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L a revista italiana L’Espresso acaba de publicar extractos de los diarios del líder palestino Yasser Arafat, que entre otras cosas revelan que el gobierno de Italia fue cómplice del terrorismo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) durante décadas.
Arafat escribió sus memorias en 19 cuadernos, que según el diario israelí en español Aurora fueron entregados a unos curadores de Luxemburgo, quienes a su vez los vendieron a una fundación francesa para su estudio. L’Espresso es el primer medio que difunde parte de su contenido.
El pacto de la OLP con el gobierno de Roma consistió en que ese país quedaba libre de atentados terroristas, a cambio de permitir plena libertad a los palestinos para planificar y ejecutar sus ataques desde suelo italiano; es decir, un típico chantaje tipo “vacuna” pagada a la mafia.
En 1985, la OLP secuestró el crucero Achille Lauro, a bordo del cual asesinó a un anciano judío estadounidense que estaba en silla de ruedas, arrojándolo por la borda. Los terroristas fueron capturados, pero el gobierno italiano, en la persona del entonces canciller Giulio Andreotti, permitió que escaparan en lugar de extraditarlos a Estados Unidos.
Así, la OLP, el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y otras organizaciones afiliadas gozaron de libertad de movimiento, al punto que Arafat escribió, satisfecho: “Italia es una costa palestina en el Mediterráneo”.
Pero además, el acuerdo secreto incluía arreglos económicos mutuamente beneficiosos. Por ejemplo, Arafat revela que en 1998 aceptó sobornos de Silvio Berlusconi, a cambio de mentir a los fiscales italianos sobre el pago de alrededor de diez millones de liras en ayuda económica que en realidad fueron a parar al Partido Socialista Italiano. Así, Berlusconi, célebre por su corrupción, pudo eludir los cargos por fraude.
Ya el ex presidente Francesco Cossiga había escrito en un artículo de 2008 que el primer ministro Aldo Moro inició un pacto secreto con la OLP (paradójicamente, Moro fue asesinado por terroristas de ultraizquierda en 1978). Otras versiones indican que el artífice del execrable acuerdo fue Andreotti, cuando era primer ministro en 1973. De hecho, este reporte afirma que Andreotti fue una figura clave en las negociaciones entre la OLP y otros países.
El notorio terrorista venezolano Ilich Ramírez Sánchez (“Carlos el Chacal”), quien “trabajó” para la OLP durante muchos años, dijo en una oportunidad que Suiza estuvo “protegida” por un pacto similar en las décadas de 1970 y 1980.
El cinismo de Arafat sale a la luz en sus diarios una y otra vez. Así, reconoce que trataba de no asumir responsabilidad directa por los ataques terroristas, sino que solía decir elusivamente a otros “ustedes deciden” cuando se le presentaba un plan; después de que eran llevados a cabo, solo manifestaba: “Bien, bien”.
En cuanto a las negociaciones de paz con Itzjak Rabin y Shimón Peres que desembocaron en los Acuerdos de Oslo, Arafat se refiere a Peres como “una excelente persona, un hermoso decorado…”
Arafat escribió sus diarios a partir de 1985 y hasta poco antes de su muerte, en 2004. Se conocía su existencia desde 1989, cuando otorgó una entrevista al periodista T. D. Allman de la revista Vanity Fair, quien observó que el líder palestino escribía algo en un cuaderno. “Lleno varios cada año”, le dijo. “Hablan acerca de todas mis negociaciones secretas. Todo está registrado, para que las generaciones futuras comprendan exactamente lo que sucedió. Es mi deber hacerlo, porque soy parte de la historia”.
Además de cínico, engreído.
La revista italiana L’Espresso acaba de publicar extractos de los diarios del líder palestino Yasser Arafat, que entre otras cosas revelan que el gobierno de Italia fue cómplice del terrorismo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) durante décadas.