Coincidiendo con los intentos por borrar la historia promovidos en la Unesco, la Autoridad de Antigüedades de Israel divulgó el mismo miércoles el hallazgo de un papiro de hace 2700 años, que ahora constituye la fuente no bíblica más antigua que incluye la palabra “Jerusalén” escrita en hebreo.
El papiro, que data de la época del Primer Templo, había sido robado de una cueva en el Desierto de Judea, y fue recuperado por la AAI en lo que los voceros calificaron como “una complicada operación”. El texto de dos líneas, en hebreo arcaico, puede trascribirse como [me-a]mat ha-mélej me-Naʽartah nevelim ya’in Yerushalima, “de la criada del rey, de Naartá, jarras de vino, a Jerusalén”. La institución explica que el papiro era un documento de envío o pago de impuestos, indicando la identidad del remitente, el contenido, el origen y el destino.
“Este documento constituye una evidencia extremadamente rara de la existencia de una administración organizada en el Reino de Judea”, señala Eitan Klein, subdirector de la Unidad de Prevención del Robo de Antigüedades de la AAI. “Subraya la centralidad de Jerusalén como capital económica del reino durante la segunda mitad del siglo VII a.e.c. Según la Biblia, los reyes Menashe, Amon y Josías reinaron en Jerusalén en ese tiempo, aunque no es posible saber con certeza cuál de ellos era el destinatario de este cargamento de vino”.
Con información de i24News