El proyecto está congelado desde hace mucho tiempo, y los expertos han expresado preocupación por los problemas ambientales y la rentabilidad del proyecto en comparación con otras alternativas
Tovah Lazaroff*
Jordania ha decidido no reactivar el altamente publicitado proyecto de desalinización llamado Red-Dead (“Rojo-Muerto”), que durante mucho tiempo se consideró un símbolo de la cooperación entre el reino hachemita, Israel y la Autoridad Palestina, informó este jueves el canal israelí Kan News.
El Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Cooperación Regional de Israel no han recibido ninguna notificación formal de la decisión de Jordania.
El proyecto, iniciado en 2002, ha estado congelado durante mucho tiempo y los expertos han expresado preocupación por los problemas ambientales y de rentabilidad en comparación con otras alternativas.
El proyecto Red-Dead plantea un canal, cuyo recorrido tendría lugar en territorio jordano, uno de cuyos objetivos es recuperar el nivel del Mar Muerto además de producir agua desalinizada y electricidad
(Fuente: Wikipedia)
Según la ONG israelí EcoPeace, el proyecto inicial habría canalizado 2000 millones de metros cúbicos de agua desde Aqaba hasta una planta desalinizadora cerca del Mar Muerto. Los 800 millones de metros cúbicos del agua potable producida se enviarían a Jordania, mientras que el residuo salado se canalizaría hacia el Mar Muerto para estabilizarlo y restaurar su línea costera, cada vez más reducida, según EcoPeace. Además, el sistema generaría la energía eléctrica necesaria para su operación.
Las versiones posteriores del proyecto redujeron su alcance y propusieron una planta de desalinización cerca de Aqaba, con el residuo salado trasvasado al Mar Muerto. El proyecto también incluía la venta de agua a Israel y a la Autoridad Palestina, según EcoPeace. Ahora se espera que Jordania avance con un proyecto de desalinización más pequeño dentro del propio reino, sin ninguna asociación con Israel o la Autoridad Palestina.
Jordania sufre una grave escasez de agua, que ha contribuido a alimentar la inestabilidad y frustración hacia la monarquía hachemita.
Entre las críticas dirigidas contra el ex primer ministro Benjamín Netanyahu estuvo su incapacidad para aprovechar la tecnología del agua de Israel para ayudar a estabilizar Jordania y mejorar las relaciones entre los dos países. Los lazos entre Jordania e Israel se debilitaron bajo Netanyahu.
El tratado de paz de 1994 con Jordania exige que Israel proporcione a ese país 55 millones de m3 de agua anualmente, al precio de 3 centavos por m3. En 2010, la asignación se incrementó en 10 millones de m3 a 40 centavos el m3. Este año se acordó proporcionar a Jordania 3 millones adicionales al mismo precio de 40 centavos.
El ministro de Relaciones Exteriores, Yair Lapid, se refirió a la importancia de Jordania para Israel cuando asumió el cargo el lunes. “Me gustaría agregar algo a la luz de informes recientes: Jordania es un aliado estratégico importante para Israel. El rey Abdulá es un importante líder regional y un aliado. Trabajaremos con él y fortaleceremos la relación entre nuestros países”, aseguró Lapid.
*Sub-editora ejecutiva de The Jerusalem Post.
Fuente: The Jerusalem Post.
Traducción y versión NMI.