Los judíos ortodoxos de Nueva York constituyen hasta la mitad de los donantes de plasma en Estados Unidos, que ofrecen su sangre voluntariamente para ayudar a tratar a pacientes con Covid-19, según un experto médico.
Michael Joyner, de la Clínica Mayo, quien está llevando a cabo un estudio sobre los efectos del plasma para tratar el virus, informó que hasta el momento se le ha administrado tratamiento con plasma a más de 5000 pacientes y, cuando se trata de donantes, «por mucho, el grupo más grande son nuestros amigos ortodoxos de la ciudad de Nueva York. Me sorprendería que fueran menos de la mitad del total», declaró a The New York Times.
(Foto: Getty Images)
Miles de estadounidenses que se han recuperado del coronavirus están donando su sangre a clínicas de plasma, con la esperanza de que pueda usarse para tratar a otras personas afectadas por el coronavirus. Los judíos ortodoxos constituyen una proporción significativa de esos voluntarios, a medida que la comunidad se une y muchos ven su salud recién recuperada como una “bendición”. Esto sucede después de que la comunidad judía fuera especialmente devastada en el epicentro de la pandemia en el país, Nueva York, hogar de la comunidad judía más grande fuera de Israel.
Más de 12.000 judíos ultraortodoxos de Nueva York se han inscrito desde el 4 de abril en varios programas comunitarios para donar plasma sanguíneo, y los organizadores esperan que la cantidad llegue pronto a 30.000, según el diario.
Los judíos ortodoxos de Nueva York están teniendo un efecto “por encima de su peso” cuando se trata de donar, según el doctor Shmuel Shoham, quien dirige un estudio de la Universidad Johns Hopkins sobre el uso de plasma para tratar a las personas expuestas al virus. «Esa comunidad ha asumido una tragedia y la ha convertido en un poder», dice. Han surgido varias iniciativas, y se ha corrido la voz a través de sinagogas y boletines comunitarios.
«Lo que me sorprendió inicialmente fue que todos tuvimos la misma idea», indicó al Times Avrohom Weinstock, quien organizó un plan a través de su compañía Agudath Israel. “Resonó con todos en la comunidad, y es por eso que realmente lo impulsaron”.
Weinstock señala que los rabinos han dado incluso permiso a los feligreses para manejar automóviles en Shabat hacia los bancos de sangre para donar, si ese es el único horario de citas disponible, con el fin de que se puedan salvar tantas vidas como sea posible. «Desde una perspectiva moral y religiosa, tenemos la obligación de hacer lo que podamos», dice. «Si más tarde descubrimos que se salvaron 50, o 100 o 20 vidas, cualquiera que sea el caso, habrá valido la pena cada esfuerzo, cada minuto».
Tantos miembros de la comunidad se han ofrecido como voluntarios que los bancos de sangre de Nueva York ya no se dan abasto, informa The New York Times, lo que ha llevado a muchos a viajar hasta Pensilvania y Delaware para donar. «Probablemente nunca en la historia ha habido tantos jasidim en Bethlehem, Pensilvania, y vienen literalmente a salvar vidas», afirma Mordy Serle, abogada judía ortodoxa que viajó desde Brooklyn a un banco de sangre en Pensilvania para donar, y quien además ha ayudado a organizar las donaciones.
El impulso para donar se debe en gran parte a que se trata de una comunidad tradicionalmente unida, y a la importancia que la religión judía otorga a la vida humana
El impulso para donar se debe en gran parte a que se trata de una comunidad tradicionalmente unida, y a la importancia que la religión judía otorga a la vida humana, según los expertos en salud pública y los líderes de la comunidad. “Vemos como un regalo que nosotros nos recuperamos, porque muchas personas de nuestra comunidad no lo lograron. Y para nosotros un regalo no es solo algo para sentarse, disfrutar y hablar sobre ello; es algo que tenemos que usar”, comenta Serle. «Creo que ello proviene de nuestra educación y de la forma en que hemos sido educados, la idea de bondad o jésed como uno de los fundamentos sobre los que el mundo está construido y se sostiene», añade Weinstock.
Sin disponer de una cura ni una vacuna para el coronavirus hasta el momento, los médicos estadounidenses están probando el uso de anticuerpos del plasma sanguíneo de pacientes recuperados. Es un tratamiento que aún se encuentra en etapa experimental, con varios ensayos clínicos en curso para determinar su efectividad. Joyner señala que es «cautelosamente optimista» sobre el tratamiento, porque se ha utilizado durante mucho tiempo para tratar otras enfermedades infecciosas.
En el estado de Nueva York han resultado infectadas de Covid-19 un total de 337.055 personas hasta ahora, de las cuales 21.835 han fallecido. La se tiene una cifra exacta del número de víctimas en la comunidad judía, pero los datos del Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York muestran una fuerte correlación entre las áreas más afectadas y los vecindarios jasídicos de Borough Park, Williamsburg y Crown Heights en Brooklyn.
A mediados de abril se registraban más de 700 muertes diarias en la ciudad, y las muertes dentro del hogar en Borough Park y Williamsburg fueron más de diez veces superiores durante marzo y principios de abril en comparación con la misma época del año pasado, según The Times of Israel.
Las tensiones aumentaron entre la comunidad y las autoridades de la ciudad luego de que el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, fuera acusado de singularizar a los judíos ortodoxos por no cumplir con las prácticas de distanciamiento social. Cientos de miembros de la comunidad ultraortodoxa se reunieron en Williamsburg para un funeral en abril, y de Blasio viajó personalmente al sitio para dispersarlos.
El alcalde reprochó a los dolientes en Twitter calificando sus acciones como «absolutamente inaceptables», pero encaró fuertes críticas por concentrarse en esa comunidad mientras otros grupos también eran fotografiados burlando la orden estatal de quedarse en casa.
Fuente: Daily Mail (Londres): dailymail.co.uk.
Traducción y versión NMI.