Un conflicto silencioso que «podría salirse de control»
Un día después del informe sobre el misil que Irán lanzó contra el buque portacontenedores Lori, propiedad del empresario israelí Udi Angel, The New York Times publicó un artículo sobre lo que definió como la «guerra en las sombras» que se está llevando a cabo entre Israel y la República Islámica en el mar.
Un reporte del periodista israelí Ronen Bergman y otros reporteros describe una explosión en el barco iraní Shahar a-Kurd hace pocos días, mientras navegaba a unos 80 km al oeste de Israel. Salía humo de uno de los cientos de contenedores del barco, que aparentemente trasportaba armas en su camino a Siria (el destino original era España). Un alto funcionario israelí afirmó que esta acción fue realizada en respuesta a un ataque contra el barco israelí Helios Ray en el Golfo de Omán en febrero pasado.
Desde 2019, las fuerzas del Escuadrón 13 de la Armada de Israel han atacado al menos diez barcos mercantes iraníes, según un funcionario estadounidense y un ex funcionario israelí. La mayoría de los buques iraníes trasportaban petróleo, y dos de ellos llevaban armas. Los ataques a embarcaciones en el Mediterráneo Oriental y el Mar Rojo se están llevando a cabo como parte de un esfuerzo para reducir la influencia iraní en el Medio Oriente.
El buque de carga Helios Ray y el daño que causaron las explosiones
(Foto: Aurora Intel)
The New York Times explica que el liderazgo israelí está tratando de frustrar un posible regreso de la administración Biden a un acuerdo nuclear similar al del que Estados Unidos se retiró en 2018. Un funcionario israelí dijo al periódico que los ataques en el mar eran parte de una estrategia más amplia, diseñada para obligar a Teherán a aceptar restricciones cada vez más estrictas al programa nuclear, así como a su programa de misiles balísticos y a su apoyo a las milicias en la región.
Ali Vaez, director del programa de Irán en el International Crisis Group con sede en Bruselas, expresa: «Esta es una guerra fría a gran escala, con el peligro de convertirse en una guerra normal debido a un error. Estamos en un ciclo de escalada que podría salirse de control”.
Los iraníes atacaron el buque de propiedad israelí Helios Ray, que transportaba miles de vehículos alemanes, declaró una fuente relacionada con la investigación posterior. La misma fuente señaló que un grupo comando a bordo de una lancha rápida, que seguía a la embarcación sobre el rastro de agua creado por el buque para evitar ser detectada por el radar, esperó a que el Helios Ray saliera del Golfo del Omán en dirección al Mar Arábigo. Luego, la lancha aceleró, se deslizó junto al carguero israelí, y los miembros del comando colocaron dos explosivos cronometrados en el costado de babor, un metro por encima del agua. Después de 20 minutos se produjeron las explosiones, que dejaron dos agujeros en el costado del buque.
Meses atrás, otras embarcaciones fueron atacadas de manera similar en acciones atribuidas a los hutíes, los rebeldes pro-iraníes de Yemen.
Irán ha negado su participación en el incidente. Pero con una sorpresiva declaración realizada por Hossein Dalirian, un reconocido experto en asuntos militares, de inteligencia y operaciones especiales cercano a la Guardia Revolucionaria, Irán estuvo al borde de reconocer públicamente su responsabilidad en la operación contra el Helios Ray. En una comunicación a The New York Times, Dalirian dijo: “Ni Israel ni Irán quieren atribuirse los ataques públicamente, ya que esto implicaría un acto de guerra que podría derivar en un enfrentamiento a gran escala, pero los ataques contra barcos a este nivel no podrían haber ocurrido sin un país detrás de ellos». Y añadió: “Estamos en guerra, pero con las luces apagadas».
Las acciones atribuidas a Irán e Israel no están destinadas actualmente a hundir barcos, sino a enviar mensajes. Sima Shine, una ex funcionaria del Mossad, declaró a The New York Times que los ataques israelíes «son un medio para evitar que Irán le venda a Siria, a cambio de dinero que luego trasferiría a Hezbolá”.
Las acciones atribuidas a Irán e Israel no están destinadas actualmente a hundir barcos, sino a enviar mensajes
Las acciones israelíes contra los barcos iraníes tienen dos propósitos, según la valoración presentada en el artículo:
1. Evitar que Irán envíe equipamiento al Líbano para el proyecto de misiles de precisión de Hezbolá. Dos de los barcos iraníes atacados llevaban dicho equipamiento a la organización terrorista libanesa. Uno de los barcos trasportaba un «mezclador planetario», utilizado para mezclar combustibles para misiles. Según informes, este importante componente fue destruido en un ataque aéreo israelí en agosto de 2019.
2. El otro objetivo es acabar con una importante fuente de financiación para Irán: el petróleo que exporta a pesar de las sanciones que pesan sobre el país.
Funcionarios israelíes y estadounidenses dijeron que las operaciones se llevaron a cabo utilizando explosivos. Por lo general están diseñados para golpear hélices y motores, pero no para hundir el barco. Según el general de brigada (en reserva) Shaúl Horev de la Universidad de Haifa, ex subcomandante de la Armada y comandante de la flota de submarinos, la presencia de la Armada de Israel se siente en el Mediterráneo y el Mar Rojo, pero es menos efectiva en aguas cercanas a Irán. Por lo tanto, los barcos mercantes de propiedad israelí son más vulnerables allí. «Los intereses israelíes en el Golfo Pérsico indudablemente se intensificarán, pero la Armada israelí no tiene la capacidad de defenderlos», dijo a The New York Times.
Fuente: Ynet.
Versión NMI.