.
Y aunque los palestinos corearon consignas en apoyo al terrorismo de Hamás en abril, la policía israelí permitió que unas 80.000 personas rezaran durante el mes sagrado musulmán del Ramadán en el complejo de la mezquita de al-Aqsa, que se encuentra en lo alto del lugar más sagrado del judaísmo.
La denominación presbiteriana más grande de Estados Unidos también aprobó una resolución que designa el 15 de mayo como el “Día de la conmemoración de la Nakba palestina”. El artículo expresa solidaridad con el pueblo palestino que supuestamente fue expulsado “por el terrorismo y la fuerza”.
Aunque los palestinos corearon consignas en apoyo al terrorismo de Hamás en abril, la policía israelí permitió que unas 80.000 personas rezaran durante el mes sagrado musulmán del Ramadán en el complejo de la mezquita de al-Aqsa, que se encuentra en lo alto del lugar más sagrado del judaísmo
Lo que PCUSA no menciona es que Israel se creó después de una lucha por su supervivencia, necesaria por el rechazo violento del mundo árabe al Plan de Partición de la ONU que habría llevado a la creación de dos Estados, uno judío y otro árabe. Los líderes judíos habían aceptado el plan. Todas las naciones árabes decidieron destruir a Israel en lugar de vivir en paz con él.
Esta resolución también omite un contexto crucial en cuanto a lo que realmente es el Día de la Nakba: un sinónimo de violencia contra los judíos. El año pasado, el Día de la Nakba coincidió con la guerra iniciada por Hamás contra Israel, que provocó un aumento del antisemitismo en todo el mundo.
Un cuarto artículo aprobado por PCUSA llama a poner fin al “sitio de Gaza” y al “castigo colectivo de ciudadanos palestinos e israelíes inocentes”. Lo sorprendente de esta resolución es que el gobernante de puño de hierro de Gaza, el grupo terrorista Hamás, no aparece mencionado ni una sola vez. Por lo tanto, se presenta a Israel como la causa principal de la miseria que experimentan los habitantes de Gaza.
Además, PCUSA ignora alegremente por qué ocurrió el «asedio» en primer lugar. El bloqueo naval de Gaza se impuso inicialmente tras la intercepción de dos envíos de armas procedentes de Irán. Es decir, la teocracia cuyo líder supremo pide regularmente la erradicación del “tumor canceroso” (o sea Israel).
Grupos afiliados a Hamás, como “Espadas de Justicia” y “Ejército del Islam”, han atacado a los cristianos de Gaza imponiendo conversiones forzadas, discriminación en las escuelas, ataques a negocios y asesinatos. Hoy solo quedan 1000 cristianos en Gaza
PCUSA tampoco hace referencia a la decisión de Israel de 2005 de desarraigar a 8000 ciudadanos (hombres, mujeres y niños) de sus hogares en Gaza y retirarse militarmente del territorio. La medida tenía la intención de dar a los palestinos la oportunidad de comenzar a construir las instituciones y la infraestructura necesarias para su independencia. En cambio, el Estado judío solo ha recibido disparos de cohetes.
Simultáneamente, PCUSA se hace de la vista gorda ante la situación muy real de la población cristiana de Gaza. Había aproximadamente 5000 cristianos viviendo en la Franja de Gaza en 2005, el año en que Israel sacó a su ejército del enclave. En 2007, Hamás se apoderó violentamente de la Franja de Gaza, que desde entonces gobierna como la autoridad islamista de facto. Para Hamás, el Islam no es solo una religión que guía sus objetivos organizativos, sino también una fuente de derecho (Sharia) que debe imponerse a todos los habitantes. Grupos afiliados a Hamás, como “Espadas de Justicia” y “Ejército del Islam”, han atacado a los cristianos de Gaza imponiendo conversiones forzadas, discriminación en las escuelas, ataques a negocios y asesinatos. Hoy solo quedan 1000 cristianos en Gaza.
Al negarse a señalar quién es el responsable de la difícil situación de la minoría cristiana de Gaza, la Iglesia Presbiteriana de EEUU está perjudicando enormemente a quienes debería proteger. Al perpetuar los mitos desacreditados sobre Israel, PCUSA está ayudando a normalizar el antisemitismo, mientras aumenta la cantidad de crímenes de odio contra los judíos en todo el mundo.
* Colaborador de HonestReporting, un organismo de monitoreo de los medios de comunicación con sede en Jerusalén que se centra en el antisemitismo y el sesgo antiisraelí, donde apareció por primera vez una versión de este artículo.
Fuente: The Algemeiner.
Traducción de Sami Rozenbaum / Nuevo Mundo Israelita.