El espacio del Salón Jerusalén de Hebraica no fue suficiente para dar cabida al público que se reunió multitudinariamente con el fin de manifestar su solidaridad con Medinat Israel, en momentos en que ha sufrido la peor agresión en décadas. Una cantidad que ya supera los 1400 muertos de 41 nacionalidades diferentes entre hombres, mujeres, niños y ancianos, en numerosos casos familias completas, fueron masacrados en el propio territorio de Israel, y —hasta el momento en que esto se escribe— 199 personas fueron secuestrados por Hamás y la Yijad Islámica.
Nuestra comunidad se ha movilizado, como en tantas ocasiones en su historia, para apoyar al Estado judío. El acto del jueves 12 de octubre fue un momento para compartir la tristeza y la angustia, pero también la confianza en que, como en todas las ocasiones anteriores de los últimos 75 años, Israel y el pueblo judío prevalecerán.
El maestro de ceremonias fue Próspero Benarroch, presidente del CSCDR Hebraica.
“Este ataque va mucho más allá de cualquier diferencia política, religiosa o geográfica que podamos tener. Fue un ataque terrorista que muestra los tonos más oscuros de la humanidad. Pero Am Israel no tiene mucho tiempo para llorar a sus caídos. Debemos levantarnos rápido, y defender nuestro derecho a existir. Es en los momentos más oscuros y difíciles cuando sabemos brillar más”.
“Estamos en medio de un momento crítico en la historia de Israel, una nación que se enfrenta a una guerra por primera vez en cinco décadas, desde la Guerra de Yom Kipur. Todos tenemos un hijo, un hermano, un familiar, un amigo, un conocido que se encuentra en el frente. Es esencial que reconozcamos y respaldemos el valor y la dedicación de cada uno de ellos. Sigamos unidos, fuertes, en estos tiempos difíciles. Juntos superaremos este desafío y prevaleceremos”.
Pedro Stern interpretó un tema musical alusivo a las luchas de Israel por su existencia.
“Este es un conflicto teológico, pero nosotros le damos una interpretación política. El pueblo de Israel estaba desunido, nos estábamos autodestruyendo y no veíamos luz. La luz llegó, porque hoy más que nunca el mundo judío está unido. Es una guerra teológica, porque la intención de Hamás y Hezbolá es destruir a los judíos y a los cristianos. (…) Medinat Israel es la corona del pueblo judío, nos da la vida para mantenernos en la Golá. La bandera de Israel y la tefilá liderarán la victoria”.
Para finalizar su intervención, el rabino Cohen entonó una bendición a Medinat Israel.
“Al principio no entendíamos, no podíamos creer las noticias que llegaban, parecía una película. No podía ser. Cada día comprendemos más los horrores que sucedieron. Primero llegaron las historias, luego empezaron a llegar los nombres, las fotos. No creo que haya una persona en Israel que no conozca a alguien, directa o indirectamente, de los que fueron asesinados o secuestrados. Hay razones para que nuestro ánimo esté quebrado, pero hay una cosa que nos sube el ánimo. Hasta hace poco estábamos muy desunidos, y recibimos una cachetada muy fuerte, para decirnos: “Ustedes son hermanos, no pueden pelear”. Es increíble la unión que hay en este momento, todos quieren ayudar y aportar, y no solo en Israel, sino en todo el mundo judío. Donde estemos, estamos con nuestros hermanos. Así, seguro que vamos a ganar. No nos van a vencer”.
El rabino Weisman entonó un Misheberaj por los soldados de Israel, así como la plegaria El Maalé Rajamim por los civiles y soldados caídos.
De seguidas, Elías Farache leyó el Salmo (Tehilim) 121 en hebreo, y el joven Tal Cohén lo tradujo al español.
El acto finalizó con el Hatikva, himno nacional del Estado de Israel.
La bandera de Israel se colocó a media asta en Hebraica
Redacción NMI.
Fotos: José Esparragoza.